lunes, enero 28, 2008

¿A vosotros os gusta la nueva camiseta?

Esta es la nueva y curiosa camiseta de la Real, que tan poco suerte trajo ayer a los jugadores en Castellón. Iñaki Badiola, presidente del club, explicó la semana pasada que el diseño es un homenaje a los colores que vistió en 1903 el San Sebastián Recreation Tennis Club, un equipo que fue embrión del Club Ciclista San Sebastián y, por extensión, de la propia Real Sociedad. Aparte de la que está luciendo esta temporada (a rayas horizontales azul claro y azul marino), la Real ha vestido en los últimos años como segunda equipación camisetas rojas, blancas, azules e incluso una azul marino con el lateral gris, pero seguramente ninguna tan sorprendente en su diseño como ésta.

El club decidió realizar esta camiseta ante la posibilidad de que el árbitro no aceptara ni la primera ni la segunda equipación en este partido ante el Castellón, que viste camiseta a franjas verticales blancas y negras y pantalón y medias blancas. En pretemporada sucedió algo parecido ante el Heracles holandés, equipo con la camiseta también albinegra, y el colegiado obligó a los realistas a llevar un peto naranja durante aquel encuentro. Por el momento, esta camiseta no se va a poner a la venta y, de hecho, los jugadores tenían orden de no entregarla a nadie porque apenas se han fabricado un par de juegos y podrían necesitarse otra vez.

Lo que se ha dicho es que se comercializará si gusta. Yo ya he dicho y repito que a mí no me gusta, no soy capaz de identificar a la Real con ella, por mucho que tenga una base histórica. Demasiado rompedora para un club tran tradicional como éste, en mi humilde opinión. Pero lo que se está diciendo en los medios de comunicación es que, entre la prensa, está causando buena impresión. Así que no me resisto a preguntaros a todos los que visitáis este blog, seáis realistas o no: ¿A vosotros os gusta esta camiseta para que se convierta en la segunda equipación de la Real?

domingo, enero 27, 2008

CASTELLÓN 1 - REAL SOCIEDAD 0. Ni acción ni reacción

Nada de nada. La Real no ofreció nada de partida, a pesar de colocar desde el principio un once con mucha calidad, y no ofreció practicamente nada cuando se vio por debajo del marcador. No es que el Castellón hiciera gran cosa más que el cuadro de Joserra Eizmendi, pero marcó un gol en una de sus escasas oportunidades. Mal partido, peor resultado y una ocasión desperdiciada para entrar en los puestos que dan derecho al ascenso a Primera. El Celta se ha colocado incluso por delante de la Real tras ganar donde los blanquiazules triunfaron hace siete días, en Córdoba. A seguir remando en busca del ascenso.

El partido de hoy, llamado a ser uno de los días de importancia en este triste tránsito por la Segunda División, fue un pequeño fracaso. El debut de la camiseta ha sido tan poco afortunado como el de la última camiseta de imagen rompedora, aquella verde médico que sacó la Real en la temporada 94-95 y que no volvió a usar tras el 3-0 que le endosó el Oviedo aquel día de su debut. ¿Casualidad? Seguramente sí, por supuesto. Eizmendi dispuso un centro del campo de talento, según muchos el mejor que puede alinear este equipo y uno de los mejores (incluso el mejor) de la categoría. Jugaron como titulares Martí, Elustondo, Aranburu, Xabi Prieto y Fran Mérida. No se les vio en toda la primera parte y eso provocó que Iñigo Díaz de Cerio no tuviera una sola ocasión en todo el encuentro.

En la segunda parte, de hecho, Eizmendi buscó cambiar la dinámica del centro del campo más que introducir una pólvora en ataque que, de todas maneras, no tenía en el banquillo por la ausencia de Delibasic y la eterna espera de Skoubo. Gari Uranga sí buscó mucho más desde la banda izquierda, y Larrea no tuvo mucha más fortuna. Aranburu y Elustondo fueron los que salieron del campo. Pero no hubo forma. Sólo Fran Mérida inquietó la portería del Castellón con algunos disparos lejanos, pero no pareció nunca que la Real tuviera opciones serias de ganar el partido. El mejor centro del campo posible, ya con los dos fichajes de Iñaki Badiola, no generó ni fútbol ni ocasiones. Demasiados minutos después de encajar el gol, hubo una pequeña reacción, pero insuficiente para generar la ilusión de sacar siquiera un empate de Castellón. Un pequeño fracaso.

Tampoco es que el de hoy haya sido un partido demasiado distinto a otros que se han visto esta temporada, a pesar de que sólo en dos se había traído la Real la derrota (de Salamanca y de Soria). Pero quizá sea una lección para todos los que seguimos a la Real desde distintos ámbitos. Hay quien ha vendido la idea de que con Mérida y Martí en el campo íbamos a ser invencibles, hay quien ha llegado a decir que ha sido librarse de Coleman y empezar a jugar bien. Y seguro que hay quien aprovecha esta derrota para arremeter con Badiola. O para darle la razón y aplaudir la necesidad de tres fichajes más. Y no hay nada de eso. Ni tanto ni tan poco. Hoy ha sido un mal día y punto. Hay que buscar soluciones y punto. Para discutir entelequias ya están otros.

La Real sigue siendo un equipo mejor de lo que suele demostrar en el campo y que tiene como principal carencia la creación de ocasiones de gol. Pocas, no muy claras y con frecuencia no demasiado bien aprovechadas. Difícil puntuar así, a pesar de la parada salvadora, una más, de Asier Riesgo y de un partido en general bueno en defensa, como casi toda la temporada. Pero el equipo que ahora dirige Eizmendi es el que menos goles ha marcado de los que están luchando por el ascenso, apenas 24, una triste media de 1,09 por partido. Los tres equipos que están en puestos de ascenso sacan nueve goles a la Real. Ahí está la explicación de los puntos que nos separan de ellos. Eizmendi vio al equipo "ansioso" por la cercanía de los puestos de ascenso. El mal sempiterno que aduce siempre la Real cuando ve el objetivo tan a mano.

El equipo txuri urdin pierde, por tanto, su primera ocasión de colocarse entre los tres primeros de Segunda y ha perdido un puesto en la clasificación, quedándose quinta. El Celta se ha colocado cuarto con 35 puntos, uno más que la Real. El Sporting, pese a pinchar ayer, sigue tercero con 36. La semana que viene, en el derbi en Anoeta frente al Eibar, habrá posibilidades de ascender a la tercera plaza, pero para eso hacen falta dos resultados que beneficien al conjunto txuri urdin. La Real empezó la temporada en Segunda perdiendo con el Castellón y el Castellón se ha convertido en el primer equipo en ganarle los dos partidos a la Real. No muchos van a tener esa oportunidad en lo que resta de temporada, ojalá ninguno más lo consiga. No queda otra que felicitar al Castellón y pensar ya en el Eibar. Quedan 20 partidos. Hay que pensar en ellos, lamentarse del pasado no sirve de mucho.

sábado, enero 26, 2008

PREVIA Castellón - Real Sociedad. La hora de asaltar los tres primeros puestos

Cuando allá por el mes de junio echemos la vista atrás veremos que esta temporada en Segunda División habrá tenido muchos días clave. El de mañana puede ser uno de ellos. Quizá el más importante. El empate hoy del Sporting le da una importancia capital al próximo partido. De ganar en Castellón (domingo, 17.00 horas, Castalia, sin televisión), la Real se colocará por primera vez en toda la campaña entre los tres primeros. ¿Quién no está deseando ver ya a este equipo entre los tres mejores de la categoría, en uno de los puestos que otorga el regreso a la Primera División que tanto ansiamos volver a ver en Anoeta? Pues mañana es el día. Todos a empujar para lograrlo.

Después de una semana convulsa fuera del terreno de juego (esperemos que haya sido la penúltima; la próxima también será movida si se cumplen los anuncios de Badiola, ya que vendrán tres jugadores más para la primera plantilla), la Real busca su segunda victoria consecutiva fuera de casa después del espléndido triunfo de Córdoba. En la ciudad andaluza se cree que el cuadro txuri urdin dejó estela de equipo de Primera, más incluso de lo que nosotros mismos nos creemos. Toca volver a demostrarlo y mantener así una gran racha, una sola derrota en los últimos 12 partidos, sólo dos derrotas fuera de casa en lo que llevamos de Liga (las dos en el último minuto) y una clara línea ascendente en el juego.

Joserra Eizmendi tendrá algunas bajas importantes, algo que viene siendo una constante en toda la temporada y que provocó que incluso un entrenador como Coleman, tan poco dado a realizar cambios si algo funcionaba, apenas tuviera opciones de repetir su once tipo. La principal ausencia será la de Delibasic, hasta ahora titular siempre que ha estado disponible y que no ha superado una gripe. Al quedarse fuera de la convocatoria, Díaz de Cerio se queda como el delantero titular y Gari como la gran baza ofensiva, por no decir la única, en el banquillo. Ante esta baja, lo más normal es que Eizmendi apueste por un sólo delantero y por un centro del campo de enorme calidad, seguramente el mejor de Segunda División. Garitano también es otra baja muy importante. Martí ocupará su lugar junto a Elustondo, y debutará así como titular en la Real.

Por las bandas estarán los habituales Xabi Prieto y Aranburu y es muy probable que Fran Mérida también se cuele en el equipo detrás de Díaz de Cerio. Carlos Martínez tampoco ha entrado en la convocatoria, por lo que los laterales serán una semana más Gerardo y Castillo. Quién sí regresa a la lista de 18 es Mikel González, tras su sanción de la semana pasada. Por eso, los centrales que pretende alinear Eizmendi son todavía una incógnita. Veremos si da continuidad a Víctor López, titular la semana pasada, o si devuelve los galones de la zaga al canterano. El otro central será Ansotegi.

Para este partido la Real presentará la mayor novedad en mucho tiempo. Jugará con una camiseta amarilla y verde, colores escogidos, según explicó Iñaki Badiola, en homenaje a la camiseta original del San Sebastián Recreation Tennis Club, que data del año 1903, y que fue el embrión de lo que hoy es la Real. El diseño es el mismo de la primera equipación del equipo, pero cambiando los colores. No puedo decir que me guste, la verdad... No entiendo cómo la Real puede jugar con una camiseta... amarilla y verde. Entiendo los motivos de la elección, me parece bien que se bucee en la historia, pero los colores de la Real son el blanco y el azul. No puedo entender por qué no se puede jugar con un traje totalmente azul contra un equipo blanquinegro. El márketing es lo que tiene.

Con la camiseta que sea, lo cierto es que la Real afronta la primera oportunidad seria de asaltar los puestos de ascenso, y lo hace coincidiendo con el inicio de la segunda vuelta. El empate del Sporting de este sábado deja en manos del equipo txuri urdin el asalto a la tercera posición. Una victoria coloca a la Real en puesto de ascenso. Y él escenario es uno de los mejores posibles, ante un rival que ridiculizó a la Real en la primera vuelta. Eso sí, hay que tener en cuenta que hoy por hoy puede ser un equipo bastante diferente de aquel que visitó Anoeta en agosto ya que tiene otro entrenador, Pepe Murcia. Los castellonenses llevan tres jornadas sin perder, incluyendo una victoria en Gijón y un empate en casa ante el ahora líder Numancia. Ojo.

