lunes, noviembre 30, 2009

"Oye, ¿qué partido decías que se jugaba hoy...?"

Termina el partido y decenas de aficionados realistas se dirigen hacia la puerta de los vestuarios. Uno de ellos pregunta en voz alta. "Oye, ¿qué partido decías que se jugaba hoy...?". Quizá las cervezas de antes, y eso que el encuentro fue a las doce de la mañana, le hicieron perderse al menos parte de lo que aconteció en Vallecas, pero seguro que no fue eso. Seguro que estaba pensando en que no mucha gente recordará el 29 de noviembre de 2009 por aquel Rayo - Real Sociedad que acababa de ver, sino por el Barcelona - Real Madrid que se iba a jugar cinco horas más tarde. Para los que vestíamos camiseta txuri urdin, el verdadero espectáculo de fútbol, el auténtico acontecimiento deportivo, el más hermoso hermanamiento de gente tan dispar tuvo lugar en otro sitio. En Vallecas. Donde estuvimos. Lo que recordaremos.

Que al final del partido el equipo al completo, los jugadores que estaban sobre el campo en el minuto 90 y todos los que estaban en el banquillo, se acercaran al lugar de la grada donde estuvimos varios centenares de realistas fue sólo el colofón perfecto a una jornada maravillosa. Más valor habría que darle incluso a que el primero en llegar hasta aquella esquina del Teresa Rivero fuera el entrenador txuri urdin. Martín Lasarte parece tener una especie de ritual que le lleva a abandonar el césped a toda prisa en cuanto el árbitro señala el final. Eso le costó un pequeño encontronazo con un periodista de Canal + hace una semana en Anoeta. Ayer, en Vallecas, tuvo tiempo antes de irse para agradecer nuestra presencia. Y eso es digno de elogio. Como los ánimos de Mikel González en el descuento viendo que se podía ganar el partido. O las miradas cómplices de Xabi Prieto y Zurutuza al marcar sus goles. O tantos otros gestos.

Porque, sí, eran cientos de realistas los que estaban en la grada. Venidos desde tierras guipuzcoanas, pero también desde otros muchos puntos de la geografía española. Desde Guadalajara, Salamanca, Extremadura y otros muchos sitios. Y desde Madrid, sí. Porque en Madrid hay más aficionado txuri urdin de lo que a muchos les puede parecer. Y todos, sin excepción, nos dejamos la garganta. Cada vez que el Rayo marcaba, "Real, Real", "Erreala, Erreala", "Agirretxe, alé", "A por ellos, oe", "Goazen Erreala, goazen txapueldun", "Bravo, Bravo" y "Zuru, Zuru". Lo que hiciera falta, hasta llegar a ese bonito colofón, ese sueño en el que todos queremos creer, ese anhelo que tiene cada txuri urdin que estaba allí, en su casa o en los bares frente al televisor: "Que sí, joder, que vamos a ascender". Sólo se cantó una vez. Con el partido acabado. Cuando, a pesar de no ganar, se plasmó que esa sensación era real.
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La comunión entre el equipo y la afición es enorme. Siempre lo ha sido. Quizá cada día lo es un poco más. Por eso es especialmente gratificante ver que los jugadores, al acabar el partido, van a saludar a los suyos. Desde el césped con lejanos aplausos, y al pie del autocar antes de marcharse del estadio con cercanas palabras. Con fotos. Con sonrisas. Así da gusto. Porque eso también es la Real y ser de la Real. Por eso emociona que el Rayo tuviera el precioso gesto de saludar a la numerosa hinchada txuri urdin por megafonía antes de que comenzara el partido, que nos diera la bienvenida a su estadio, que nos deseara lo mejor para el futuro. Vallecas siempre ha sido un paraíso, un oasis. No para la Real, no para su gente. Para el fútbol. Para el deporte. Para la vida. Porque esto, exactamente esto, es lo que tendría que ser un partido de fútbol. Cualquier partido de fútbol.

En pocos campos se puede ver a las aficiones de los dos equipos coreando lo mismo. ¿Que los hinchas de Vallecas lanzan consignas contra la presidenta de la Comunidad de Madrid? Los realistas nos sumamos. La respuesta? Un cálido aplauso entre las dos aficiones. El mismo de la bienvenida, el mismo de la despedida. "Rayo, Rayo", se oía en la grada teñida de txuri urdin cuando el partido tocó a su fin. Hermanamiento hasta el final. En la puerta de vestuarios, mientras esperábamos la salida de la Real, vimos a Néstor Susaeta, salido de nuestra cantera. "Néstor, esas cosas no se hacen", le dijo un aficionado txuri urdin recordando el golazo que nos marcó. "Es que me he equivocado de portería", le contestó. Y todos sonreímos. Qué buen rollo, qué gozada.
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Y, sí, el partido que se jugó el 29 de noviembre de 2009 fue un Rayo - Real Sociedad. Después también jugaron el Barcelona y el Real Madrid. Pero nuestro mundo se paralizó de doce a dos. Ese era el partido. Nuestro partido. ¿De Segunda? Nunca. Si la Real juega, es el partido que interesa.

RAYO VALLECANO 3 - REAL SOCIEDAD 3. De Primera

Vallecas acogió ayer un espectáculo de primera y de Primera. Fútbol en estado puro, dos equipos buscando constamente la portería contraria, seis goles, un ambiente extraordinario y un reparto de puntos que, quizá, deja más satisfecho al Rayo que a la Real, que se vació buscando el gol del triunfo que no llegó. No sé si la mitad de equipos de Primera están en condiciones de ofrecer de forma continuada en el tiempo el rendimiento que ayer ofreció la Real sobre el césped del Teresa Rivero. El equipo txuri urdin sí. Fueron 90 minutos magníficos, de categoría, de fútbol, de raza y de carácter. Esas son muchas de las cosas que nos han faltado en los últimos tiempos. Ahora las tenemos. Y plantilla, porque falte quien falte la Real tiene peligro y gol. Es de Primera. Ya falta menos para que en junio nos lo confirme la clasificación.

Martín Lasarte sorprendió de inicio. Aunque los cambios de Nsue y Agirretxe fueron decisivos para lograr la victoria hace una semana ante el Cartagena, ambos iniciaron el partido en el banquillo. Carlos Bueno y Aranburu ocuparon la delantera y la mediapunta. Y la apuesta le salió bien a medias al técnico chileno. A medias porque Aranburu fue quizá el jugador más ausente durante todo el partido y, de hecho, fue el primer cambio. Pero a medias también porque Bueno respondió con su mejor partido con la camiseta txuri urdin. Pletórico de fuerza y de furia, forzó innumerables faltas, sacó alguna tarjeta y anotó un sensacional gol de cabeza, el segundo de la cuenta de la Real.

Pero antes de llegar a ese segundo gol txuri urdin pasaron muchísimas cosas sobre el césped de Vallecas. Un golazo desde fuera del área del Rayo, de Néstor Susaeta, para empezar. Una magnífica reacción de la Real para continuar. Y el gol del empate, un precioso disparo de Xabi Prieto que se coló junto al palo izquierdo de la portería de Cobeño. Aunque para gustos los colores, decir que Xabi Prieto es el jugador de más calidad de Segunda es casi una obviedad. El Xabi Prieto que vimos ayer en Vallecas es el que todos queremos ver. El comprometido en el campo, el que hace algo más que alguna cabriola, el que resulta decisivo en el devenir de los encuentros. Ayer marcó el primer gol y dio el tercero. Ese es el Xabi Prieto que necesita esta Real para ascender.
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Como para esta Real nada parece fácil, el Rayo volvió a adelantarse en el marcardo. Otro gol desde fuera del área, verdadero talón de Aquiles del equipo en Vallecas. Pero la reacción txuri urdin volvió a ser de campeón. El gol de Bueno equilibró las cosas y marcó una diferencia abismal con la Real de muchas primeras partes de esta temporada, por descontado con la de las dos campañas anteriores en Segunda y, sobre todo, con el rendimiento que ofreció una Real rendida y entragada en este mismo campo hace apenas seis meses. A todo ello contribuyó sin duda el Rayo, el mejor rival contra el que se ha enfrentado hasta la fecha el conjunto de Lasarte (sigo pensando que el 5-1 ante el Hércules fue un espejismo que no trasladó al marcador lo visto sobre el césped), como ya lo fue la temporada pasada.

Si en la primera mitad el dominio fue alterno, en la segunda fue la Real el equipo que cogió claramente el mando. Y cuando más cercano parecía el 2-3, llegó el 3-2. Si hasta ahora los cuatro goles que habían subido al marcador habían sido de muy bella factura, el quinto de la mañana fue un doble regalo txuri urdin. Primero Elustondo se tragó un control aparentemente fácil, y lo que podía haberse convertido en una letal contra realista acabó en enl fondo de la portería de Bravo, después de que el meta chileno midiera francamente mal un pase de la muerte bombeado por encima de su cabeza. De sobra sabemos que la Real de otras jornadas se habría hundido al verse por detrás en el marcador por tercera vez . Esta Real no. Y mucho tuvo que ver la reacción desde el banquillo.
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Aranburu, decía, fue la pieza más floja del entramado de Lasarte. Zurutuza fue su relevo y pocos segundos después de entrar en el campo aprovechó una de sus grandes cualidades, la llegada al área desde la segunda línea, para rematar al fondo de la red de Cobeño un gran pase de Xabi Prieto. A partir de ahí, y salvo alguna llegada aislada del Rayo, el partido fue de la Real. Antes, el propio Prieto y Aranburu habían tenido ocasiones de marcar. Agirretxe, que sustituyó a un Bueno ya fundido, también tuvo el 3-4 en sus botas. Y al final fue Mikel González, quien estuvo a punto de dar a la Real los tres puntos en un córner. Nadie puedo mover el marcador y el empate dejó una sensación curiosa en el equipo, porque los jugadores sabían que habían tenido una oportunidad espléndida de ganar pero también apreciaban lo que es empatar a tantos goles en un campo en el que no va a puntuar demasiada gente.