En la primera vuelta, el Castellón ganó 0-2 en Anoeta con absoluta claridad. Arana en la primer parte y Tabares en la segunda cerraron un partido horrible de la Real, sin duda el peor de la temporada por el juego y por la triste sensación que se dio en el estreno en la categoría. En Segunda División sólo hay un precente en tierras castellonenses, y fue una clara victoria por 3-1 para los locales en la temporada 48-49. En Primera, la Real ha visitado Castalia en siete ocasiones, y en las tres últimas no perdió. En las temporadas 81-82 y 89-90 se llevó la victoria (1-3 y 0-2) y en la 90-91 empató a un gol. Las otras cuatro se saldaron con contundentes derrotas por 5-0 (41-42), dos veces 3-0 (43-44 y 72-73) y un 2-0 (73-74).

jueves, enero 24, 2008

"La Real soy yo"

Ayer dormí mucho más tranquilo. Después de tantas convulsiones y turbulencias, de tantas polémicas y disputas, de tantas cosas que nos distraen del objetivo de volver a Primera, ayer escuché, por primera vez en demasiado tiempo, palabras que invitan a la tanquilidad, al optimismo y al entusiasmo. Y las pronunció el nuevo entrenador de la Real, Joserra Eizmendi, alguien que influye en lo que de verdad importa, en lo que sucede cada fin de semana en el terreno de juego, alguien que de verdad puede darnos esas alegrías que tanto ansiamos.

"La Real es mi vida y mi sentimiento. La Real soy yo. Cuesta imaginarse poder dirigir al equipo de mis sueños, pero ya es realidad. Si ascendemos podré dormir tranquilo y les contaré a mis nietos que se ha cumplido mi sueño", dijo Eizmendi en la rueda de prensa en la que se le confirmó como entrenador del primer equipo hasta final de temporada. Qué bonito, ¿no os parece? ¿No es una frase que podríamos haber dicho cualquiera de los que tenemos el corazón txuri urdin si hubiéramos estado sentados en esa silla de la sala de prensa de Anoeta? Por fin un realista dirigiendo la nave blanquiazul. Por fin.

Pese a esa tranquilidad relativa que Eizmendi está llamado a aportar con más victorias como la de Córdoba, esperaremos con interés las aclaraciones del presidente, Iñaki Badiola, sobre la marcha de Paco Aiestaran, que ha pospuesto hasta el fin del mercado de invierno, hasta el 1 de febrero, para no distraer más la atención. Y esperamos conocer esas dos nuevas incorporaciones que ha prometido. Mientras tanto, después de mis últimas entradas críticas con el presidente y para que no se piense que mi intención es sólo criticar a Badiola (ni mucho menos), felicitarle por dos cuestiones.

La primera por anunciar que ya hay conversaciones con Mediapro y Audiovisual Sport para que se puedan ver más partidos de la Real por televisión. Es un tema que he tratado aquí y que me parece muy importante, en especial para la legión de aficionados realistas que viven fuera de Euskadi. La segunda, que el elegido para suplir a Aiestaran sea Francis Cagigao, ojeador del Arsenal que ha contribuido a los fichajes de jugadores como Cesc o Van Persie. En la Real hace falta gente con nivel. Lo dije cuando llegó Aiestaran y lo digo si llega Cagigao.

martes, enero 22, 2008

¿Improvisaciones o engaños?

No hay forma. Es imposible hablar sólo de fútbol en el sainete en que se ha convertido la Real desde hace ya demasiado tiempo. El secreto a voces de los últimos días ya es público: Paco Aiestaran ha anunciado que se marcha de la Real Sociedad apenas 19 días después de llegar a San Sebastián. El golpe al proyecto de Iñaki Badiola es durísimo, puesto que era el gran nombre deportivo que consiguió sumar a su equipo, el mejor fichaje según dijimos casi todos. Eso es ya un engaño a los accionistas, puesto que seguro que muchos votaron movidos por la ilusión de tener a Aiestaran dominando la parcela deportiva. Y se va, además, dejando a la luz demasiados puntos oscuros que hacen dudar sobre la postura del presidente, sobre si ha engañado a propios y extraños o si su gestión deportivo es simplemente improvisada. Lo malo es que parece que ha hecho ambas cosas.

A saber. A Aiestaran le convenció de que se sumara a su proyecto antes de las elecciones prometiéndole la última palabra en todo lo concerniente a la parcela deportiva. Aiestaran tendría libertad absoluta para decidir quién iba a conformar su equipo, quién sería el entrenador del equipo y qué jugadores conformarían las plantillas profesionales. Y la primera decisión que toma Badiola al respecto es vetar al entrenador y al secretario técnico escogidos por Aiestaran. ¿Engañó Badiola a Aiestaran cuando le explicó cuáles iban a ser sus funciones o el veto es una decisión improvisada para que no se vincule su proyecto a lo que Pitterman hizo en el Alavés? Recordemos que tanto Juan Carlos Oliva como Ramón Planes, los escogidos por Aiestaran, trabajaron en su día con el ucraniano.

La rueda de prensa de Aiestaran deja a las claras que Badiola ha engañado a todos los realistas al menos en dos ocasiones. La primera cuando restó importancia al compromiso adquirido por Aiestaran con Oliva, que era definitivo y no "uno de los 17 entrenadores" con los que había hablado. La segunda, al negar el domingo la dimisión de Aiestaran. El ya ex consejero aseguró que la decisión estaba tomada desde el pasado jueves, aunque trató de arreglarlo dándole una segunda oportunidad a Badiola para que aceptara los nombres que había escogido, y que no la quiso hacer pública antes para no perjudicar la preparación del partido de Córdoba. Badiola dio el asunto por zanjado, pero no precisamente con la dimisión de Aiestaran. Mal asunto si el presidente que nos iba a contar la verdad es cogido en un engaño así en su primer mes de mandato.

Si el engaño queda demostrado, la improvisación también. Badiola aseguró antes de las elecciones que su entrenador iba a ser Irureta. Después, y todavía no sabemos muy bien por qué, dijo que existían incompatibilidades con Aiestaran. Las mismas que llevaron a la calle a Salva Iriarte y que provocaron la dimisión de Coleman. Ahora ya no está Aiestaran y no tenemos ni director deportivo ni entrenador seguro hasta final de temporada. Badiola llegó a ofrecerle el banquillo a Aiestaran (no puede por contrato con el Liverpool), lo que tampoco dice muchas cosas buenas sobre la decisión de colocar, siquiera de forma interina, a Joserra Eizmendi. Éste queda públicamente como la última opción de Badiola. Menos mal que el bueno de Eizmendi se trajo la victoria de Córdoba.

Y, para colmo, no paran de salir nombres de técnicos a los que se ha dirigido la Real más o menos en serio. El último Miroslav Djukic, ex jugador de Valencia y Deportivo y seleccionador serbio. Djukic, que no quiso confirmar quién le llamó desde la Real (lo que deja sin aclarar si es uno de los "17 entrenadores" contactados por Aiestaran o si es una elección de Badiola), ha dicho que no puede compaginar ambos banquillos y que no dejará tirada a Serbia, que acaba de elegirle como técnico. Badiola debe aclarar cuanto antes si dejará a Eizmendi en el banquillo lo que queda de temporada o si va a traer otro técnico. No basta con decir que lo tiene en la cabeza y que pronto lo sabremos. Los días pasan y la inestabilidad en torno al equipo crece. Y ya queda la duda de si estamos siendo engañados por un presidente que sólo quiere ganar tiempo y tapar su improvisación en el terreno deportivo.

Lo de Aiestaran tiene una parte buena y una parte mala. La buena es que ha sido fiel a sus principios, dimite porque no le dejan hacer su trabajo como le habían prometido que iba a poder hacerlo. Y se marcha deseando lo mejor para la Real, que suba a Primera División, marcando una clara línea, que todos debieran tener igual de clara, entre el club y los nombres que pasan por él ("me ha fallado", ha dicho Aiestaran, en cambio, de Badiola). La mala es que sorprenden sus elecciones. No acabo de ver claro que el perfil de entrenador deseado por alguien tan prestigioso como Aiestaran sea un técnico que, al margen de su relación con Pitterman, sólo ha dirigido cinco partidos en Segunda División. Por alabar a Aiestaran y criticar a Badiola no se puede olvidar que el desconocimiento de la Segunda era uno de los principales motivos de crítica a Coleman. Sigue el frentismo, también en esto.

Y el sainete continúa. Con todo lo que está pasando, darle cien días de cortesía a Badiola, esperar siquiera a que cierre el mercado invernal para juzgarle, se está convirtiendo en una misión imposible. Sus éxitos serán los de la Real, que nadie busque en mis críticas un ataque interesado a Badiola, pero, por retomar las sensaciones que expresé aquí hace pocos días, mi miedo crece y mi expectación decrece. Al mismo tiempo, lo que crece es mi admiración por un grupo de futbolistas que está a un solo punto del ascenso en medio de la mayor locura en la que ha vivido este club en toda su historia. Todos los realistas debiéramos estar orgullosos de ellos y seguir animándoles como hasta ahora, contra viento y marea y pase lo que pase fuera del terreno de juego. Ellos son la Real. Sobre lo demás, tiempo al tiempo...

lunes, enero 21, 2008

Lo mejor y lo peor de la primera vuelta

Finalizada la primera vuelta, con la Real en cuarta posición a un solo punto de los puestos que dan derecho al ascenso a Primera, es momento de hacer un primer balance de lo que hemos visto hasta ahora, de los 21 partidos de la primera mitad de la temporada. El mío va a ser sólo un balance deportivo. Estoy cansado de hablar de temas extradeportivos. Miremos, de una vez y todos juntos, lo que sucede dentro del campo porque eso y sólo eso es lo que puede permitir al equipo txuri urdin regresar a donde merece estar, a la élite del fútbol español.

MEJOR JUGADOR: ASIER RIESGO / IÑIGO DÍAZ DE CERIO
Dos son los jugadores que merecen el honor de ser considerados los mejores de lo que llevamos de temporada. Asier Riesgo ha demostrado que su categoría es la Primera División. Ha salvado muchos puntos para la Real con grandes intervenciones en momentos muy decisivos, tanto que es difícil escoger su mejor partido. La buena noticia que supone tener un portero de la cantera en un equipo como éste es aún mejor si tenemos en cuenta que su progresión corrió peligro con la sangría de goles que encajó en Primera y con la temporada pasada, que la pasó en la suplencia. Ahora mismo es el Zamora de Segunda, igualado con el portero del Málaga, Goitia, con 0,9 goles encajados por partido. Tenemos portero para rato con Riesgo.

El segundo que se ha ganado el derecho a ser considerado el mejor es Iñigo Díaz de Cerio. De largo el máximo goleador del equipo (ha anotado siete de los 24 goles marcados por la Real), sus cifras tienen mucho más mérito si cabe al mirar el tiempo que ha pasado dentro del terreno de juego. Apenas ha salido en 16 de los 21 partidos y sólo en once como titular. Marca un gol cada 151 minutos, algo menos de dos partidos. Y este año ha conseguido, por fin, que sus goles supongan puntos para la Real, una cruz que le perseguía hasta ahora. Ha marcado con el pie, de cabeza, en corners y en jugada. Un delantero versátil que está haciendo una gran temporada.
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MEJOR DEBUTANTE: CARLOS MARTÍNEZ
La aparición en el equipo de Carlos Martínez fue todo un soplo de aire fresco. El lateral derecho nos trajo muchos quebraderos de cabeza en los últimos años en los que Rekarte era su dueño absoluto y ver a Charly correr la banda con tanta energía, con tantas ganas, con tanta alma, ha sido una de las mejores noticias de la temporada. Puede que no le sobre técnica, pero el corazón con el que juega suple cualquier carencia futbolística que pueda tener. Es un genuino producto de Zubieta, la personificación de por qué la Real debe seguir siendo un equipo de cantera. Ha jugado once partidos (se ha perdido algunos por lesión y otros por la presencia de Gerardo) y ha marcado un gol.
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MEJOR PARTIDO: REAL SOCIEDAD 2 - MÁLAGA 0
Por la forma y por el fondo, el día del Málaga tiene que seguir siendo el mejor partido de la temporada hasta el momento. Aquel día, la Real batió al líder en Anoeta, después de una racha de dos derrotas y cuatro empates consecutivos. Y lo hizo con un equipo que acabó con once jugadores de Zubieta sobre el campo. Puede que se viera más fútbol en Córdoba o ante el Alavés, pero que diez canteranos más Delibasic derroten al equipo que estaba arrasando en la categoría es algo notable. Por el presente y por el futuro de la Real. Aranburu y Carlos Martínez anotaron los goles aquel día, Riesgo hizo varios paradones, Markel Bergara demostró que puede ser un jugador muy valioso para el equipo y todos, absolutamente todos los que jugaron, dieron una lección de realismo.
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MEJOR GOL: MIKEL ARANBURU (SALAMANCA 3 - REAL SOCIEDAD 2)
Bien podría haber sido la excepcional volea de Prieto en Alicante ante el Hércules, o el genial cabezazo de Díaz de Cerio tras un espléndio pase de Gari en Xerez, pero el mejor gol es de un Aranburu que ha recuperado la puntería desde lejos. En Salamanca, enganchó un disparo fortísimo y bastante lejano que se coló en la escuadra derecha de la portería charra. En aquel momento, ese gol valía un punto, pero un mal árbitro nos privó de conseguirlo con un penalti injusto en el descuento. Aranburu ya ha anotado este año dos goles de factura similar y se está prodigando en sus llegadas al área con bastante asiduidad. Que curioso que los mejores goles de la temporada no le hayan servido a la Real para ganar sus partidos...
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LA DECEPCIÓN: DALIBOR STEVANOVIC
Las oportunidades se le han acabado a Stevanovic, que probabalmente abandonará la Real en breve. En la pretemporada, Coleman se mostró convencido de que iba a ser un jugador importante para esta Real de Segunda y no lo ha sido ni por asomo. Por lesiones, convocatorias con su selección y, sobre todo, por su bajo rendimiento, sólo ha tenido 151 minutos repartidos en tres encuentros. Nunca ha demostrado nada que justificara su presencia en la Real, ni en Primera ni en Segunda. Igualmente decepcionante está siendo Skoubo, cuyas inagotables lesiones le impiden formar parte de verdad de este equipo. Al menos al danés le vimos cinco goles en Primera División que ayudaron a la permanencia hace dos años. Al esloveno no le hemos visto ni eso.
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EL PEOR PARTIDO: REAL SOCIEDAD 0 - CASTELLÓN 2
Incredulidad. Eso es lo que sentí al salir aquel día de Anoeta. La Real debutó en Segunda de la peor de las maneras posibles, jugando un partido lamentable, viéndose superado con rotunda claridad por un equipo simplemente correcto y con algo de oficio. Nada supo hacer la Real aquel día, más que encomendarse a la garra de Carlos Martínez y a las acertadas intervenciones de Asier Riesgo. Pero eso no bastó para evitar un contundente 0-2 y unas caras de justificado pesimismo y asombro en la parroquia, que acudió aquel día a Anoeta dispuesta a aplaudir a su equipo y salió pitándole. El peor partido de la Real, aunque también podrían haber logrado este dudoso honor la visita al Sevilla Atlético (ni un solo disparo en todo el partido, ni dentro ni fuera de la portería rival) o el empate a uno en casa ante el Celta (por la incapacidad absoluta para ganar un partido ante un equipo que jugó los 90 minutos con diez jugadores).
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LA JUGADA TONTA: VÍCTOR LÓPEZ (NASTIC 1 - REAL SOCIEDAD 1)
La Real ha encajado goles muy extraños esta temporada, pero una jugada que no acabó en tanto del rival, sino en expulsión se lleva la mención de ser la más tonta de lo que llevamos de campeonato. Minuto 45 de una muy aceptable primera parte de la Real en Tarragona ante el Nastic. 0-1 en el marcador, primer tanto de Delibasic. Víctor López corre hacia la línea de fondo para evitar un córner. Se tira al suelo y golpea al balón... que rebota en el banderín de córner y se queda franco para que un jugador del Nastic encare el área de Riesgo. Víctor López se levanta y derriba al oponente. Segunda amarilla y a la calle. En la segunda parte, el Nastic consiguió empatar un partido en el que apenas había inquietado la meta realista. Dos puntos que se fueron al limbo por una jugada tonta, muy tonta.

domingo, enero 20, 2008

CÓRDOBA 1 - REAL SOCIEDAD 3. San Sebastián nos brinda una contundente y sólida victoria

¿Cómo va a perder la Real en el día de San Sebastián? Anoche sonó el himno realista en la Plaza de la Constitución donostiarra (y me lo contó alguien muy especial), y hoy ha sonado en todos nuestros corazones. Este año, el santo patrón nos ha traído una gran alegría, una victoria merecida, contundente y solvente, a pesar del sufrimiento que vivió el equipo txuri urdin al comienzo de la segunda parte y después de que el Córdoba recortara distancias, un tramo angustioso para Riesgo que duró hasta que Díaz de Cerio puso la ansiada sentencia. La victoria deja muchísimos aspectos para disfrutar, desde los paradones de Riesgo a los goles de Díaz de Cerio, de la contundencia ofensiva hasta ahora inédita al muy buen debut de los dos fichajes, en especial de un Martí que ha aportado lo que le faltaba a esta Real: ideas en el centro del campo.

Joserra Eizmendi, exultante al final del partido, debutó en el primer equipo de la Real siguiendo, como había adelantado en la rueda de prensa del viernes, siguiendo los parámetros que dejó Coleman. El once titular bien lo podría haber firmado el galés. Si acaso, el técnico procedente del Sanse mantuvo el segundo delantero (Díaz de Cerio fue suplente en el último parttido como visitante, en Salamanca) y estuvo más presto a la hora de hacer los cambios. Los dos primeros sustituidos, los dos jugadores que habían visto tarjeta en la primera parte, Garitano y Gerardo. Al cuarto de hora de la segunda parte, los dos estaban ya en el banquillo. Y muy poco después, Eizmendi agotó los tres cambios. Hacía tiempo que un técnico de la Real no otorgaba valor real a los relevos dándoles los minutos suficientes para que tuvieran una incidencia real en el juego.

A pesar de las similitudes iniciales, lo cierto es que se vio una Real diferente en algunos aspectos. Diferente en la primera mitad del partido, donde domino con bastante solvencia y mucha tranquilidad, creando ocasiones de gol claras, algo que no se había visto mucho hasta ahora, y sin sufrir más ocasiones de peligro que un par de faltas botadas desde fuera del área por los cordobeses. Pero en la segunda parte, a raíz del tanto del Córdoba, el equipo sufrió una barbaridad durante demasiados minutos. Quizá más que en ningún otro partido de la temporada, excepción hecha de la segunda parte en Anoeta ante el Sporting. Riesgo, una vez más y van unas cuantas esta temporada, se erigió en el salvador del equipo con unas cuantas paradas providenciales. La Real dejó que el partido se convirtiera en un auténtico correcalles, algo que hasta ahora el equipo no había permitido hasta ahora.

Eso sí, la Real ha dado una gran sensación ofensiva. Es la segunda vez que la Real mete tres goles en toda la temporada, ambas fuera de casa (la anterior fue en Las Palmas, en la lejana cuarta jornada y bien es verdad que ante diez jugadores de los locales), y también la segunda que gana por dos goles de diferencia (primera como visitante, la anterior fue el 2-0 ante el Málaga). Tuvo el cuadro realista ocasiones sobradas para marcar algún gol más y evitar algo de sufrimiento, en la primera parte gracias al dominio y en la segunda con los mortales contraataques lanzados hacia Díaz de Cerio. Y es que el delantero realista se confirma como una de las mejores noticias de la temporada: ya son siete goles esta temporada y se merece, sin duda alguna, un puesto en el once titular de forma mucho más habitual que hasta ahora. Pudo meter más, pero sus dos goles valieron hoy su peso en oro.

Los dos primeros fichajes de la era Badiola tuvieron su oportunidad en la segunda parte y gustaron bastante. Martí debutó de una forma inmejorable. El primer balón que tocó fue el pase a Díaz de Cerio que finalizó con el segundo gol de la Real. Y dio también el pase del 1-3 a Iñigo. El ex sevillista es un muy buen fichaje y lo ha empezado a demostrar desde su debut con la camiseta txuri urdin. Fran Mérida apareció casi a los 20 minutos de la segunda parte. Al poco de salir estuvo a punto de marcar el tercero y después de una jugada suya se le anuló a Xabi Prieto el que habría sido el 1-3 por fuera de juego. Parece que el joven Mérida, que también recibió una dura entrada de los cordobeses, se ha entendido bastante bien con sus compañeros del centro del campo y se le vio muy presente.

Es una gran satisfacción que un técnico de la casa como Joserra Eizmendi cumpla su sueño de dirigir al primer equipo por primera vez con una victoria tan bonita como ésta. Celebrémoslo y disfrutemos con lo que tenemos, que no es algo que hagamos con demasiada frecuencia. "En el fútbol hay que sufrir para conseguir", dijo el técnico realista (¿efímero? ¿seguro? esperaremos a la semana que viene a ver qué sucede...). "Me he limitado a darles un punto de ánimo, deben ser los jugadores los que se lleven todos los elogios", dijo con una humildad envidiable y que, todo hay que decirlo, continúa la línea de Coleman. "Me he divertido", dijo Iñaki Badiola al final del partido, satisfecho con sus dos fichajes y con todos los jugadores que saltaron al campo.

Lo que está claro es que la Real tenía que dar hoy un golpe sobre la mesa, los jugadores tenían que demostrar que la unión no se iba a romper por todo lo que ha vivido el club en los últimos días y por la salida de Coleman. Y estos jugadores hacen que cada día la nota que les tenemos que poner sea mayor. Es maravilloso que el día de San Sebastián, después de la semana más tensa en mucho tiempo, el equipo haya respondido donde debe hacerlo, en el campo, con una victoria importantísima. Estoy de acuerdo con Eizmendi, aunque también él se merezca elogios. Chapeau para los jugadores, que siguen demostrando estar muy por encima de muchos de otros muchos que rodean a la Real.