Y empatar como se empato. Porque es imprescindible hablar del partidazo de Bueno, de lo decisivo que fue Xabi Prieto o de la anhelada vuelta de Zurutuza. Pero también hay que insistir en el magnífico poderío de un Mikel González imperial al que sólo faltó coronar su espléndida actuación con ese gol al final. O en el control absoluto de Diego Rivas en el centro del campo, que, aunque se resbaló en exceso y como siempre estuvo menos preciso con el balón en los pies, fue quien asistió a Bueno en el segundo gol. O en lo que gana Elustondo cuando tiene llegada al área (tuvo dos goles en sus botas, un uno contra uno y una falta que sacó Cobeño). O en el carácter que demostró el equipo levantando tres veces un marcador adverso. O en las soluciones que tiene en el banquillo. O en el inmenso potencial de una plantilla que todavía está creciendo.
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Salvando todas las distancias, la sensación que dejó el partido de Vallecas es la misma que dejó otro 3-3, el logrado en Anoeta ante el Betis en la temporada 02-03, la del subcampeonato. Aquel día, la Real devolvió la ilusión a su gente con un fútbol magnífico y de ataque, con un carácter envidiable y con muchos nombres propios a destacar. Sí, en Anoeta han sufrido Madrid, Barça o Juventus y habrá quien piense que es una exageración hablar de este partido en Vallecas en estos términos. Para mí, ha sido el partido que confirma que la ilusión ha vuelto a la Real para quedarse. El fútbol volvió ante el Salamanca, el carácter ante el Numancia. Ante el Rayo ha vuelto la Real que todos queremos ver. No se ganó, no. No hacía falta para que quedara claro que este equipo estará arriba toda la temporada. Y en junio, crucemos los dedos, entre los tres primeros. Y en Primera.
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(Nota: esta noche habrá crónica del magnífico e irrepetible ambiente que se vivió en Vallecas. Perdonad el retraso en colgarla)

sábado, noviembre 28, 2009

PREVIA Rayo - Real Sociedad. Uno de esos partidos

La Real jugará ante el Rayo Vallecano uno de esos partidos (domingo, 12.00 horas, Estadio Teresa Rivero, Canal +). Uno de esos partidos que merece la pena jugar y ganar. Uno de esos partidos en los que se puede romper una estadística de veinte años sin ganar en un campo. Uno de esos partidos en los que la Real tiene la opción de defender su liderato y, a diferencia de las otras veces en las que ha disfrutado de esa posición en esta temporada, mantenerlo. Uno de esos partidos que te permite revancha, de lo vivido en el mismo escenario de una severa derrota la temporada anterior y ante un rival que ya te ha ganado y eliminado de la Copa esta misma campaña. Uno de esos partidos en los que centenares de aficionados realistas estarán en la grada esperando una alegría de los suyos. Uno de esos partidos en los que las dos aficiones conviven en armonía defendiendo cada una a su equipo. Uno de esos partidos grandes de verdad. Por mucho que sea en Segunda División.

Martín Lasarte sólo ha introducido un cambio con respecto a la convocatoria que hizo para jugar frente al Cartagena en Anoeta. No sorprende en absoluto que la única inclusión sea la de David Zurutuza, una vez que se ha recuperado la lesión, puesto que ha estado siempre que el físico se lo ha permitido. Lo que sí sorprende es que el sacrificado haya sido Johantan Estrada, que tras muchas semanas sin jugar tuvo algunos minutos en Albacete y parecía que iba entrado poco a poco de nuevo en el equipo. Hay otra sorpresa en la lista de Lasarte, y es que esta vez no hay rotación de los porteros suplentes. Zubikarai, que ya ocupó plaza en el banquillo ante el Cartagena, viaja con el equipo a Madrid. De esta forma, Riesgo no ha entrado en una lista desde que Bravo renovó, lo que seguro disparará comentarios sobre su futuro la próxima semana.

Con este único cambio, se puede aventurar que la alineación que presente el técnico uruguayo en Vallecas puede ser bastante parecida a la que escogió hace una semana, con el único cambio de Agirretxe en lugar de Bueno. El canterano rompió ante el Cartagena una racha de ocho jornadas sin marcar y ahora es el uruguayo quien ha alcanzado esa marca negativa. Tendrá que esperar a la segunda parte para romperla, si es que el técnico le da minutos, como ha sido norma hasta la fecha.

Por lo visto durante la semana, sólo parece haber una duda en la alineación, y es precisamente en el puesto que más quebraderos de cabeza le está dando a Lasarte, la mediapunta. El regreso de Zurutuza le coloca como opción preferencial, pero por ser su primer partido tras la lesión no hay que descartar que el técnico le deje en el banquillo de salida. Aranburu fue quien ocupó el puesto la semana pasada, pero, como todos los que han pasado por allí, no terminó de cuajar. El buen hacer de Nsue en los minutos que dispuso ante el Cartagena le colocan como la primera opción en caso de que Zurutuza no esté para disputar el partido completo, con lo que serían al menos dos los cambios en el once. Eso no tendría por qué suponer la suplencia de Aranburu, que podría retrasar su posición hasta el doble pivote y sentar, probablemente, a Diego Rivas en un hipotético tercer cambio.

El resto del equipo será el esperado. La defensa la formarán Estrada, Ansotegi, Labaka y Mikel González, repitiendo éste en el lateral izquierdo (y demostrando una semana más que en los laterales están las principales carencias de la confección de esta plantilla) en detrimento de De la Bella. Elustondo, ya totalmente recuperado, parece fijo en el doble pivote, como también los dos jugadores de más talento de la plantilla, Xabi Prieto y Griezmann, en la línea de mediapuntas. El joven jugador francés ha tenido molestias durante la semana, pero la exclusión de Johanatan de la lista parece confirmar que Griezmann será titular en Vallecas.

La Real se presenta en Vallecas de nuevo como líder, como ya sucedió en Valencia ante el Levante y en Alicante ante el Hércules. Aquellas dos salidas son las dos únicas derrotas del equipo txuri urdin en Liga, por lo que no ha sido capaz de mantener la primera posición más de una semana. ¿A la tercera va la vencida? Vallecas tiene la respuesta. Lo que sí tiene asegurado la Real es permanencer una semana más en puestos de ascenso, ya que el cuarto clasificado, el Levante, está ahora mismo a cuatro puntos. Además, no sólo el Rayo-Real enfrenta a rivales que presumiblemente lucharán por el ascenso. Precisamente el Levante visita el campo del Hércules, tercer clasificado, con lo que una victoria de la Real podría ampliar la ventaja txuri urdin con respecto al cuarto incluso hasta los siete puntos, a la espera eso sí del partido que el Betis tiene aplazado.

El partido presenta un detalle muy atractivo, ya que se enfrentan los dos porteros que el año pasado compartieron elTrofeo Zamora, el realista Bravo y el rayista Cobeño. Y es precisamente la portería propia lo que centra buena parte de las miradas en la Real. Salvo la debacle de los minutos finales en Alicante, el equipo de Lasarte se está mostrando muy seguro atrás. No sólo ha dejado la portería a cero en cinco de los seis partidos disputados en Anoeta, sino que además lo ha conseguido hacer en la última salida, en Albacete. Para añadir más morbo al duelo, el rival, el Rayo, es el único equipo que ha conseguido ganar esta temporada en Anoeta (lo hizo en Copa, porque en Liga la Real se mantiene invicta) y, junto al Girona, el único que ha sido capaz de marcar en el estadio realista.

No es Vallecas la mejor plaza para que la Historia hable en favor de la Real. En total, tanto en Primera como en Segunda, el equipo txuri urdin ha disputado allí catorce partidos y sólo ha vencido en tres ocasiones, la última de ellas hace nada más y nada menos que veinte años. Loinaz, Mentxaka y Goikoetxea pusieron un rotundo 0-3 en la temporada 89-90. Después de eso, empates y derrotas. Algunas muy sonadas, comop el 4-1 que en la temporada 2000-2001 le costó el puesto a Javier Clemente tras corear todo Vallecas, en una situación inédita en el fútbol español, "Clemente, vete ya". La última visita en Primera, el año del subcampeonato, se saldó con un 0-0 bajo la lluvia, condiciones climáticas que se esperan también este domingo. En Segunda nunca han empatado, en los apenas dos partidos jugados. La Real ganó en su primera visita, en la temporada que culminó en el ascenso de Puertollano, 0-1, con gol de Gorriti.