A pesar de los minutos de sufrimiento, pocos podrán negar ya que este equipo huele a ascenso. Al menos, a equipo que estará arriba al final, consiga o no el objetivo. Acaba la primera vuelta con 34 puntos, a tan solo uno del tercer puesto que ocupa el Sporting de Gijón. El complicadísimo inicio de temporada ha mutado en una situación muy buena, una sola derrota en los últimos 11 partidos, sólo dos derrotas lejos de Anoeta, uno de los equipos menos goleados de la categoría. La jornada casi no pudo ser mejor. El Sporting ganó en Eibar e impidió que la Real entrara por primera vez en puestos de ascenso, pero el Elche cayó en casa y se queda a cuatro puntos del equipo txuri urdin, y el Málaga no consiguió ganar y perdió el liderato a manos del Numancia, que sí logró vencer. A un punto del objetivo y a ocho del líder. Y toda la segunda vuelta para soñar con el regreso a Primera. A por ellos.

sábado, enero 19, 2008

PREVIA Córdoba - Real Sociedad. ¿Seguro que hay fútbol después de todo esto?


No, no estamos en verano. La pretemporada queda ya lejos. Pero la Real anda esfrascada en conversaciones sobre entrenadores, fichajes y demás polémicas que, en otros sitios y antaño en la Real también, quedan resueltas antes de que el campeonato de Liga eche a andar. Pero los tiempos han cambiado y la Real visita Córdoba (domingo, 17.00 horas, Nuevo Arcángel, sin televisión) sin saber en realidad que este fin de semana vuelve a haber fútbol. Porque de fútbol hablamos cada vez menos en el entorno realista. Y eso, con el objetivo de subir a Primera División, es un enorme error. Y, hay que decirlo, un gran mérito de este equipo, capaz de estar a un solo punto del ascenso y bastante concentrado en la competición cuando de lo que menos pendiente se está al final es de lo que sucede en el campo cada fin de semana.

La Real afronta el primer partido de una nueva era, aunque más bien podría decirse que es el partido de transición entre la etapa de Chris Coleman ya cerrada y la del nuevo entrenador, que es de suponer conoceremos la próxima semana y se sentará ya en el banquillo en Castellón, en el primer partido de la segunda vuelta. Joserra Eizmendi, técnico hasta ahora del Sanse, se hace cargo del equipo de forma interina y sin pretensiones de hacer grandes cambios. El que será efímero entrenador, el octavo que se sienta en el banquillo de la Real desde que hace sólo cinco años el equipo estuviera a punto de proclamarse campeón de Liga, pretende dar continuidad a lo que hasta ahora ha funcionado más o menos bien.

Quien quiera buscar polémica, tendrá un motivo seguro en la presencia en la convocatoria de los dos fichajes de Badiola, Martí y Fran Mérida. En función del resultado del partido, seguro que más de uno utilizará los minutos que tengan ambos sobre el campo para atacar o defender a Badiola. En este sentido también parece significativa y definitiva la ausencia en la convocatoria de Novo y Stevanovic. Ambos podrían estar viviendo sus últimas horas como txuri urdin, sobre todo en cuanto se concreten los fichajes que pretende cerrar en las próximas horas el nuevo presidente txuri urdin. Skoubo también anda en la cuerda floja. No sorprende ya, pero el danés se ha vuelto a quedar fuera de la convocatoria por lesión después de haber reaparecido la semana pasada en Anoeta ante el Alavés. Incontables ya las veces que esto ha sucedido.

También se han quedado fuera de la lista de 18 Carlos Martínez y Markel Bergara. El primero está lesionado y el segundo, ya recuperado, llegaba un poco justo a esta convocatoria y Eizmendi ha decidido darle una semana más de descanso. Quien sí vuelve es Gerardo, tras cumplir la semana pasada un partido de sanción. Por tarjetas es baja Mikel González, lo que obligará a que se modifique el eje de la zaga que tan buen resultado ha venido dando en las últimas semanas. Previsiblemente, Ansotegi y Labaka serán los titulares. La presencia de los nuevos fichajes y el amplio conocimiento que Eizmendi tiene de muchos de los canteranos (a ocho de ellos les ha entrenado en el Sanse) hace que el resto del once sea una incógnita, aunque parece que se acercará bastante a los últimos que presentó Coleman.

Los nuevos dirigentes de la Real han fijado como objetivo inexcusable el ascenso y ese debe ser, aunque las circunstancias que rodean semana tras semana al equipo no sean las mejores. El caso es que el tercer puesto, el primero que da derecho a subir a Primera, está a solo un punto y lo sigue ocupando desde hace muchas semanas el Sporting. Los gijoneses visitan Ipurúa el domingo a las 12.00. Por delante de la Real, que es quinta con 31 puntos, está el Elche, que recibe al colista, al Xerez, a la misma hora que jugará el equipo txuri urdin. Más probable parece una ayuda del Eibar que del Xerez, pero en esta Segunda División todo parece posible, así que la Real afronta una oportunidad de colocarse, por primera vez en toda la temporada, en puestos de ascenso.

Para ello, tendrá que rebelarse frente a la historia. La Real nunca ha ganado en Córdoba, ni en Primera ni en Segunda División. En la máxima categoría fueron tres las visitas a la ciudad andaluza, con dos derrotas (2-0 y 1-0) y un empate a uno, en la temporada 68-69, la única vez que los realistas han sacado algo positivo de aquella ciudad. En Segunda, dos partidos, dos derrotas (3-0 y 3-2, ambas a medidos de los años 40). La última vez que la Real jugó allí fue en Primera, en la temporada 71-72 y sacó un once muy parecido al de la foto, que corresponde a otro encuentro de aquella campaña. Aquel día, con Andoni Elizondo sentado en el banquillo, el equipo txuri urdin perdió por la mínima, con un gol anotado por los cordobeses al poco de iniciarse la segunda parte.

viernes, enero 18, 2008

Asustado y expectante

Así es como me siento en estos momentos. Asustado y expectante. Lo primero es más complejo, lo segundo es sencillo de explicar. Están pasando tantas cosas en torno a la Real que cabe, por encima de todo, estar expectante. Estos días todo parece muy nuevo en un equipo como éste y ninguno sabemos en realidad cómo va a funcionar tanto cambio, puede que ni siquiera Iñaki Badiola a pesar de la confianza que rebosa cada vez que habla. En un par de semanas hemos cambiado de presidente, de director deportivo y de entrenador, han venido dos jugadores y vendrá alguno más y hemos tenido motivos sobrados para el debate y la polémica. Estoy expectante por ver cómo se desarrollo todo esto, sin duda.

Pero también estoy asustado, lo reconozco. Y tengo varios motivos para estarlo. Primero, por un pequeño detalle de lo sucedido esta semana. Se despidió a Salva Iriarte y Chris Coleman dimitió. En ninguno de estos dos hechos tuvimos explicaciones del presidente, Iñaki Badiola, o de algún miembro de su Consejo de Administración. Al primero no se le dejó ni siquiera dar una rueda de prensa y al segundo ni se le acompañó. Aunque fuera para darle las gracias personalmente por su trabajo. Durante casi cuatro días hemos vivido el oscurantismo de épocas pasadas y, por desgracia, demasiado recientes. Los hechos eran muy relevantes y demandaban un mensaje de tranquilidad desde el club.

En ese tiempo, hemos leído y oído unos cuantos rumores en la prensa. Ayer Badiola, aprovechando la presentación de Martí como nuevo jugador de la Real (vaya por delante que me parece un muy buen fichaje), dio todas las explicaciones y sembró unas cuantas dudas. Me asustó, sí. Para empezar, porque dio por seguro que la dimisión de Coleman se iba a producir. ¿Se le ha provocado para que se marche? ¿Por qué? ¿No se había dicho que el dinero no era un problema real para echarle? Y también se permitió el lujo de afirmar con más o menos rotundidad que uno de los motivos por los que Coleman dimitió es porque ya tiene trabajo seguro en Inglaterra, e incluso citó al Newcastle como su destino profesional. Por mucho que dijera que se va como un señor por renunciar a la indemnización, estas palabras no son especialmente elogiosas para el galés.

Pero sobre todo me asustó por la forma en que se despachó contra Salva Iriarte. "Queremos mucho a la Real, pero luego, demostrarlo cero. Han sangrado a la Real por todos los lados, le han chupado arriba y abajo dejándola famélica. No han pegado un palo al agua. Y tiene la cara dura de exigir toda la indemnización, cuando nos hemos encontrado un solar", dijo de él. Me apreció increíble que un presidente de la Real arremetiera así contra alguien como Salva. Los contratos están para cumplirlos y si se despide a alguien tiene que hacerse sabiendo que habrá que indemnizarle. Badiola es el presidente de la Real y tiene que asumir los contratos que la institución ha firmado, esté o no de acuerdo con ellos. Y aunque sea verdad lo que dice, que en realidad no lo sé, el respeto tiene que ir por delante. ¿No estarán haciendo una limpia idéntica a la que hizo Denonerreala con todo lo que olía a Astiazarán?

El tema del nuevo entrenador tiene mucha miga. Durante la campaña, Badiola prometió que, si Coleman se acababa marchando, como así ha sido, el banquillo sería para Javier Irureta. No es que me hiciera la más mínima ilusión el regreso de Jabo, pero la promesa no se cumplirá. Dice ahora Badiola que no es compatible con Aiestaran. A mi modo de ver, todo esto denota una grandísima improvisación en los pilares deportivos de su proyecto, un cambio de rumbo muy grande. Da a entender que Jabo llegó primero a su proyecto pero que con la posterior incorporación de Aiestaran todo cambió.

Pero eso entra en contradicción con otro detalle. Por lo que se ha publicado, Aiestaran prácticamente cerró la contratación de Juan Carlos Oliva, como nuevo técnico del primer equipo. Oliva tiene un currículum poco impresionante, muchos años en Segunda B y Tercera y sólo cinco partidos en Segunda División, con el Alavés de Pitterman. Oliva llegó a desvincularse del Villarreal, donde entrenaba a su equipo filial, al dar por hecha su marcha a San Sebastián. Y la Real le ha dejado tirado, sin equipo y sin futuro txuri urdin. Las formas vuelven a fallar y lo que está claro es que los perfiles de Irureta, promesa electoral, y Oliva, con quien se ha negociado, no tienen nada que ver. Badiola dice que es uno de los "17 entrenadores" con los que había hablado Aiestaran. A pesar de ello, aseguró que no hay ninguna discrepancia con el ex del Liverpool. ¿Seguro? La impresión que da es la contraria. Pero Aiestaran todavía no ha aparecido para contarnos sus gestiones. No tendremos entrenador hasta la semana que viene. Entonces juzgaremos.

A Badiola le molestó especialmente que se le vincule con Pitterman. Pero los rumores de esta semana apuntaban en esa dirección. Lo de Oliva estaba casi cerrado y también se ha publicado esta semana que Ramón Planes, director deportivo del Racing y del Alavés con el ucraniano como máximo dirigente, estaba a punto de firmar como secretario técnico y número dos de Aiestaran. Éste, incluso, le invitó el pasado sábado a ver el partido ante el Alavés. Y ahora su fichaje también se da por paralizado. Dos nombres de Pitterman relacionados con la Real. Da la sensación de que se ha dado marcha atrás por temor precisamente a que se relacione al ucraniano con los nuevos dirigentes de la Real. Y eso asusta.

Y un asunto más. "Vaya forma de vender crecepelo", dijo Badiola sobre las informaciones sobre Oliva y Planes. Pero el caso es que se ha negociado con ellos, luego las informaciones publicadas no se alejan mucho de la verdad. De hecho, y si no estoy equivocado, el primer medio que se hizo eco del nombre de Oliva fue ETB, pero el presidente de la Real hizo especial hincapié en la rueda de prensa en El Diario Vasco y Mundo Deportivo (periódico que, por cierto, ha apoyado desde el principio a Badiola). Mal empezamos si el club ya se hace enemigos en casi todos los medios de comunicación, de los que yo también he criticado su partidismo (pero tanto a favor como en contra de Badiola). Si hay informaciones falsas, no tengo ningún reparo en que se diga. Pero aquí sabemos que negociaciones había y las hemos negado con bastante desprecio a la profesión del periodista.