La segunda y última visita se produjo la temporada pasada, en un partido de triste recuerdo para la Real. El equipo de Lillo había pedido una semana antes, ante el Córdoba, todas las opciones de subir a Primera, por lo que en Vallecas se presentó sólo un fantasma, condicionado además por las bajas (que obligaron al técnico realista a hacer numerosos ajustes, entre ellos colocar a Carlos Martínez como central). El Rayo, que dijo adiós a sus sueños de Primera a pesar de la goleada, no tuvo piedad de la Real y venció 4-1, pues su deseo era agradar a una afición que lo había dado todo por ellos durante la temporada y que acudió en buen número al campo madrileño. El partido, que fue el primero que Martín Lasarte vio desde la grada, dejó muy pocos detalles positivos: la lucha y el gol de Agirretxe, el buen hacer del juvenil Javi Ros y el trabajo de Diego Rivas. Lo demás, para olvidar.

domingo, noviembre 22, 2009

REAL SOCIEDAD 1 - CARTAGENA 0 El sufrimiento que compensa

Cómo sufre Anoeta. Cómo sufrimos todos los realistas que no estamos en Anoeta. Pero qué sufrimiento tan dulce cuando acaba como lo ha hecho hoy. La Real le ha ganado al líder, el Cartagena, que deja de serlo. Si es el propio equipo txuri urdin o el Hércules el que ocupa la primera plaza lo sabremos esta tarde, pero superar en la tabal a quien ocupa la primera plaza sabe a gloria. La victoria ha llegado con enorme sufrimiento. Pero es un sufrimiento que compensa. Ya lo creo que compensa. No hay más que ver cómo lo celebraba Griezmann incluso antes de que acabara el partido, cuando se marchó sustituído con los brazos en alto y dando saltos. En él se ve el carisma de Juanito, jugador del Real Madrid de los años 80 tan odiado como idolatrado. Pocos como él han sabido sufrir en un campo de fútbol y hacer disfrutar a la grada. Hoy Griezman no ha sido el jugador decisivo del partido pero la imagen que refleja lo que pasó en el campo es la suya. La de todos los que estaban en la grada. La de todos los que estábamos frente al televisor.

De entre todas las opciones de que disponía para el once titular, Martín Lasarte ha dispuesto un equipo de corte más conservador, con Mikel González en la banda izquierda (inmenso partido el suyo, lleno de coraje además para pasarse media segunda parte como extremo), un doble pivote formado por Diego Rivas (tan inmenso y colosal en el corte como impreciso en los pases) y Elustondo (que gana lo indecible cuando decide sumarse al ataque) y Bueno como delantero. El uruguayo es un jugador que apunta cosas pero que tiene un problema esencial que está lastrando su rendimiento. Suele equivocarse en las decisiones, tanto en las más fáciles, las que adopta con tiempo (incurrió en gran cantidad de fueras de juego innecesarios, sobre todo en carreras hacia atrás para peinar balones) como en las precipitadas (frustró un espléndido contraataque lanzado por Griezmann por no devolverle el balón al francés).

La primera parte, como suele ser habitual en Anoeta, acabó con 0-0. Un resultado justo, puesto que ninguno de los dos equipos fue capaz de disparar entre los tres palos de la portería contraria. No quiere decir eso que el partido fuera aburrido, puesto que tuvo un alto ritmo, pero nada de ocasiones de gol. Nada de nada. Hasta el descuento, en el que el Cartagena tuvo su más clara ocasión, un libre directo que se estrelló en el larguero de la portería de Bravo. La Real había empezado mejor el partido, pero poco a poco bajó el ritmo, seguramente por el hecho de no haber conseguido forzar al meta rival ni haber logrado que la grada exclamara un gol aunque no hubiera entrado. A los de Lasarte les faltaba profundidad y juego de banda, además de una mejor presión (ahí sobre todo se echó en falta a Aranburu). Por recordar otro partido que la Real jugó ante un líder de Segunda, el encuentro recordaba por momentos a la visita hace dos años del Numancia. De poder a poder pero sin inquietar las porterías. Aquel día se perdió, y ese era el temor.

El descanso no cambió mucho el panorama. Quizá parecía que el Cartagena salió algo más dispuesto a defender su condición de líder, quizá rondó más el área txuri urdin pero tampoco es que se volcara sobre la meta de Bravo (de hecho, su mejor ocasión llegó en el minuto 44, justo antes del postrero gol de la Real, a causa de un inorportuno resbalón de Estrada dentro del área). Y entonces llegó le momento clave del partido: la expulsión de Cygan. El jugador del Cartagena ya debió ser expulsado en la primera parte, cuando convirtió una falta suya por retención de balón en un doble intento de agresión a Bueno (lanzándole una patada desde el suelo al jugador realista y después golpeándole con la cabeza en el hombro, lo que incluso le provocó a Cygan una leve hemorragia en la nariz). La superioridad cambió por completo el panorama y entonces la Real sí se lanzó a por la victoria.

Lasarte tardó en colaborar al ánimo del equipo, pero los dos cambios que introdujo acabaron cambiando el rumbo del partido. Entraron Nsue y Agirretxe. El primero dio un espléndido pase desde la banda izquierda y el segundo entró poseído por las ganas de marcar gol para introducir el balón en el interior de la portería. Y miramos el reloj, y marcaba el minuto 90. Lo que tenía visos de parecerse a aquel encuentro ante el Numancia, acabó convirtiéndose en el de la pasada temporada ante el Salamanca, con aquel gol de Ansotegi sobre la bocina. Agirretxe, que rompe así con ocho semanas de sequía goleadora (¡y de qué forma!) explotó de felicidad, Griezmann también. Todos los jugadores. Toda la grada. Triunfo ante el líder, ante un buen líder que puso las cosas muy difíciles en todo momento, incluso con diez jugadores. Quizá faltó por ver cómo habría reaccionado con once a una segunda parte con empate a cero, pero fue un buen rival, valiente y serio.

El resultado, con el condicionante de la expulsión y a pesar del buen nivel del rival, parece justo, porque en la segunda parte hubo más opciones realistas de ganar el encuentro antes del gol de Agirretxe en el minuto 90. Sobre todo Elustondo pudo convertirse en el héroe del partido, con un disparo tras un jugadón de Xabi Prieto y entrando con fuerza desde atrás, disparo que se estrelló en la cruceta. Elustondo anduvo algo perdido durante buena parte del encuentro, pero cuando encontró huecos y llegada al área creció. Como creció Griezmann en la parte más oscura del juego, partidazo de nuevo el del chaval dando opciones de salida, ayudando en la presión y, sobre todo, forzando la expulsión de Cygan en una jugada en la que apenas tenía opciones y de la que sacó petróleo como sólo los grandes son capaces de hacerlo. Como creció Ansotegi, con otro enorme partido en el centro de la defensa.

La Real acaba el partido como líder, a la espera de lo que el Hércules haga en Salamanca hoy. Pero, a pesar de que el Cartagena ha tenido sus opciones de ganar, el partido deja muchos aspectos positivos además del resultado, y eso es tan importante como los tres puntos. Es la quinta victoria consecutiva en Anoeta. Queríamos que nuestro estadio fuera un fortín y ya lo es. Pero cómo lo es. Cinco victorias sin encajar un solo gol. Eso tiene un valor inmenso en Segunda, y eso, además de una marcha más que interesante como visitante, es lo que ha colocado a este equipo en los puestos de ascenso, en los que seguirá al menos una semana más. Y con otro gran reto por delante: Vallecas. Una vez superado el síndrome de jugar a las doce de la mañana, llega la hora de tomarse la revancha ante el equipo que mejor impresión dejó ante la Real la temporada pasada y el que eliminió de la Copa al equipo txuri urdin en la presente. Y si hay sufrimiento, que compense. Como el de hoy. Porque así todos firmamos el sufrimiento. Bendito sufrimiento.

sábado, noviembre 21, 2009

PREVIA Real Sociedad - Cartagena. Que sufran el partido del año

¿Es la visita del Cartagena el partido del año (domingo, 12.00 horas, Anoeta, Canal +)? Que lo sea para ellos. Que lo sufran. Que se den cuenta de que visitar a la Real tiene que ser un acontecimiento para cualquier equipo de Segunda. Que la Real deje de sentir presión por ser el conjunto más grande de la categoría. Y que sea ese el sentimiento no por la Historia, no por el presupuesto, sino por lo que todos los protagonistas vivan durante el partido, porque el conjunto txuri urdin mantenga la fortaleza que está mostrando como local. La Real, en busca de su quinta victoria consecutiva en Anoeta, tiene la oportunidad de demostrar que su posición en puestos de ascenso no sólo no es casualidad, sino que es lo normal. Viene el líder, y todos los años que el equipo ha pasado en esta etapa en Segunda ha logrado vencer a alguien que venía ocupando el primer puesto de la clasificación. Quién sabe si el partido contra el Cartagena será la última oportunidad de hacerlo...

Martín Lasarte repite prácticamente la lista de jugadores que se llevó a Albacete. Sólo hay un cambio, la entrada de Bravo (ausente en tierras manchegas por estar con su selección) en lugar de Riesgo. En esta extraña semana plagada de noticias y declaraciones referidas a nuestros guardametas, el técnico uruguayo sigue manteniendo su política de rotaciones con los porteros que no juegan y, por tanto, el que se sentará en el banquillo será Eñaut Zubikarai. El resto, lo mismo. ¿Será también el once el mismo, con la única diferencia del portero? Esta semana, quizá más que nunca, es muy difícil aventurar quiénes serán los escogidos para saltar al césped de Anoeta, teniendo en cuenta que sólo hay una baja de consideración (la de Zurutuza, con una nueva lesión, en apariencia nada grave) y que el equipo viene de dejar la sensación de que se escaparon dos puntos en Albacete.

Bravo es fijo en la portería. Dani Estrada, Ansotegi y Mikel González también lo son en la defensa. Y a partir de aquí empiezan las dudas que sólo se resolverán cuando el equipo salte al césped. Visto el bajo rendimiento general que está dando De la Bella, la poca confianza en su recambio, Sarasola (y que esta semana ha tenido molestias), y que el Cartagena es un equipo que usa mucho las bandas, es bastante probable que Lasarte se decante de nuevo por colocar a Mikel González en la banda izquierda. De esta forma, Labaka entraría en el centro de la zaga. Para el mediocentro, la duda esencial parece estar en la elección entre Elustondo y Diego Rivas. El primero tiene ventaja, aunque no se puede descartar ninguna posibilidad, ni siquiera que jueguen los dos juntos y que el sacrificado sea Aranburu.

Los otros tres centrocampistas y el delantero son directamente una incógnita. Dos nombres parecen seguros, los de los dos jugadores de más categoría de esta plantilla, Griezmann y Xabi Prieto, que no se pueden perder bajo ningún concepto un partido de la importancia del que acoge Anoeta este domingo (lección aprendida en Alicante, cuando el francés y Agirretxe se quedaron en el banquillo con el mal resultado que todos conocemos). Ellos mismos son dos de los muchos candidatos que tiene Lasarte para ocupar la mediapunta. Bueno, Agirretxe, Nsue, Aranburu y Sergio son los otros cinco. Y en función de qué puestos ocupen los dos fijos, Lasarte decidirá el resto. Si el escogido para la mediapunta fuera Griezmann, Johantan Estrada sería la opción preferente, tras los buenos minutos finales que hizo en Albacete. Si fuera Prieto, lo normal es que Nsue vuelva a la banda derecha. Agirretxe tiene más posibilidades de ser el delantero único, aunque acumula ya ocho jornadas sin ver puerta.

Anoeta se estrena a las doce de la mañana. En San Sebastián no se juega un partido en horario matinal desde la década de los 20 del siglo pasado, y fuera los precedentes no son demasiado buenos. Todo el mundo recuerda la goleada encajada en Alicante ante el Hércules hace tres semanas, y también algunos malos partidos jugados en Vallecas (próximo destino de la Real, y también a la misma hora). Real y Cartagena son tercero y primero en la tabla, con sólo un punto de diferencia entre ambos, con lo que el partido reúne todos los alicientes posibles para ser una gran mañana de fútbol. En todo caso, el equipo txuri urdin no depende de sí mismo para ser líder, ya que para ello, además de ganar, tendrá que esperar el pinchazo del Hércules (empatado a puntos con la Real, pero con mejor gol average) en Salamanca.

La Historia no sirve de mucho para analizar este partido, ya que Real Sociedad y Cartagena no se han enfrentado nunca en partido de Liga. Sí lo han hecho una vez en la Copa del Rey, en la temporada 87-88, y con el viejo Atotxa como escenario. El Cartagena fue el primer rival txuri urdin en su andadura en esta competición, en la que partía como campeón y que finalizó con la derrota ante el Barcelona en la final por 1-0. El conjunto realista, entrenado por Toshack, perdió por 1-0 como visitante en tierras murcianas, pero remontó rápida y fácilmente la eliminatoria con dos goles de José Mari Bakero (el segundo de ellos en la imagen, logrado a pase de Loren, hoy director deportivo del club), ambos en la primera parte.

Quizá donde sí se pueden buscar precedentes interesantes para la Real es el la visita de líderes a Anoeta. Desde que bajó a Segunda División, tres equipos han llegado a Anoeta encabezando la clasificación, con un saldo de dos victorias y una derrota para los realistas. En la campaña 07-08 cayó el Málaga, pero el Numancia consiguió llevarse los tres puntos de San Sebastián. En la pasada temporada, el líder que sucumbió a la Real fue el Salamanca. Esto quiere decir que en las dos temporadas precedentes un líder ha caído en Anoeta. Si miramos la clasificación, y realizamos un difícil ejercicio de anticipación, y siempre pensando en que el destino de la Real será por fin el ascenso en junio, quizá no haya otra oportunidad en esta temporada de enfrentarse a un líder. Quizá en la segunda vuelta Hércules, Rayo o Levante puedan ocupar esta posición. Por si acaso, que gane la Real para cumplir la estadística.

lunes, noviembre 16, 2009

Memoria

La inmediatez que prima en el fútbol moderno ha devorado la importancia de la memoria. Y para mí es obligado recordar, lo bueno y lo malo. Con motivo del centenario de la Real, hemos recuperado muchos recuerdos, y sería bueno que mantuviéramos la costumbre. De lo contrario, corremos el riesgo de que se pierda el valor de lo mucho que ha hecho de la Real un club tan grande o que se pierdan en el olvido las afrentas que hemos sufrido. Puede que para muchos no signifique demasiado la camiseta que Casillas estrenó el pasado sábado en el partido de la selección española frente a la argentina, pero para quienes hemos visto jugar a Arconada es un hermoso detalle.

Esta camiseta es muy similar a la que Arconada lució en la Eurocopa de 1984. La original fue la que se puso Palop cuando España ganó el Campeonato de Europa del año pasado. "Arconada no es sólo mi ídolo, sino el de todos los porteros españoles", dijo Casillas en una entrevista que concedió al diario AS el pasado sábado. Y es verdad. Por eso, quienes tenemos el corazón txuri urdin tenemos que agradecer, sin que nos duelan prendas por ello, cualquier detalle, gesto o reconocimiento que se tenga hacia el más grande portero que jamás ha vestido la camiseta de la Real. Ojalá Casillas tenga mucha suerte con esa equipación, ojalá le guíe el espíritu de Arconada, y ojalá si comete algún fallo con ella no salga el cafre de turno a recordarnos el gol de Platini. Porque a veces la memoria sólo actúa con fines perversos.

Tan emocionante como ver a Casillas con esa camiseta fue celebrar los dos goles que marcó Xabi Alonso, goles que dieron el triunfo frente a Argentina. Cada vez que veo a Xabi hacer algo grande, no dejo de recordar que este chaval jugaba en Zubieta, pasó por el Sanse, debutó en la Real y contribuyó a colocar al equipo al borde de la gloria con el subcameonato de 2003. Cuando le veo jugar pienso en el pasado, pero también en el futuro. Pienso que de Zubieta pueden volver a salir jugadores de talla mundial como Xabi. Y quizá tengamos que venderlos, como sugirió Lasarte que puede pasar con Griezmann, pero hasta que llegue ese momento podremos disfrutarlos. Y después consolidarán la economía del club, porque, hay que asumirlo, la Real tiene que ser un club vendedor en cierta medida. De hecho, lo es desde que desapareció el derecho de retención a mediados de los 80. Pero Zubieta es grande y sigue teniendo capacidad de sacar talentos. Eso es lo importante.

La memoria también nos tiene que servir, decía, para que las afrentas no se olviden. Cuando uno lee que Lorenzo Sanz ha sido detenido de nuevo, es inevitable recordar que su figura estuvo muy presente en los motivos por los que la Real no subió a Primera hace dos años. Y cuando uno lee que ahora se reforma la Ley para que la compra de partidos sea penada con la cárcel, no puede evitar una sonrisa. Cínica, pero sonrisa. Me atrevería a asegurar que jamás se va a probar públicamente con tanta claridad la compra de partidos como se hizo hace dos años con el Málaga. Badiola, entonces presidente de la Real, aportó dos grabaciones que en cualquier país normal hubieran provocado que se removieran los cimientos de la competición. Aquí no pasó nada. Bueno, sí pasó. Que a Badiola se le colgó una etiqueta de tramposo y que quedó demostrado que ni a la Liga ni a la Federación le importa la limpieza de la competición. El mundo al revés. Ya que nunca conseguiremos justicia, tengamos al menos memoria.