Mucha crítica he lanzado a Badiola, a pesar de que había dicho que iba a esperar a que se cerrara el mercado de fichajes (que todavía hay tiempo hasta final de mes) y a que pasaran los cien días de cortesía, pero es lo que siento ahora mismo. No hago juicios definitivos, pero lo admito: Badiola me está asustando bastante con algunas de sus decisiones y con bastantes de sus declaraciones. Pero el tiempo pondrá a todo el mundo en su sitio. Hay que darle ese tiempo.

jueves, enero 17, 2008

El mayor gesto de realismo en muchos años

Alguno pensará que me he vuelto loco al titular así una entrada sobre la dimisión de un entrenador galés que apenas ha estado seis meses en el banquillo de la Real Sociedad y ha dirigido al equipo en una veintena de partidos. Pero no, no me he vuelto loco. Realmente lo creo. Su última acción como entrenador de la Real me ha convencido para siempre: Chris Coleman era un tipo destinado a trabajar en este equipo. Con sus defectos y con sus virtudes, pero ha entendido lo que es ser de la Real. Ha entendido lo que es la Real. La lástima es que muchos nos demos cuenta ahora que no entrenará más a la Real.

Coleman dimitió y lo hizo por convicción. Sabe que es imposible conciliar posiciones con el nuevo presidente de la Real. El galés lo ha intentado reculando primero en su idea de marcharse con el anterior Consejo y después en la de no admitir cinco fichajes sobre los que no fuera consultado. Badiola en realidad no ha hecho ni un solo movimiento para acercarse al entrenador. Lo único que le ha presentado al técnico son imposiciones, y Coleman las aceptó por el bien de la Real y porque los jugadores le habían pedido que siguiera. Sí, por el bien de la Real y no por intereses personales. El despido de Salva Iriarte, desafortunadísimo en las formas, fue la gota que colmó el vaso. Coleman tenía que salir de la Real.

Hubo quien dijo que si Coleman había cambiado de parecer y seguía en la Real era únicamente para forzar su salida y cobrar íntegro el salario pactado en su contrato. Hubo quien dijo que no incluir a Fran Mérida en la convocatoria del pasado fin de semana fue un intento de que Badiola se cansara de él y le cesara. Coleman, sin embargo, ha renunciado a cobrar un solo euro de la Real por el trabajo que no hará a partir de ahora. En la situación económica en la que se encuentra el club, y con todos los antecedentes de esta decisión, Coleman ha realizado el mayor gesto de realismo en años. Le ha perdonado más de un millón de euros y ha dejado vía libre al nuevo proyecto. Sí, me ratificó. Coleman ha entendido lo que es la Real mejor que muchos que presumen de realistas desde hace años.

He escrito muchas veces que Coleman me parece un tipo valiente. Como entrenador y también como persona. Eso le ha llevado a tener que retractarse en más de una ocasión. Hay quien dice que más vale pedir perdón que permiso, una frase perfectamente aplicable al galés. Coleman se ha ganado el respeto de la plantilla. De los numerosísimos entrenadores que han pasado por la Real en los últimos años, ninguno pudo presumir realmente de tener tanto respaldo de la plantilla, ya fuera por el poco tiempo que pasó en el banquillo o porque realmente no lo merecía. Coleman se lo ganó a pulso, creyendo en un ideario de cantera (el mismo en el que todos los realistas hemos crecido), defendiendo a los jugadores en todo momento y formando grupo.

Sí, le costaba leer los partidos. Sí, muchas veces no acertaba con los cambios. Sí, mostró, sobre todo en las primeras jornadas, un fuerte desconocimiento de la Primera División. Sí, el fútbol de la Real no enamora. Y sí, lo de la lavadora se lo inventó. Pero, ojo, cuando muchos hablaban de mirar más a la permanencia que al ascenso, él siguió confiando en su idea y en su plantilla. Sin la necesidad imperiosa de subir este año, pero sin desdeñar esa posibilidad, más que factible con el equipo que tiene la Real digan lo que digan desde algunos sectores de la prensa e incluso desde el nuevo Consejo de Administración del club. Y era factible porque la Real ha aprendido a defender y a no perder.

Y hoy, con esos medios, la Real está a un solo punto de los puestos de ascenso. Sin el descalabro de la primera jornada ante el Castellón, sin aquel partido inverosímil que más pareció el final de la pasada temporada que el comienzo de ésta, la Real estaría metida de lleno en los puestos de ascenso. ¿No queríamos subir? Estábamos en el camino. Quien me conoce sabe que yo tenía confianza en que este equipo subiera. La he tenido incluso en los peores momentos, aunque también me hayan salido críticas, como es natural a jugadores y entrenador. El domingo estaba convencido de que en junio la Real sería uno de los tres primeros. ¿Ahora? Ahora no tengo ni idea, habrá que ver las decisiones que adopten Badiola y su Consejo.

Ese análisis lo dejo para cuando el presidente y su Consejo den la cara, cuenten su versión de los hechos de esta semana y nos hablen de futuro. Ahora toca despedir a Chris Coleman. Mucha suerte, mister, y muchas gracias por haber conseguido que la Real, por mucho que fuera en Segunda, se olvidara de la dinámica de perder partidos y encajar goles en la que todos hemos vivido los últimos cinco años.

martes, enero 15, 2008

No me han gustado las formas

No me han gustado nada, absolutamente nada, las formas de los nuevos dirigentes de la Real a la hora de despedir a Salva Iriarte. Un simple comunicado en la página web, con un triste deseo de suerte en el futuro para el ya ex director deportivo de la Real, no es la mejor manera de despedir a alguien que ha dedicado más de media vida a este club. Es un error tratar así a un empleado del club, y más a uno de tanta relevancia y cuando es tan fácil dedicar una despedida más honrosa. Nadie pide homenajes, pero sí respeto.

Se puede estar a favor o en contra de su trabajo, se puede censurar que fuera la herencia de Denonerreala en el club, se puede asumir que con la llegada de Paco Aiestaran se ha quedado sin funciones en el organigrama deportivo de la entidad, se puede comprender que a Iñaki Badiola y a su nuevo equipo le sobre la persona y el profesional que es Salva Iriarte. Lo que queráis. Pero no se puede echar así a una persona de la Real. La Real tiene que estar por encima de todo eso. No lo ha estado en los últimos tiempos, y lo he dicho, y todavía sigue sin estarlo. Detalles como éstos lo demuestran.

Siempre he tenido un cariño especial por Salva Iriarte. Quizá porque fue el entrenador que cogió el equipo cuando de verdad empezaba a seguir a la Real como el aficionado que soy hoy, allá por mediados de los años 90, cuando empecé a ver partidos de forma regular en los estadios y a iniciar mis viajes para ver a mi equipo. Pero también porque siempre me ha parecido un tipo sensato, al que daba gusto escuchar y, sobre todo, un profesional que quería a la Real. Recuerdo que, cuando le cesaron como entrenador, dijo que su trabajo no era el primer equipo, sino que era la Real Sociedad. Preciosa forma de definir una relación de cariño irrompible, mande quien mande en el club.

Salva debutó como jugador en el primer equipo de la Real en la temporada 76-77, de la mano de Joxean Irulegi. Fue miembro del equipo campeón de las dos ligas a comienzos de los 80, aunque su nombre no era uno de los que se decían de carrerilla en el once titular. Y dejó el fútbol activo en aquel momento, después de la gloria. Pasó a formar parte del grupo de técnicos de la Real, primero en categorías inferiores, después como segundo de John Toshack. Ocupó el lugar del galés y nos dejó para el recuerdo aquella tarde del 5-0 al Athletic. Cuando Toshack regresó a la Real por última vez, volvió a confiar en Iriarte como segundo. Ambos dejaron el club de la mano en 2002.

Iriarte fue el hombre escogido por María de la Peña para configurar la plantilla con la que la Real iba a acometer el primer intento de regresar a la Primera División tras el histórico fracaso que supuso el descenso. Él, con Toshack como asesor, escogió a Chris Coleman como entrenador. La precaria situación económica de la Real le obligó a apostar por la cantera, algo que también es una filosofía de vida para alguien que ha pasado tanto tiempo en este club. Sus dos únicos fichajes, Vaughan y Delibasic, éste cedido por el Mallorca. No había dinero para más. Mucha suerte de aquí en adelante, Salva, un placer haber vuelto a verte en la Real aunque haya sido por tan poco tiempo.

La figura de Iriarte se ha convertido en otro motivo más de enfrentamiento entre los frentes establecidos. Hoy las críticas y los elogios se reparten por igual y conforme a lo esperado en los medios de comunicación. Su cese era lógico. El director deporitvo de Badiola, aunque no pueda nombrarle como tal, es Aiestaran. Pero las formas han sido paupérrimas. Salva Iriarte merecía mucho más. Y ahora hay preguntas que quedan en el aire. ¿Habrá más ceses? ¿Quién será el próximo...?