Y tengamos más memoria todavía. Hace no demasiadas fechas, se confirmó que el Real Madrid fichaba para su organigrama a Megía Dávila, ya ex árbitro. No tengo nada en contra de este tipo de fichajes. Nada en absoluto. Pero cuando leo sus palabras para rechazar las críticas (siempre interesadas) que se lanzaron contra dicho fichaje (sobre todo desde medios catalanes, claro), me surgen dudas, tan humanas y lógicas como su afición al Madrid. "Es lógico que por una cuestión de formas no puedas significarte, pero si llevo 40 años viviendo en Bilbao, ¿de qué equipo voy a ser? ¿Qué hay de malo si no voy a pitar nunca al Athletic? El que piense que vamos a ayudar indirectamente a un equipo perjudicando a sus rivales no conoce nada del colectivo arbitral ni de los árbitros", dice.
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Y por lo que dice y cómo lo dice, me pongo a pensar. Resulta que Megía Dávila fue el árbitro que dirigió el Celta - Real Sociedad en el que se le escapó la Liga 2002-2003 al conjunto txuri urdin. Es totalmente cierto que en aquel partido no hubo nada que achacar al árbitro. Pero me parece algo perverso que alguien que afirma "soy del Madrid desde pequeño" acepte sin problemas dirigir el partido en el que el rival de su equipo se juega la Liga, cuando además existe la imposibilidad reglamentaria (¿por qué?) de que arbitre al conjunto de su comunidad autónoma. Mira que hay árbitros en Primera División y justo tuvo que pitar él. Imaginad lo que se habría dicho si el árbitro hubiera sido catalán y hubiera señalado un penalti a favor de la Real. Si los árbitros fueran auténticos profesionales, estas situaciones no se darían jamás, pero por su forma de ser, por su manera de comportarse en el campo y por el oscurantismo que preside su labor, siempre habrá suspicacias razonadas como ésta.
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Porque, decía, nada sucedió en aquel partido entre el Celta y la Real. Pero Megía Dávila pitó al conjunto txuri urdin en dos ocasiones más aquella temporada. En la primera, en Vitoria, señaló libre indirecto dentro del área porque Westerveld retuvo el balón ocho segundos. Creo que es la única vez que se pitó esa infracción, ahora sistemáticamente violada, en Primera División. El Alavés anotó gol en esa jugada y le quitó dos puntos a la Real, que a pesar de todo alcanzó aquel día el liderato en solitario. En la segunda, ante el Celta en Anoeta, la Real ganó 1-0. Pero Megía Dávila pitó un más que discutible penalti a favor de los vigueses a diez minutos del final. Westerveld lo paró.
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Aquella temporada fueron muchos los arbitrajes perjudiciales para la Real. Muchísimos. No me cuesta decir que fue una de las causas por las que se escapó aquella Liga, y con ello no resto un ápice de mérito al campeón, al Real Madrid. ¿Manos negras? Yo no proclamaré su existencia en este caso, porque no hay elementos públicos de juicio, como sí los hubo en cambio en la compra de partidos de hace dos años. Pero, y más después de recordar hechos como los arriba apuntados, la sospecha es libre. Tan libre como Megía Dávila de declarar que es seguidor del equipo que aquel año ganó la Liga.

sábado, noviembre 14, 2009

ALBACETE 0 - REAL SOCIEDAD 0 Aburrimiento inofensivo

No es la Real un equipo que haya generado un torrente de ocasiones de gol en los tres años que lleva ya en la Segunda División, pero es difícil encontrar un partido en el que haya llegado tan poco a la portería contraria como en el de hoy. El de Albacete ha sido un partido muy aburrido, de juego inofensivo por parte de los dos equipos. Ninguno de los dos conjuntos ha tenido realmente ocasiones de gol. El Albacete tuvo alguna llegada por la inercia de jugar como local y la Real las tuvo al final, llegando mucho más entera que su rival a los últimos minutos, pero realmente sin opciones reales de marcar. Con este panorama, el empate a cero era el resultado más fácil de esperar, aunque el sabor de boca que deja es muy malo por las opciones del final y porque el partido se antojaba relativamente asequible (sensación que, además, el Albacete ha corroborado).

La alineación que presentó Martín Lasarte en el Carlos Belmonte ha sido más o menos la esperada. Sin cambios en la defensa, con el regreso de Elustondo y con la inclusión de Sergio en la mediapunta. Y como suele pasar con demasiada frecuencia en la Real, quien aprovecha unos minutos finales en la segunda parte no suele responder tan bien cuando, acto seguido, se le concede la titularidad. Sergio no ha tenido opciones de generar fútbol, como tampoco Elustondo, que se ha parecido mucho más al de las primeras jornadas de Liga que al jugador que nos ilusionó la temporada pasada y justo antes de lesionarse. Griezmann tampoco estuvo, que en esta ocasión se diluyó en uno de esos partidos para olvidar que todo equipo tiene durante una temporada. Algo se vio a Xabi Prieto, quizá el jugador más entonado durante todo el partido, pero nada demasiado claro.

Bien arropado por la defensa, Riesgo no tuvo que intervenir en todo el partido. Notario, meta del Albacete, tampoco. Y eso sí que es negativo para una Real de la que todos hemos destacado la calidad que tiene arriba. Agirretxe prolonga una semana más su sequía goleadora, y ya sí que empieza a ser preocupante. No ya porque no marque, sino porque ni siquiera tiene ocasiones de gol. Al nueve realista le ha pesado el mal partido que ha hecho el equipo y, sobre todo, que durante 80 minutos ni siquiera haya buscado la victoria. Y esto es lo preocupante, porque en los últimos diez sí que se ha lanzado el equipo de Lasarte a por los tres puntos y ha rondado la portería del Albacete. Esos minutos han dejado claro que la Real es mucho más equipo que el Albacete, pero, visto desde el prisma contrario, colocan en el debe del equipo que haya tirado a la basura la mayor parte del encuentro y hayan despreciado la opción de conseguir, cómodamente, una victoria en el Carlos Belmonte.

¿Por qué en esos diez minutos se ha conseguido llegar al área rival todo lo que no se había logrado previamente? Quizá los cambios hayan tenido algo que ver, sobre todo la entrada de Carlos Bueno, que en un partido entre dos equipos inofensivos ha sido capaz de poner algo de picante, lucha y entrega. Ante la poca calidad desplegada en el césped, eso parecía suficiente para que uno de los dos equipos desequilibrara el marcador. Pero a la Real se le hizo tarde, no tuvo tiempo suficiente como para pasar del dominio territorial y del cerco al área (que no a la portería) de Notario. El uruguayo, de todos modos, también acumula una nefasta racha de cara a puerta, aunque con menos minutos que Agirretxe. Johnatan Estrada también apareció en esos instantes finales. Quizá los cambios tendrían que haber llegado antes, ya que el rival no asustaba y las carencias en el centro del campo parecían obvias.

El lastre con el que se encontró el entrenador fue la sustitución obligada de De la Bella. El lateral no está respondiendo a las expectativas y hoy, además de haber recibido un golpe, se había ganado a pulso el cambio por su juego, por algunas pérdidas de balón y porque vio una tarjeta amarilla a los tres minutos de partido. Labaka salió por él en el descanso y Mikel González volvió a verse desplazado a la banda izquierda. Se reforzó la defensa como hacía falta, pero eso dejó al técnico sólo dos balas para intentar ganar el partido. Las gastó, pero tampoco sirvió. La Real hizo un partido sencillamente para olvidar, sorprendente si tenemos en cuenta el claro objetivo con el que se viajó a Albacete y que la victoria ante el Recreativo hizo olvidar el varapalo de Alicante. La Real fracasó donde menos se esperaba ante un contrario como el Albacete: en la creación, en la posesión de balón y en la generación de ocasiones.

Da rabia este resultado, visto además el rival, porque se le escapa a la Real una opción de abrir hueco en la clasificación en un partido que, salvo accidente rocambolesco, parecía imposible perder. El equipo de Martín Lasarte duerme a un punto del líder, el Cartagena, que si gana mañana se asegurará el liderato pase lo que pase la próxima semana en Anoeta. Si vence el Hércules, la Real caerá a la tercera posición, y si el Betis ganara los dos partidos que tiene pendientes (el de mañana y el aplazado) saldría de los puestos de ascenso. El equipo txuri urdin, y a la espera del Betis, tenía asegurado mantener una plaza entre los tres primeros pasara lo que pasara en Albacete. Pero el objetivo en tierras manchegas era abrir hueco y eso no se ha conseguido. El punto y la portería a cero son las únicas buenas noticias que saca la Real de este desplazamiento, que en realidad es algo positivo. Lo demás, aburrido. Muy aburrido.

jueves, noviembre 12, 2009

PREVIA Albacete - Real Sociedad. Objetivo: abrir hueco

La Real viaja a Albacete (sábado, 18.00 horas, Carlos Belmonte, ETB-1) con un claro objetivo: abrir hueco con respecto al cuarto clasificado y consolidar de forma duradera su posición entre los tres primeros de la tabla, los que al final subirán a Primera División. Después de lograr la mejor racha en Anoeta desde que se produjo el descenso en el verano de 2007 (cuatro victorias consecutivas), ahora toca evitar que se produzca la peor como visitante desde aquel triste día en Valencia. El equipo txuri urdin no ha perdido, en esta etapa en Segunda División, tres partidos seguidos lejos de San Sebastián. Ahora acumula dos, sus dos únicas derrotas de la temporada, ante Levante y Hércules. El Albacete parece un rival más asequible que estos dos y, además, la Historia juega a favor de la Real, a pesar de que su última visita se saldó con un injustísima derrota.

Martín Lasarte repite convocatoria, a excepción del portero. Claudio Bravo, a pesar de que Alemania suspendió el encuentro de este sábado ante Chile por la muerte del meta germano Enke, y dado que tiene otro amistoso este próximo martes, no jugará en Albacete con la Real. Zubikarai es su relevo en la lista de 18 y, presumiblemente, Asier Riesgo volverá a estar bajo los palos. Él ha sido el escogido por el técnico realista para suplir a su portero titular cada vez que Bravo ha estado convocado con su selección. Riesgo todavía no conoce la derrota en los tres encuentros que ha disputado esta temporada. Si la convocatoria apenas cambia, el once es una incógnita y tan factible parece que se acerque al que jugó ante el Recreativo como que haya cambios.

La única línea en la que no los habrá con seguridad será en la defensa: Estrada, Ansotegi, Mikel González y De la Bella estarán en el once, salvo sorpresa mayúscula (el único recambio natural para alguno de estos cuatro jugadores que figura en la convocatoria es Labaka). A partir de ahí, casi todo es una incógnita. Elustondo, que todavía no ha entrado en el campo desde su lesión, está de nuevo en la lista y tiene muchas opciones de volver al equipo, lo que sentaría a Diego Rivas (que está para jugar, a pesar de romperse la nariz hace una semana, aunque tendrá que hacerlo con una máscara protectora). Aranburu, Xabi Prieto y Griezmann parecen tener un lugar seguro en el centro del campo, pero las posiciones que ocupen dependerán del esquema escogido por Lasarte y del resto de jugadores que entren en el once.

Tras la lesión de Zurutuza, la posición que más quebraderos de cabeza parece estar dando al técnico es la mediapunta. Sólo Lasarte sabe quién jugará en Albacete en esa posición. Podrían hacerlo Griezmann (jugó algunos minutos la semana pasada en esa posición; esto abriría la posibilidad de que Johnatan Estrada entrara en la izquierda), Xabi Prieto (poco probable, puesto que Nsue no estuvo cómodo en la derecha hace una semana), Nsue (es donde mejor rindió en los primeros partidos de la temporada), Sergio (suyo fue el pase de gol a Griezmann ante el Recre), Aranburu (sus mejores actuaciones de la pasada campaña fueron ahí) y Agirretxe. Esta sería la opción si se confirmara lo que ha probado Lasarte durante la semana, Agirretxe y Bueno en el once titular. Ambos llevan tiempo sin marcar. El último tanto del canterano fue en la jornada cuarta, ante el Girona, y el del uruguayo en la quinta, ante el Huesca.

La última salida de la Real se saldó con la abultada derrota en Alicante. El equipo de Lasarte ha perdido las dos últimas jornadas que ha jugado lejos de su estadio, por lo que no puntúa como visitante desde la gran victoria (1-3) en Soria ante el Numancia. Sacar tres puntos de tierras manchegas haría que el equipo txuri urdin dependiera de sí mismo la próxima semana para recuperar el liderato, pues es el Cartagena el próximo equipo que pasará por Anoeta. El líder, con dos puntos de ventaja sobre el equipo txuri urdin y sin haber perdido todavía un solo encuentro, juega el domingo en casa ante el Nastic. Una victoria de los catalanes daría de nuevo a la Real la primera posición, mientras que el empate le valdría al Cartagena para mantener su privilegiada posición por el gol average. Más que esa plaza, lo que importa es la distancia con respecto al cuarto clasificado, ahora mismo a cuatro puntos (aunque podrían ser dos si el Betis gana el partido aplazado que tendrá hasta comienzos de diciembre).

Siendo el Carlos Belmonte es un campo talismán para la Real, la Historia y la estadística juegan del lado del conjunto blanquiazul (que presumiblemente jugará de rojo). De las nueve visitas que le ha rendido, tanto en Primera como en Segunda División, cinco se saldaron con triunfo txuri urdin y otras dos con empate. Inolvidable es el 3-5 de la temporada 95-96, con dos goles de Karpin y uno de Albístegui, De Pedro y De Paula. La única derrota realista en Albacete jugando en Primera División se produjo en la campaña 2003-2004. La Real estaba pensando en el encuentro de Champions League que iba a disputar días después en Turín ante la Juve y se vio sorprendida por el equipo local, a pesar del golazo de Nihat, que sólo maquilló el 3-1 final. Si en Primera la estadística está claramente del lado de la Real, en la categoría de plata, el balance es parejo: una victoria y una derrota para cada equipo.

Esa derrota se produjo la pasada temporada. Fue un buen partido del equipo de Lillo. Marcos anotó el gol txuri urdin, pero no sirvió para sumar por dos fallos puntuales que costaron dos goles (de Bravo en el primero, de Markel Bergara en el segundo, en el último minuto) y por la nefasta actuación del árbitro que más puntos arrebató a la Real la pasada temporada, uno que subió a Primera División el pasado verano por méritos que cualquier que le haya visto arbitrar está obligado a poner en duda. Además de un arbitraje calamitoso en su conjunto, debió expulsar a Diego Costa por una entrada terrorífica, minutos antes de que anotara el gol del triunfo del Albacete, gol que, además, logró en posición de fuera de juego. En la primera parte, y delante del mismo linier, a Marcos se le anuló un gol legal por un fuera de juego que no existió. Y, para colmo, el propio Marcos acabó expulsado en el descuento por una inofensiva faltita en el centro del campo.

martes, noviembre 10, 2009

Canteranos

Es curioso que el debate sobre la cantera sólo surja, salvo muy contadas excepciones, cuando las cosas vienen mal dadas. Obviamente, esto es como resultado de que, juegue quien juegue, lo que todos queremos es que la Real gane. Si lo hace con ocho jugadores de fuera, no habrá queja alguna. Como si son ocho los de casa. Pero siempre he creído que la Real es un equipo diferente en este sentido, que su apuesta por la cantera es elegida libremente, un orgullo para sus aficionados y, además, una política necesaria para sobrevivir en un club que nunca ha destacado por el estado boyante de sus cuentas.

Dicho esto, me llama la atención que en la discusión sobre la cantera se omitan ciertos detalles que me parecen interesantes. Es indudable que la Real vive en un momento de apuesta por la cantera. Por convicción y por obligación, pero de cantera al fin y al cabo. Uno mira los onces semana tras semana y juegan entre siete y diez futbolistas procedentes de Zubieta. Como decía más arriba, un motivo de orgullo. Tanto como acertar con los jugadores que vengan de fuera para apoyar la progresión de los potrillos.

Pero no se dice nada de los canteranos que no juegan, y eso es una pequeña trampa en la que todos caemos. Cuando yo hablo de apostar por la cantera, hablo de dar oportunidades reales a los chavales que merezcan dar el salto al primer equipo. Por eso es importante destacar cuántos juegan en el once. Puedes tener quince en la plantilla, y que los diez de fuera sean titulares. Si no se cree en ellos, está la opción de dejarles salir del club o la de mantenerles un tiempo más en el Sanse. No es una política acertada de cantera dar dorsal del primer equipo a jugadores con los que no se cuenta sólo para superar las veinte fichas profesionales y aparentar que se tiene una plantilla más o menos larga.

Por las causas que sea (no es fácil juzgarlas y diagnosticarlas desde fuera, sin ver los entrenamientos en Zubieta todos los días y sin saber qué piensa el entrenador de algunos jugadores), en ese error ha caído la Real esta temporada. Lo más probable es que haya razones económicas detrás de este movimiento (o lo que es lo mismo, la imposibilidad de traer a nadie más y pagarle un sueldo acorde con su procedencia). No veo otra explicación para que Borja Viguera o Iosu Esnaola tengan ficha del primer equipo. Ninguno de los dos ha jugado un minuto esta temporada, el primero ha entrado en una sola convocatoria y el segundo ha visto todos los partidos desde la grada. Después de once jornadas de Liga, sólo parece haber una conclusión posible: Martín Lasarte no cuenta con ellos.

En situación parecida se pueden hallar otros dos jugadores del primer equipo. La más cercana es la de Iñigo Sarasola. Jugó tres partidos, pero dejó de hacerlo incluso cuando De la Bella, el jugador con el que tendría que jugarse el puesto, estaba lesionado. Y, aunque ésta sea su tercera temporada en el equipo, Carlos Martínez también parece estar en la misma situación. Ambos laterales son la tercera opción en sus puestos para el técnico. Con Carlos Martínez no había otra alternativa, pero si Viguera, Esnaola y Sarasola tienen la capacidad de progresar, están perdiendo un tiempo precioso.

Sobre todo porque en estos casos no se da la explicación que suele ofrecerse, y es que los foráneos les cortan el camino (por poner dos ejemplos concretos, Johnatan Estrada no juega desde la jornada cuarta y Sergio apenas ha estado en cinco y sólo dos de titular). Por descontado, no estoy pidiendo que estos canteranos jueguen a toda costa. Tampoco que se les dé oportunidades si no se las merecen (precisamente ese es el error que no se debe cometer), y ahí el único que sabe el nivel que pueden dar es el técnico que les dirige todos los días en los entrenamientos. Pero sí creo necesario alertar de esa trampa que nos hacemos en nuestra política de cantera. Y veo imprescindible que, para que se pueda contar con ellos en el futuro, si es lo que se quiere, vayan entrando de alguna forma.

Cuando Estrada vio su quinta amarilla, Martín Lasarte no había metido todavía en una sola convocatoria a Carlos Martínez. Entiendo el riesgo de hacer que un jugador, además un jugador que puede no gozar de la confianza absoluta del técnico, pase de no convocado a titular, y por eso asumo que lo normal es lo que hizo el técnico: colocar a Mikel González de lateral derecho. ¿Pero qué ocurrirá si en la misma semana no están Agirretxe y Bueno? ¿Estará Viguera entonces de afrontar un encuentro completo a nivel de competición? ¿Podrá Esnaola suplir a cualquiera de los centrales titulares en caso de ser necesario? Mikel González está apercibido de sanción, y eso unido a una lesión de Labaka o Ansotegi dejaría muy coja nuestra defensa sin que Esnaola haya tenido la más mínima preparación para entrar en el equipo.