lunes, enero 14, 2008

Frentismo

Es curioso. Todos pensábamos que las elecciones y la salida del Consejo de Denonerreala podían poner fin a la crispación que rodeaba a la Real y no ha sido así. Tampoco va a ser así en un futuro cercano. Y la clave no está en quién manda en la Real. La clave está en los frentes que se organizan y que son tan cambiantes como el tiempo. La clave está en los medios de comunicación, que parecen poner por encima de su función de informar el deseo absoluto de tener la razón, de ver sus tesis refrendadas, de poseer la razón absoluta en cada momento. Y para ello, hay que ser de uno o de otro, hay que atacar al uno o al otro, y no importa si en el camino se ha cambiado cien veces de parecer, se han dicho cosas que apenas semanas antes pudieran ser inverósimiles o, incluso, se han publicado mentiras o medias verdades.
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Esta temporada en Segunda División está siendo un ejemplo demasiado claro de todo esto que digo. No voy a poner nombres, allá cada cual con su conciencia. Pero es increíble lo que uno tiene que ver y leer durante estas fechas. En el ya lejano verano de 2007, casi todo el mundo recibió a Chris Coleman con ilusión, pero desde la derrota en la primera jornada de Liga comenzó a recibir críticas muy duras, algunas de ellas desmedidas puesto que ignoraban la parte buena de su trabajo (sobre todo, que la Real se ha convertido en un equipo muy fiable en defensa con los jugadores que hace dos años formaban la retaguardia del Sanse). Todo tenía que ser blanco o negro, y normalmente era negro.
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Pero entonces apareció Iñaki Badiola en escena y las declaraciones del técnico galés de irse con el Consejo que le trajo o si le imponían cinco fichajes permitieron a unos cuantos utilizarle como estilete contra el entonces candidato presidencial. Para ellos, tocaba alabar desmedidamente el trabajo del galés (tarea que siguen cumpliendo, con más empeño incluso, ahora que Badiola ya es presidente de la Real, no hay más que leer los análisis sobre su permanencia en la Real o algunas crónicas del último partido). En las fechas previas a las elecciones, los defensores de Badiola, en cambio, estaban obligados a censurar, aún más si cabe, lo que hiciera el galés. Pero Badiola descolocó a todos cuando dijo que quería que Coleman siguiera. Eso provocó cierto descenso de las hostilidades.
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Pasado el tiempo y, sobre todo, las elecciones ya hemos recuperado el nivel anterior a esa cita con las urnas crucial en la historia reciente del club. Ahora, unos dicen que la no convocatoria del primero de los fichajes de Badiola, Fran Mérida (jugador que, no lo olvidemos, había participado en dos entrenamientos nada más), era un pulso de Coleman al presidente. Otros dicen que la victoria de la Real fue una reivindicación del modelo que defiende el entrenador por encima del modelo de Badiola. Y lo más gracioso de todo: quienes decían que el equipo que empezó la temporada no iba a ser capaz de regresar a la Primera División y que miraban la distancia con los puestos de descenso a Segunda B ahora dicen, cuando ven a la Real a un punto del ascenso, que les estaba haciendo ilusión ver a tantos canteranos competir por ese objetivo.
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En esta guerra de opiniones cambiantes, cualquiera puede cruzarse. Al comienzo de la temporada fue Xabi Prieto. Muchos decían que era imprescindible traspasarle, que no ponía en los partidos todo lo que había que poner, y ahora considerarían uno de los grandes logros de Badiola que le renovara y ven en sus interminentes apariciones trazas de gran capitán. Antes y ahora fue Gerardo. Al principio de la temporada sirvió para criticar al Consejo y a Coleman. Fijáos en Gerardo, decían, que éstos querían descartarle y ya ha marcado tres penaltis. Pero ahora resulta que el partido de Salamanca se perdió, dicen, por su culpa, por perder un balón en el centro del campo y (no) hacer el penalti del minuto 94. Alguno llegó a escribir que Gerardo es el paradigma del jugador que no debe fichar la Real. ¿Y qué vamos a decir si finalmente viene Martí? ¿Tan distinto les parece el perfil del todavía jugador sevillista? No importa, dírán lo que convenga.
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Empiezo a estar realmente cansado de este frentismo absurdo e inútil. Porque lo más gracioso es que quienes más provocan ese frentismo más se reivindican después como realistas de los de verdad y hablan de aquello de ir todos juntos por el ascenso. Yo no necesito reivindicar que soy realista. Mi sufrimiento cada semana frente al ordenador, escuchando la retransmisión de cada partido por Internet, habla por sí solo. Y quien me ha visto presenciar un partido de la Real sabe lo realista que soy. De lo demás empiezo a estar realmente harto.
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¡Aupa Real! ¡Gora Erreala!

sábado, enero 12, 2008

REAL SOCIEDAD 1 - ALAVÉS 0 La alegría del gol agónico

El gol. Siempre es el gol. Es el momento de la alegría máxima en el fútbol. La Real marcó hoy tres veces y no pudo dejar estallar esa alegría en dos de ellas. Primero lo hizo Delibasic, y el árbitro lo anuló por fuera de juego. Justito, pero fuera de juego. De lince, que decimos los que gustamos de este deporte- El segundo lo metió Gari Uranga, cuando apenas faltaban cinco minutos para el final. Fue legal, pero el árbitro, el malísimo Teixeira Vitienes que ya nos pitó el día del Elche en Anoeta, decidió anularlo. Y el tercero, el bendito tercer gol, llegó en la última jugada del partido. Más agónico imposible. Minuto 94. Como hace una semana en Salamanca. Pero esta vez el gol fue a favor.

El grito de enfado de hace seis días por aquel penalti injusto de ese minuto, del 94, hoy se ha convertido en un grito de alegría. ¡De inmensa alegría! Elustondo marcó su segundo gol de la temporada en el último momento, sin tiempo para nada más que sacar de centro, y le dio a la Real tres puntos de un valor que hoy es incalculable, por todo lo que supone, pero que a lo mejor en junio valoramos aún más. ¿Se puede soñar con algo más bonito que marcar el gol del triunfo en un partido en casa y en el minuto 94? Hoy Elustondo dormirá con una felicidad inmensa, la misma que tenemos hoy todos los realistas.

Porque hoy era un día para ganar. Era un día de fiesta, un derby, decenas de críos sobre el campo con su camiseta txuri urdin, Badiola debutando en Anoeta y Orbegozo haciendo un merecidísimo saque de honor. Pero también, y sobre todo, porque era necesario para soñar con ver en junio a la Real volviendo a Primera. La semana pasada se fue una muy buena ocasión de recortar distancias con los equipos que marcan el ascenso. Era una de las muchas oportunidades que la Real había dejado ya pasar para acercarse al final de la pesadilla de Segunda. Hoy no se podía desaprovechar otra. Y esta vez el último minuto ha sido tan generoso con la Real como lo fue hace no mucho en Motril, en el encuentro ante el Granada 74. Como no lo fue hace una semana en Salamanca. Así es el fútbol, tan cambiante, tan lleno de sensaciones y emociones, tan justo unas veces y tan injusto otras.

Hoy la Real ha sido la Real, con sus virtudes y con sus defectos, pero un equipo claramente superior al Alavés. Pero en el fútbol no vale ganar a los puntos, hace falta el gol. El derroche físico ha sido grande (el mejor ejemplo es Carlos Martínez, recién salido de una lesión y que dio un recital en este sentido), y se ha notado en que el Alavés ha controlado algo mejor la segunda parte. Pero precisamente por eso se agradece mucho más que el triunfo haya llegado en el descuento. Estamos demasiado acostumbrados a ver a una Real que no aguantaba 90 minutos y que al final era literalmente devorada por el rival (así sucedió, por ejemplo, en la derrota en Anoeta frente al Sporting). Las virtudes de la Real están en la defensa (espléndido partido de Ansotegi y Mikel González, que vio su quinta amarilla y no podrá jugar la semana que viene en Córdoba) y en las alas. Aranburu y Xabi Prieto canalizaron todo el juego ofensivo, aunque hubo serias dificultades en las jugadas a balón parado, en las que apenas se consiguió crear peligro.

Los puntos débiles de la Real siguen inalterados e inalterables. El centro del campo es un gran vacío a la hora de crear fútbol y los delanteros no consiguen marcar diferencias a la hora de encarar la portería contraria. Hoy Díaz de Cerio estuvo mal, hoy Skoubo volvió a un terreno de juego, aunque no consiguió marcar. ¿Se le han acabado las oportunidades al danés? Habrá que esperar acontecimientos desde los despachos. Deli y Gari sí marcaron, pero el árbitro les anuló sus goles, uno parece que acertadamente y el otro no. Si encima que marcamos pocos goles, se nos anulan los que entran, malo, muy malo. Pero el grito de alegría del minuto 94 lo compensa todo. Gol y tres puntos vitales. Y eso es a día de hoy lo más importante.

Con la alguna que acumula el equipo en el centro del campo y por todo lo que ha sucedido en la última semana, sorprendió a unos y decepcionó a otros la decisión de Coleman de no convocar a Fran Mérida, que podría haber ofrecido más juego y más posibilidades a balón parado. El técnico galés, que defendió a capa y espada a sus jugadores ("nunca nos han decepcionado", dijo), justificó esa ausencia en la necesidad de no poner presión sobre un jugador tan joven, alejando toda sombra de pulso con el presidente, principal valedor de Mérida. "No tenemos que tener prisas", sentenció. Además, Coleman aseguró que la victoria tiene para él un sabor especial después de todo lo sucedido en la última semana con su situación en el equipo. Seguro que sí. Porque no ganar hoy le habría puesto en una situación difícil.

La Real duerme cuarta, a un punto del Sporting, que es tercero con un partido menos, y a nueve del Málaga, líder hasta hoy, que ya se ha dejado en esta jornada dos puntos en casa contra el Granada 74, mientras todos los realistas gritábamos de alegría con el gol de Elustondo. Y por algún extraño motivo, sin que esta Real demuestre en el campo grandes cualidades, sin que el juego sea arrollador, sin haber pisado todavía los tres primeros puestos en lo que llevamos de Liga, hoy el ascenso se ve un poco más cerca...

viernes, enero 11, 2008

PREVIA Real Sociedad - Alavés. Volver a empezar

La Real vuelve a empezar su camino hacia el ascenso (sábado, 18.30 horas, Anoeta; el partido se verá por ETB, Canal 9, Televisión Asturiana; TV3 tenía prevista su emisión pero ahora mismo no es seguro que lo televise). Es el primer partido en Anoeta con Inaki Badiola como presidente, es el primer partido del nuevo plan, que contempla como absoluta prioridad el ascenso en junio. Por eso, la consigna es clara: hay que ganar como sea. Después de la derrota sufrida la pasada semana en Salamanca (no se me olvida que fue de penalti injusto en el minuto 94), hay que volver a empezar la escalada. El Sporting, tercero en la tabla, está a cuatro puntos. A diferencia de lo sucedido hace una semana, esta hornada los siete primeros de la tabla, a excepción del Elche, juegan en casa. Atentos a los pinchazos para subir en la clasificación.

Chris Coleman, una vez confirmado que será el entrenador que intenté lograr el ansiado ascenso, recupera a casi todos sus jugadores para este partido. La convocatoria no se conocerá hasta mañana. En todo caso, parece bastante probable que en ella estará el primer fichaje realista de invierno, Fran Mérida, aunque es prácticamente descartable que salga en el once titular, que, fiel a la tradición del técnico galés, se parecerá mucho al que vimos la semana pasada en Salamanca. Eso sí, la baja por sanción de Gerardo obligará a cambiar el lateral derecho. Carlos Martínez, una vez superada su lesión, volverá al equipo.

En la convocatoria entrará también con seguridad Morten Skoubo, que no formaba parte de la lista de 18 nada menos que desde octubre del año pasado, en el partido contra el Racing de Ferrol. Después de destacar en un par de partidillos de entrenamiento de las dos últimas semanas, este encuentro quizá sea una de las últimas oportunidades que pueda tener el danés para demostrar que tiene un sitio en esta Real, y más si fructifica el fichaje de un delantero que quiere cerrar cuando antes Badiola. Markel Bergara también podría entrar en la convocatoria, una vez superada su lesión. Él y Fran Mérida son ahora las esperanzas de la Real para generar más juego, fútbol y ocasiones que lo que viene mostrando semana tras semana.

A pesar de ser un encuentro televisado, es bastante probable que Anoeta registre una entrada bastante mejor que la media de esta temporada. Las medidas del nuevo Consejo, poniendo a disposición de los socios y de los menores de 16 años entradas a cinco euros parece que están funcionando bastante bien. Y a eso hay que añadir que es un derbi y que de Vitoria es seguro que se acercará bastante gente al estadio donostiarra. Ojalá reine el buen ambiente, a pesar de que en las últimas visitas a Mendizorroza el equipo y los aficionados realistas tuvieron que escuchar sorprendentes gritos de "a Segunda, a Segunda" por parte de la grada vitoriana.

La historia es muy favorable a la Real en sus enfrentamientos contra el Alavés. En Segunda División, éste será el cuarto enfrentamiento, y los tres anteriores se saldaron con victoria de la Real (dos de ellos con grandes goleadas, 5-1 en la temporada 42-43 y 5-2 en la 62-63). De los 11 enfrentamientos en Primera, seis se saldaron con victoria realista y cuatro con empate. En Primera se produjo la única victoria alavesista, en la temporada 2001-2002. Fue el día en que Darko regresó con gol a la Real para ayudar a la permanencia, pero los vitorianos remontaron ya con el serbio sustituído.
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El Alavés visitó San Sebastián por última vez en la temporada 2005-2006, y fue en la segunda jornada de Liga. La Real, que venía de perder 3-0 en San Mamés, ganó por 2-1. Barkero, quizá en su día de mayor gloria con la camiseta txuri urdin, anotó los dos goles, ambos a balón parado. A los diez minutos transformó un penalti cometido sobre Kovacevic y a los 34 una falta directa. El partido de la Real, muy completo en líneas generales, se vio afeado por el gol que anotó De Lucas para el Alavés ya en el descuento. Una victoria cómoda que nunca corrió peligro. Que se repita la historia mañana sábado.

jueves, enero 10, 2008

La intensa primera semana de Badiola

Ni siquiera una semana lleva Iñaki Badiola en la Presidencia de la Real, después de las elecciones del pasado día 3. Han sido seis días intensos y fructíferos en muchas cosas. En esos días hemos escuchado al presidente en más de una ocasión; a su consejero deportivo, Paco Aiestaran; al entrenador del club, Chris Coleman; al capitán del equipo, Mikel Aranburu; y al primer fichaje de la nueva era, Fran Mérida. Escuchar tanto y de gente tan relevante da para sacar ya unas cuantas conclusiones. Ni mucho menos para juzgar al nuevo presidente, algo que quizá sea más pertinente hacer cuando cumpla los cien días de cortesía en el cargo, pero sí para hacer unos cuantos apuntes.

Sé que para muchos no será lo más importante, pero de Badiola me gustan las medidas más populares y más sencillas que ya ha adoptado. Para el partido de este sábado, los socios han podido comprar dos entradas a cinco euros cada una, cuando el precio de venta al público general es de entre 40 y 60 euros. Además, los menores de 16 años también tendrán entradas a esos precios. Ya se han vendido más de 2.000 y es imprescindible que Anoeta dé más calor a la Real del que ya dan los 15.000 valientes que suelen poblar sus gradas cada dos semanas. El año pasado critiqué que se regalaran las entradas, cuando a uno o dos euros por lo menos se podría haber sacado algo de dinero. Badiola lo ha corregido.

El partido ante el Alavés tendrá otro momento dorado. José Luis Orbegozo, el presidente con el que la Real ganó sus dos Ligas, hará el saque de honor. Me encanta que se le haga este reconocimiento. Estamos demasiado acostumbrados a que los reconocimientos se hagan sólo a los muertos, como le sucedió al gran Alberto Ormaetxea. La buena senda se abrió con la celebración por el 25º aniversario del primer título de Liga. Lo de Orbegozo de este sábado va en esa buena línea. Y, para colmo, los niños que se hacen la foto con el equipo serán 50 (este año hemos visto una foto con dos, y aquí lo destaqué como algo muy triste) y no pagarán un euro por ello, cuando antes se les cobraba. Insisto, medidas populares, aparentemente sencillas de tomar, pero muy importantes para hacer piña, para hacer una Real Sociedad de todos.

No son estos, obviamente, los cambios más relevantes que acometerá Badiola en la Real. El fundamental, de lo que hemos visto (due dilligence al margen) será que el entrenador ya no decidirá sobre los fichajes. Nunca en la historia de este club se ha retirado el poder decisorio al técnico. La jugada puede salir bien o puede salir mal y ejemplos tenemos de sobra. El presidencialismo de Badiola no puede ser, por una evidente diferencia de nivel, como el de Florentino Pérez en el Madrid, que se empeñó en traer a sus galácticos cuando los técnicos le pedían otro tipo de futbolistas. Técnicos con ese poder han traído a la Real a jugadores como Nihat o Kodro, pero también a Herrera o Peiremans. El futuro dictará sentencia sobre este aspecto.

Badiola ya ha dicho que serán cinco los refuerzos que tendrá la Real en este mercado de invierno. Nunca ha habido tantos. Hasta ahora el récord está en la temporada 2005-2006, con cuatro (Skoubo, Stevanovic, Viáfara y Mark González). El primero de los que llegan es Fran Mérida. Me dice alguien que le ha visto jugar en las categorías inferiores de la selección española que es muy bueno. Pero tiene 17 años y foguear productos de otras canteras es una novedad en la Real. No me acaba de convencer el modelo, pero todo dependerá del rendimiento del chaval en el campo. Por lo pronto es bueno que él mismo hable del objetivo de ascender y también del de "disfrutar". Todo lo que disfrute él nos lo hará disfrutar a los demás. El presidente aseguró que esta misma semana podría haber dos fichajes más en San Sebastián. Compás de espera en este apartado. La tranquilidad es obligada. Queda toda la segunda vuelta aún para que jueguen esos fichajes y contribuyan a volver a Primera.

Lo que más en el aire ha estado esta semana ha sido la continuidad de Coleman en el banquillo. La decisión final, tras dos larguísimas reuniones, es que seguirá en la Real al menos hasta junio, y entonces se verá si hay una nueva apuesta en el banquillo o no. Puede que esa decisión depende de si se produce el ansiado ascenso a Primera. El galés ha aceptado perder todo el poder en la confección de la plantilla ("¿Qué es lo más importante, mi idea o el club? El club, siempre. Y mientras se considere que nuestro trabajo es interesante, aquí estaremos", ha dicho) en favor de Paco Aiestaran y dos consejeros deportivos más que Badiola todavía mantiene en el anonimato. Si Irureta era la alternativa en el banquillo, que lo era, me alegro de la continuidad de Coleman. Jabo no supo sacar el rendimiento que podría haber ofrecido la plantilla de la Real en aquella temporada 1996-1997 y no tengo claro que pudiera funcionar en Segunda.

Coleman ha dicho que la razón fundamental por la que continúa es que los jugadores se lo han pedido. Y me parece una de las razones más válidas y sensatas que he escuchado nunca. La estabilidad es necesaria ya en la Real. El técnico galés se ha metido en varios berenjenales este año precisamente por enrocarse en posiciones a priori inamovibles que ha acabado por modificar. Dijo que se iría con la presidenta De la Peña, y no lo hizo. Dijo que se marcharía con el Consejo, y no lo hizo. Dijo que se iría si le imponían cinco fichajes, y tampoco lo va a hacer. Me gusta la aparente valentía de Coleman, pero debiera ser algo más reflexivo a la hora de hacer estos juicios de valor. Todos saldríamos ganando, él el primero. En cualquier caso, me parece una buena noticia que haya decidido seguir y me gusta oírle decir que "la Real es un club fantástico, y decirle que no es complicado". Esa es la implicación necesaria para triunfar en este equipo.
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Badiola, en todo caso, debería clarificar cuanto antes quién toma las decisiones. Todavía flotan en el ambiente preguntas del tipo de quién ficho a Herrera para la Real, preguntas que nunca tuvieron respuesta. Una de las mejores cosas que hizo Salva Iriarte cuando fue presentado como director deportivo de la Real fue responsabilizarse de este proyecto, de los fichajes y de las bajas. Ahora mismo tenemos dos asesores deportivos sin nombre, a Paco Aiestarán en el Consejo y sin saber qué papel exactamente juegan Iriarte y Loren, que también formaba parte de la dirección deportiva que legó el Consejo presidido por María de la Peña. Sería bueno que, con la presentación de los jugadores que quedan por venir, llegara alguna explicación más por parte del presidente.
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Aiestaran es sin duda el fichaje estrella de este proyecto, venga quien venga en el mercado de invierno a partir de ahora. Tendemos a no valorar lo que tenemos en la Real y hay que ser conscientes de que esto es muy grande. No son pocos los que consideran a Aiestaran al menos tan artífice como Rafa Benítez de los éxitos del Liverpool (que a nadie se le olviden, dos finales de la Champions en tres años y un título). Media Europa se pegaba por contar con sus servicios y está en la Real porque ha querido, porque ha escogido este club para trabajar en los próximos meses. Démosle valor porque es valioso y aprovechémoslo el tiempo que esté (de momento hasta junio, cuando acabe la temporada se verá si continúa o no en la Real).
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Dicho esto, creo que Aiestaran ha cometido un pequeño error. Ha dicho que hoy en día un canterano tiene muy barato jugar en la Real. Y estoy de acuerdo sólo en parte. Es probable que muchos canteranos que han llegado al primer equipo no hubieran podido dar ese salto en otros clubes. Puede que sí, y nombres tenemos casi todos en la cabeza. Pero, además del malestar que puede generar en los jugadores ("cada uno tiene su opinión; a unos les habrán hecho más gracia que a otros", ha dicho Aranburu), hay dos factores que me llevan a dudar de lo acertado de las palabras de Aiestaran.
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En primer lugar, es difícil encontrar canteranos en la Real que hayan tenido el puesto más o menos garantizado. No hace falta más que ver la alineación actual del equipo. Díaz de Cerio es el máximo goleador y esta temporada ha jugado más desde el banquillo que desde el once, porque la pasada jugaba más Herrera que él. Riesgo es titular este año, pero el pasado chupó banquillo en favor de Bravo. ¿Castillo y Carlos Martínez? Semana tras semana se juegan el puesto con Gerardo, que parece el primer lateral del equipo con Coleman. Sarasola regresó al Sanse después de no convencer en el primer partido. Elustondo y Markel Bergara no han jugado demasiado como titulares, más el primero pero le costó entrar. Gari es un suplente habitual. Centrales como Labaka y Ansotegi debutaron en la Real, respectivamente, con 24 y 23 años.
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La generación de los De Pedro, Aranzabal o Idiakez siempre dijeron que veían más valorados a los de fuera que a los de casa. A día de hoy, Xabi Prieto, Riesgo y Aranburu son hoy los únicos canteranos que parecen tener un puesto más o menos asegurado en el once. Y creo que pocos dudarán de su calidad para dar el salto y permanecer en el primer equipo, al margen de valoraciones coyunturales. En segundo lugar, estamos demasiado acostumbrados, y más en los últimos años, a que lleguen medianías desde fuera que no sólo no mejoran lo que suministra Zubieta sino que cortan la trayectoria de algún potrillo. A mí no se me olvida que Clemente cedió a Xabi Alonso al Eibar y fichó a Peiremans. O que Denoueix no quiso a Joseba Llorente por traer a Lee Chun Soo. Aiestaran tiene razón sólo en parte en esa afirmación. Cuidemos lo que viene y cuidemos lo que tenemos en casa. Me gusta mucho su idea de mirar no sólo en el filial, sino también en el juvenil. Así ampliaremos horizontes y futuro.
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Y a todo esto, el sábado hay derbi. Viene el Alavés a Anoeta. Y empieza a ser el momento de que toda la energía de la Real y de los realistas se centre de una vez en lo que sucede sobre el terreno de juego. Esa sería la mejor noticia.

lunes, enero 07, 2008

"Quiero ver a la Real en TV"


Sin que se me haya pasado el inmenso cabreo por la manifiesta e intencionada prevaricación del árbitro que le impidió a la Real llevarse un punto de Salamanca y con la inmensa sorpresa de constatar que la prensa guipuzcoana piensa criticar a quien le convenga por sus propios intereses sin que la realidad tenga mucho que ver, hoy quiero hablar de otro aspecto de esta triste temporada en Segunda: la televisión. Algunos aficionados realistas acudieron al Helmántico con unas camisetas que tenían ese lema: "Quiero ver a la Real por TV". Al margen de que algunos lo consideren algo pintoresco, lo cierto es que tienen motivos para hacer esa reivindicación.