Me llama la atención este, de algún modo, abandono de estos jugadores, cuando Martín Lasarte ha demostrado mucho inteligencia en este sentido con los porteros. El titular es Bravo y el segundo es Riesgo, que para eso ha jugado éste todos los partidos en los que ha faltado el chileno. Pero Zubikarai está entrando en las convocatorias, ahí sí hay rotación. Ese es un privilegio del que no han disfrutado ni Viguera ni Esnaola (tampoco Carlos Martínez), y del que apenas se ha beneficiado Sarasola. Y ojo, que todos pueden ser necesarios a lo largo de la temporada.

domingo, noviembre 08, 2009

REAL SOCIEDAD 1 - RECREATIVO 0 Oro puro

Antoine Griezmann es oro puro. El potrillo francés desatascó un partido muy complicado ante un buen rival con su cuarto gol de la temporada. No parece que esta Real vaya a ganar muchos partidos de forma holgada, como ya nos ha venido sucediendo en las dos temporadas que el equipo transita por la Segunda División. Pero eso, además de provocar mucho sufrimiento en los finales de los partidos, da aún más valor a la aparición de jugadores como Griezmann. O Agirretxe, aunque ayer sumara su séptima jornada consecutiva sin marcar. O Zurutuza, a quien el juego del equipo está echando de menos más de lo que seguramente se puede admitir. Tres puntos más y otra semana en puestos de ascenso. Eso también hay que disfrutarlo, porque no es tan fácil estar ahí siempre.

Martín Lasarte recuperó el once y el modelo que casi todo el mundo le pidió tras la abultada derrota en Alicante. Y la cosa funcionó a medias. La salida txuri urdin fue muy buena. En un cuarto de hora había tenido tras claras ocasiones para marcar, la primera un pase de Griezmann hacia a Agirretxe que salvó in extremis el portero del Recre, la segunda un disparo del nueve realista que se marchó alto y la última un cabezazo de Ansotegi al poste. Parecía que la Real había tomado nota de lo sucedido ante el Hércules. Pero entonces sucedió lo que casi nadie suele tener en cuenta en los análisis a posteriori, sobre todo cuando la Real no gana: apareció el rival. Un buen equipo. El Recreativo empezó a tocar el balón, se hizo dueño del centro del campo y comenzó a tener claras ocasiones de gol, entre ellas dos balones a los palos de la portería de Bravo, que recordó a ese meta aliado con la portería de su primera temporada en San Sebastián.

¿Por qué el Recre pasó a controlar con tanta facilidad el centro del campo? Además de por méritos propios, que los tuvo, porque ni Aranburu ni Rivas estuvieron muy finos y, sobre todo, porque a la Real le faltan los dos jugadores esenciales para tener un dominio más rotundo de esa franja. Elustondo estuvo en el banquillo pero si Lasarte no tiró de él ni siquiera en la segunda parte, ni siquiera cuando a Rivas le partieron la nariz (en una jugada en la que el árbitro ni siquiera pitó falta), es porque no estaba para jugar. Le esperamos en Albacete. Zurutuza sigue de baja. Y ésta sí que la está notando la Real. En defensa, el equipo pierde un elemento importantísimo de la presión. Y en ataque Lasarte no termina de dar con la tecla para sustituírle. Ayer fue Xabi Prieto quien comenzó en la mediapunta y ahí pasó desapercibido. Griezmann en la segunda parte estuvo algo más atinado. Pero fue Sergio, un mediapunta nato, quien aportó lo que hacía falta.

Y eso no era otra cosa que saber aprovechar las cualidades de los jugadores que pueden recibir el balón en posición de introducirlo en el interior de la portería rival. Sergio fue el autor del precioso y preciso pase a la espalda de la defensa que Griezmann convirtió en el 1-0 definitivo. Lasarte había elogiado a Sergio en la víspera del partido y el jugador respondió como se espera de un profesional, sobre el césped. Xabi Prieto también creció en la banda derecha, donde Nsue había empezado bien, desbordando sin problemas a su par, pero también donde acabó diluído a medida que el balón se alejó de su zona de influencia. Griezmann, incluso pasando muchos minutos sin tocar el esférico da la sensación de ser un gran jugador. Hace cosas, busca paredes. Es muy bueno. Oro puro. Y como no subamos a Primera no nos va a durar nada. Ya tenemos otro motivo para alcanzar una de las tres primeras plazas.

La Real parece haber aprendido ya lo que son los partidos de Segunda, parece haber adquirido la solvencia para gestionar marcadores cortos y finales apretados. El Recre apenas creó peligro una vez que se puso por detrás en el marcador y eso no se puede achacar sólo a la lluvia que se desencadenó con el gol de Griezmann ni tampoco al shock del rival al verse por detrás en el marcador en un partido en el que desplegó más fútbol que la Real. Es mérito también del equipo de Martín Lasarte. Es la demostración de que el camino de este conjunto en Segunda está dejando lecciones que parecen aprenderse, por mucho que de vez en cuando se cometa un borrón como el de Alicante. Pero también es importante saber que lo que dijo Lasarte en la víspera es cierto. Que éste es un equipo en construcción con gente muy joven sobre el césped. Pero sumar puntos y, especialmente, hacerlo de tres en tres en esta etapa es casi sinónimo de éxito al final de la temporada.

Que es un equipo en construcción no sólo se nota por la juventud de algunos de sus jugadores. Hay posiciones que todavía no están del todo cubiertas, y los laterales destacan sobre todas las demás. De la Bella sigue acumulando minutos sin enseñar demasiado, y tendría que preocupar que el canterano llamado a generar competencia en la izquierda, Sarasola, desapareciera incluso de las convocatorias con el catalán todavía lesionado. Y Estrada, pese a que haya tenido buenas actuaciones en ese puesto, no es una solución a largo plazo. El problema de la competencia es idéntico, pues Lasarte no cuenta de momento con Carlos Martínez y Mikel González es su recambio preferido en ambas bandas. También es preocupante que los dos delanteros del equipo lleven ya demasiado tiempo con la pólvora mojada, máxime cuando Lasarte no parece contar en absoluto con el tercero, Borja Viguera. Y también es preocupante, aunque ayer no tuviera influencia en el resultado final, que penaltis tan claros como el que sufrió Agirretxe con 0-0 en el marcador, no se señalen.

La conseguida ante el Recreativo es la cuarta victoria consecutiva en Anoeta. En las dos temporadas anteriores en Segunda, la Real no había alcanzado nunca ese registro. Tengámoslo en cuenta, porque llevamos demasiado tiempo destacando sólo los registros negativos. Tengamos en cuenta también que el equipo durmió ayer como líder otra vez, aunque el Cartagena nos coloque hoy en la segunda posición. Valorémoslo porque ayer ninguno de los equipos que aspira a luchar por el ascenso a Primera consiguió la victoria, demostrando que no es tan fácil sumar de tres en tres como parece que lo ve mucha gente cuando no lo hace el conjunto txuri urdin. La Real sigue volando. Volemos con ella, porque queda una semana menos para ser de nuevo equipo de Primera División.

viernes, noviembre 06, 2009

PREVIA Real Sociedad - Recreativo. A por el récord y la revancha

La Real busca revancha tras la goleada encajada en Alicante. Lo hace ante otro aspirante a subir a Primera División, el Recreativo de Huelva (sábado, 16:00 horas, Anoeta; Canal+ Liga y Gol TV), un equipo que descendió la temporada pasada y que mantiene bastantes de los jugadores con los que luchó en la división de honor. Pero no sólo busca revancha el equipo que dirige Martín Lasarte. También juega para conseguir la cuarta victoria consecutiva en Anoeta, lo que supondría un récord desde que se produjo el descenso en el verano de 2007. No sería un mal dato para contestar a todos aquellos que han querido hacer una montaña de la segunda derrota liguera del conjunto txuri urdin.

Martín Lasarte ha introducido dos cambios en la convocatoria, pero podrían ser más, hasta tres, los que haga en la alineación inicial. Vuelven a la lista dos de los que han sido titulares indiscutibles cuando han estado disponibles, Dani Estrada y Gorka Elustondo. El primero recuperará el lateral derecho, toda vez que el técnico txuri urdin ya ha demostrado que, por el momento, no tiene intención de confiar en Carlos Martínez (que verá el partido desde la grada). En cuanto al segundo, lo normal es que empiece el partido desde el banquillo, ya que es la primera lista en la que entra desde que cayera lesionado tras el encuentro en Soria, y no parece necesario forzar su vuelta. Lo normal es que en el once pierdan su sitio Labaka, Markel y Bueno.

Se ha criticado, y mucho, el cambio de planes de Lasarte en Alicante, por lo que tanto la táctica como los nombres se parecerán más a lo que se vio en Anoeta hace quince días, ante el Córdoba. Así, el once titular más probable será el que formen Bravo en la portería, Estrada, Mikel González, Ansotegi y De la Bella en defensa; Diego Rivas (como pivote único), Aranburu, Xabi Prieto, Nsue, Griezmann y Agirretxe. De esta forma, los dos máximos goleadores del equipo, el joven potrillo francés y el nueve txuri urdin, estarían de nuevo en el equipo inicial. Agirretxe busca romper una sequía de seis semanas, después de haber anotado cuatro goles en las cuatro primeras jornadas. No le vendría nada mal un gol.

Quizá la gran duda que mantenga Lasarte en estos momentos sea el nombre del jugador que se moverá en la mediapunta. Si el once inicial es el arriba referido, lo normal es que sea Xabi Prieto, y que su posición se conjugue con la movilidad de Nsue y Griezmann en la línea de tres mediapuntas. Sergio, de quien el técnico habló muy bien en la rueda de prensa anterior al partido, también cuenta con alguna opción, aunque parece menos probable esta solución. Bueno no se ganó el puesto en Alicante, lo que también resta posibilidades a la opción de que comparta ataque con Agirretxe.