Hasta ahora, sólo se ha podido ver a la Real a través de canales autonómicos. ETB ha dado los ocho partidos televisados hasta ahora y ha producido la señal de los cuatro disputados en Anoeta, ante Elche, Albacete, Sporting y Tenerife. La semana que viene también televisará el encuentro ante el Alavés. Como visitante,, se ha podido ver a la Real, insisto una vez más sólo por las televisiones autonómicas, ante Eibar, Racing de Ferrol, Nastic y Sevilla Atlético. Una cifra que no está mal para un equipo recién descendido, el único campeón de Liga que milita este año en la Segunda División, a pesar de que se han quedado partidos importantes sin presencia de cámaras de televisión.

Pero este panorama tiene dos inconvenientes. El primero, que ninguna televisión autonómica ofrece los partidos de fútbol de Segunda División en sus emisiones por satélite, con lo que multitud de realistas no pueden (no podemos) ver a nuestro equipo. Yo vivo en Madrid y de los nueve partidos televisados Telemadrid (a través de su segundo canal, La Otra, que para más inri en su señal analógica no llega a todas las zonas de la comunidad) ha dado apenas la mitad, gracias sobre todo a que Madrid no tiene este año ningún equipo en Segunda. Así que, fin de semana tras fin de semana, dependemos de la elección de la cadena autonómica de turno de entre los cuatro o cinco partidos que se pueden ver los sábados por la tarde. Teniendo en cuenta que casi todas las cadenas tienen equipos propios en Segunda, es bastante complicado ver a la Real en determinados sitios.

El segundo inconveniente es el derivado de la famosa guerra del fútbol que estamos viviendo en esta temporada, que se ha sentido muchísimo en Primera División pero que también afecta a la Segunda a pesar de que nadie, absolutamente nadie, ni siquiera los medios guipuzcoanos, informen sobre ello. Los derechos para televisar la Real en Primera eran de Audiovisual Sport, pero a partir del año que viene pasan a manos de Mediapro. Tras el descenso, la Real no tenía contrato para la temporada 2007-2008 y eso impidió ver sus primeros partidos en Segunda (el Eibar-Real de la segunda jornada se pudo ver como concesión a ETB por aquello de ser un derbi, pero no había contrato para toda la temporada de por medio). Al final, el club firmó con Mediapro para esta campaña también.

Como es sabido, se pueden ver partidos de Segunda en Localia (los domingos por la tarde) y Canal + (los domingos por la mañana). Pero ninguno de los dos canales ha retransmitido todavía a la Real, lo que ha dejado sin verse por televisión partidos tan interesantes como el que enfrentó al equipo txuri urdin con el Numancia o con el Celta. Extraño como poco, teniendo en cuenta, insisto, la auténtica importancia de la Real en el fútbol español. Mandé hace algunos meses sendos correos electrónicos a las oficinas de prensa de Canal + y Sogecable, intentado saber cuál era la situación real, pero ninguno de los dos se digno a contestarme. Por lo tanto, habrá que asumir que ni Canal + ni Localia pueden ofrecer a la Real. Iñaki Badiola haría bien en aclararnos este aspecto, uno más de los que sufrió el oscurantismo por parte del anterior Consejo realista.

Este año sólo he visto por televisión dos partidos, ambos en Anoeta, ante Elche y Sporting. En directo he visto otros tanto en el estadio donostiarra, ante Castellón y Tenerife, y fuera ante el Sevilla Atlético. Por ello, y como ya hice al comienzo de la temporada, vuelvo a disculparme, ya que la amplia mayoría de mis crónicas de esta temporada se basan demasiado en la retransmisión radiofónica. A todos se nos hace difícil haber dado este paso atrás en el seguimiento de nuestro equipo. Hasta el descenso, no me había perdido un sólo partido de la Real desde la temporada 2001-2002. Las últimas cinco temporadas las había visto íntegras, ya fuera desde las gradas de un estadio de fútbol o por la pantalla de televisión.

Los realistas de la foto quieren ver a la Real por televisión. Y yo también.

domingo, enero 06, 2008

SALAMANCA 3 - REAL SOCIEDAD 2. La forma más indignante de perder

No hay forma más indignante de perder que por un penalti injusto, lamentable, de esos que nunca nos creemos al verlos en televisión, y además en el tiempo de descuento. Se te queda un mal cuerpo que no hay forma de remediar. Los colegiados, malos como ellos solos por mucho que nos quieran vender la moto de su gran nivel, son malos cuando benefician y cuando perjudican. Y lo que más duele es que saben perfectamente cuándo destrozan el trabajo de un equipo (horroroso en la primera parte, notable en la segunda). Y la prueba está en cómo ha señalado el final del partido tras regalarle la victoria al Salamanca con ese penalti que nadie ha visto. El portero del Salamanca, que por lesión del que jugó de titular era en realidad el tercer portero de la plantilla, retrasó el último saco de puerta hasta el límite. El árbitro perdió más tiempo todavía sacándole tarjeta amarilla (¡qué más le dará al portero, si no volverá a jugar en mucho tiempo!) y pitó nada más sacar de puerta el arquero salmantino. Vergonzoso. El penalti que no vieron ni siquiera los jugadores del Salamanca, que ya se volvían a su campo, además supuso la tarjeta roja a Gerardo, que no podrá jugar la próxima semana. "Nos han robado un punto", sentenciaba Xabi Prieto tras el partido.

La impotencia, la sensación de robo y el cabreo son inmensos, pero el partido deja muchas más cosas. Más negativas que positivas. Y si no fuera el penalti del descuento que nos ha birlado un punto, la discusión sería la de siempre en esta Real. ¿Qué pesa más, lo bueno o lo malo? ¿Hay que quedarse con la nefastas primera parte, con la incapacidad para crear ocasiones, con la falta de concentración en momentos puntuales, con los pases fallados de Elustondo, con que a Delibasic no le llega ni un solo balón? ¿O la capacidad de reacción de este equipo, que empató hasta en dos ocasiones, con que Gari haya marcado su primer gol por fin, la movilidad que han generado juntos Garu y Díaz de Cerio o la inteligencia de Xabi Prieto, a pesar de seguir siendo muy intermitente? ¿Con qué nos quedamos? Esta Real de Segunda División parece tener siempre una excusa.

Lo peor es que este debate ni siquiera se puede producir (al menos no en clave de futuro, de fichajes y de cambios) porque estamos a expensas de lo que suceda mañana, de lo que ocurra tras la reunión que mantendrán el nuevo presidente, Iñaki Badiola, y el todavía entrenador, Chris Coleman, que quizá se despida mañana del banquillo de la Real aunque en la rueda de prensa ha dejado entrever que espera seguir siendo el técnico. Al descanso la visión era catastrofista, las buenas palabras que dedicó la prensa tras el partido ante el Tenerife (como dije entonces, yo vi otro partido) cayeron en el olvido y quien más quien menos afilaba las plumas para atacar al equipo. Pero la reacción de la segunda parte y la forma injusta, arbitraria y deprimente en la que se marchó el punto que tanto se luchó por conseguir en la segunda parte hacen inviables estos análisis.

Sí se puede decir que la primera parte de hoy ha sido indigna de un equipo que quiere ascender. Indigna en todo. Arrollado por el rival, que ha tenido numerosas ocasiones de gol por un triste tiro de Xabi Prieto, único bagaje ofensivo del equipo. Sin nada que ofrecer en cuanto a juego, ni siquiera en cuanto a garra y pundonor, lo mínimo que se le puede exigir y se le exige a la Real. Los jugadores, dormidos y carentes de toda ánimo para jugar al fútbol. Y sin capacidad de reacción desde el banquillo por parte de un Coleman que, desde mi humilde punto de vista, se equivoca al no aprovechar el estado de gracia de Díaz de Cerio. Sus cinco goles merecen algún día el premio de la titularidad porque es el que mejor está respondiendo a los retos de la Segunda División.

Pero a pesar de que los debates y los análisis sean difíciles después de este partido tan extraño, con dos mitades tan distintas y con un desenlace tan fatal como éste, hay cosas que no forman parte de la casualidad. Es el sexto partido de la Real como visitante que comienza con un gol del equipo local. El de hoy, como tantos otros, de chiste, en el minuto 1 y por medir mal Castillo el bote del balón. ¿Todavía de vacaciones o pensando todavía en que las elecciones y la situación institucional pueden seguir sirviendo de escudo? A tenor de lo que se ha visto la primera parte, parece que más de un jugador sí que seguía pensando en el turrón y en que no se les iba a mirar con lupa. Qué difícil es reprochar esto a un equipo que, al final, remonta cuatro de esos seis partidos, con dos victorias y dos empates, ¿verdad?

Pues no. Ya es hora de que a la Real se le reproche que tire directamente a la basura tantos minutos de un partido. Porque no es la primera ni la segunda vez. A Coleman le han preguntado en la rueda de prensa si han podido afectar las largas vacaciones que han tenido los jugadores, que sólo hayan podido hacer un par de entrenamientos antes del encuentro. El técnico galés admitió que el ritmo del comienzo "fue muy lento" y que vio al equipo "mentalmente cansado", y también hizo hincapié en la faceta extradeportiva, "no es culpa de nadie pero es una forma difícil de afrontar los partidos". Una explicación algo insuficiente que se utiliza a conveniencia del resultado. ¿Que se pierde? Nos ha afectado. ¿Que se gana? Es que estamos muy unidos. No vale todo para justificar un resultado. O no debiera.

Y, claro, Coleman puede argumentar que sus cambios tácticos han llegado en el descanso y han servido para que la Real diera la cara. Cambio de jugadores (han entrado Gari y Díaz de Cerio, se han ido Estrada y un Delibasic que no termina de cumplir el papel que se esperaba de él, y sin que sea culpa totalmente suya) y de sistema, con un trivote atrás formado por Garitano, Elustondo y Aranburu, con Xabi Prieto como mediapunta y dos delanteros. Y ha funcionado, hasta el punto de que el Salamanca ha pasado largos minutos sin tirar a puerta más que en su segundo gol (de falta directa, no en juego). Luego ha tenido alguna ocasión más, solventada de maravilla, como durante casi toda la temporada, por Riesgo. Pero esto ha sido cuando el partido se ha abierto y los dos equipos han tenido algo de miedo a perder.

La historia le ha dado hoy unas cuantas bofetadas a la Real. Nunca perdió en Salamanca en Primera, y sólo una vez en Segunda; hoy ya son dos derrotas. Llevaba tres temporadas sin ganar el primer partido del año; ya son cuatro. Llevaba sólo una derrota como visitante en esta Liga, y fue en Soria, en Castilla y León; y en Castilla y León se ha producido la segunda. Y se acaba una racha de nueve partidos sin perder. La Real vuelve a dejar pasar, por los motivos que sea, que al final de la temporada éstos darán igual, una oportunidad de acercarse a los puestos de ascenso, que con el empate del Sporting se colocan hoy a cuatro puntos. Parece que esta Real está condenada a dar la cara de verdad sólo en las situaciones límite. El equipo txuri urdin se queda en séptima posición, con 28 puntos. Y lo dejo ya, porque si no acabó diciendo algo que no quiero decir sobre el árbitro.