La Real comienza la jornada en puestos de ascenso, en la tercera plaza, con 18 puntos y a dos del líder, el Cartagena, único equipo invicto de la categoría. El conjunto txuri urdin tiene opciones de recuperar el liderato que perdió en Alicante. Para ello, tendría que ganar su partido, que el Hércules no gane en su visita al Huesca y que el Cartagena pierda como visitante en Murcia (el empate dejaría al líder con los mismos puntos que la Real, pero con un gol average claramente superior, gracias sobre todo a la goleada encajada por los realistas en Alicante). Pero, ojo, que la igualdad de la Segunda División puede dar un disgusto en caso de derrota. El décimo clasificado, el Córdoba, está a tres puntos de la Real, por lo que un tropiezo en Anoeta podría hacer descender a los de Lasarte bastantes posiciones en la tabla.

Real y Recreativo jamás se han visto las caras en Segunda División. Y en Primera sólo lo han hecho en tres ocasiones, además con un balance claramente favorable al conjunto andaluz, que se ha llevado dos victorias de San Sebastián, ambas por 2-3. La primera fue en la temporada 78-79 (en la que la Real se clasificó para la Copa de la UEFA al final de la temporada), en la única ocasión en que estos dos equipos jugaron en el viejo Atotxa, y la segunda en la 06-07 (la del descenso a Segunda). El Recre, de hecho, fue el equipo que con más merecimiento venció en Anoeta en la última campaña de la Real en Primera, y debió hacerlo por un marcador mucho más claro y sin esperar hasta el descuento.

La única victoria txuri urdin se produjo en la campaña del último subcampeonato, la 2002-2003. Un solitario gol de Nihat a los pocos minutos de empezar el partido le dio los tres puntos y el liderato a una Real que soñaba, con los pies en la tierra, con ganar su tercera Liga. Sólo quedaban cuatro jornadas para acabar la competición. El liderato, con la ilusión y probablemente el título, lo perdió en la triste noche de Vigo.

martes, noviembre 03, 2009

Resultadismo mal entendido

Vivimos en la era del resultadismo. Vaya novedad que acabo de escribir, ¿verdad? Bueno, pues ahí va un concepto nuevo. Vivimos en la era del resultadismo mal entendido. Este fenómeno, ajeno a la Real hace no tantos años, nos ha golpeado de lleno cuando los resultados nos han colocado donde nunca esperábamos volver a vernos: en Segunda División y sin la capacidad necesaria para regresar a Primera. El resultado siempre ha sido lo más importante en el mundo del fútbol, y ahí el equipo txuri urdin nunca ha sido una excepción, claro. Lo que recordamos es el ascenso a Puertollano, el triunfo en Gijón, la Copa en Zaragoza y, en el lado negativo, las Ligas que se esfumaron en Sevilla y Vigo, el descenso de Valencia, el no ascenso de Vitoria. Resultados, al fin y al cabo.

Pero en la Real siempre había algo para matizar los resultados. Se hablaba de cantera, de futuro, de ilusión, de un partido concreto que nos dejó un gran sabor de boca. Ya no sucede así. Ahora, una derrota de la Real desata un furibundo torrente de calificativos a cual más dañino. Ya no hay nada positivo. Ya se ve cada derrota como una afrenta casi personal, como una negligencia imposible de asumir o redimir, como un insulto a muertos y vivos. ¿Por qué digo que es un resultadismo mal entendido? Porque este resultadismo sólo ve lo que quiere ver. Desde el domingo y durante toda la semana sólo se va a ver una cosa: Hércules 5 - Real Sociedad 1. Nada más que eso. Sin análisis, sin visión de conjunto, sin crítica seria. Sólo se ve el efecto del resultadismo. Del mal entendido.

La Real perdió 5-1 en Alicante, sí. Lo vi y lo sentí, no creáis que escribo desde un lugar en el que no lleguen al corazón como puñaladas los goles contrarios. Pero me asombra la crítica feroz, que está siempre ahí, agazapada y a la espera de que el equipo tenga un tropiezo para saltar a la yugular y destrozar todo lo destrozable. Y ahí es donde yo me rebelo, y lo hago con datos. Si a la Real lo que se le pide es ascender, a estas alturas de la temporada no se puede lanzar semejante ataque, porque el equipo de Martín Lasarte ocupa uno de los tres primeros puestos y tiene el camino bien trazado. Es más, tras la décima jornada, ya ha estado en zona de ascenso durante más tiempo que en las dos temporadas anteriores. Ha sido líder dos jornadas, y eso no lo había conseguido hasta el momento. Ahora mismo lleva 18 puntos, cuando en las dos anteriores tentativas de ascender tenía a estas alturas 14. Es tercera, cuando hace un año era décima y hace dos decimotercera.

Pero mi rebeldía va mucho más allá de los datos generales y se enfoca incluso en el partido. Ya sé que no es fácil discutir la contundencia de un 5-1, pero lo tengo que hacer. Olvidaros por un momento del resultado y decidme que con el 1-0 no veíais a la Real en condiciones de empatar y jugando de igual a igual ante el Hércules. Decidme que el 3-1 de Griezmann no os provocó ninguna sensación de que la remontada era posible, aunque muy difícil. Aunque tendemos a infravalorar a los rivales, yo vi a un muy buen contrario, que protagonizó un notable inicio de partido y que se vio frenado primero y dominado después por la Real.

Ahí, en ese instante en que el partido era txuri urdin y comenzaron a llegar ocasiones, llegó el primer gol local. El equipo de Lasarte hincó la rodilla por unos minutos. Pero volvió a levantarse y las apuestas eran para el 1-1, no para el 2-0. Éste llegó por un fallo individual, de Diego Rivas, no como producto del juego de uno y otro equipo. Podemos reprochar que el equipo tirara el partido tras el 3-1, pero no podemos dejar que eso contamine todo lo anterior. No si lo que se pretende es hacer una crítica veraz y constructiva. Si lo que se busca es otra cosa, allá cada cual.

Bien pensado, es imposible sortear la crítica endiablada o el resultadismo mal entendido. A Lillo se le censuraba el año pasado que el equipo empataba demasiado, que era mejor perder algo y ganar mucho que sumar siempre y quedarse en no conocer la derrota. Este año, la Real gana más, pero cuando pierde vuelan los cuchillos. Eso es incongruente, o bien un síntoma de que nunca se harán bien las cosas. Sé que el equipo hizo algunas mal en Alicante (no tantas como algunos pretenden ver), y que eso ante un buen equipo se puede pagar tan caro como lo pagamos ante el Hércules. Pero de ahí a valorar a la Real como "paupérrima", "sonrojante" o "patética" va un trecho muy largo. Yo no pienso sumarme a la lapidación que ha sufrido el equipo tras su último partido. Un gran rival nos ha ganado un partido por un marcador excesiva e injustamente abultado, gracias a errores individuales. Eso es todo.

Yo, como Griezmann, corro a por el balón en el fondo de las mallas porque siempre hay tiempo para remontar. Siempre. Y más cuando el equipo ha dado señales de vida y síntomas de buen fútbol. ¿Para cuándo un mínimo de confianza en los jugadores y técnicos...?

domingo, noviembre 01, 2009

HÉRCULES 5 - REAL SOCIEDAD 1 Un castigo tan injusto como fácil de explicar

Castigo durísimo el que se ha traído la Real del, ya se puede decir con toda tranquilidad, campo más maldito para este equipo de toda la geografía española. En veinte visitas, ni una sola victoria. Y doce años que, pese a todo, llevaba sin perder, se han visto quebrados por la mayor goleada que ha encajado el conjunto txuri urdin en esta andadura en Segunda División que transita ya por su tercera etapa. El castigo ha sido, decía, duro. Pero tan duro como ha sido, y sin atender al desasosiego que genera un marcador así, se puede afirmar que ha sido muy injusto, porque no refleja en absoluto lo que ambos equipos mostraron sobre el terreno de juego. Y, a la vez, se puede decir que es muy fácil de explicar visto lo visto sobre el césped del Rico Pérez, en mucho mejor estado de lo que se temía en las horas previas al encuentro.

La Real ha perdido 5-1 ante el Hércules fundamentalmente por cuatro motivos. El primero, el agujero en el centro del campo que ha permitido maniobrar al conjunto local. El segundo, la carencia que tiene este equipo en los laterales, independientemente de quién juegue o lo bien que lo pueda hacer. El tercero, los despistes individuales, que a este equipo le suelen costar muchos puntos. Y el cuarto, la falta de acierto ante la portería contraria. La parte menos preocupante de una derrota tan contundente como ésta es que dos de los cuatro errores tiene fácil solución en el trabajo semanal que se hace en Zubieta. Con el último vamos a tener que convivir durante un tiempo, quizá durante toda la temporada. Y el otro, el tercero de ellos, encontrará remedio con un mayor compromiso o, en caso de no lograrse, con el cambio de piezas en el once inicial. Martín Lasarte, como tipo sensato que es (acierte o se equivoque), asumió tras el partido toda la responsabilidad de la derrota. La tiene en parte y, si aplica esa sensatez, encontrará fácil solución para muchas cosas.

El técnico desplegó un once muy novedoso y decidió prescindir de Agirretxe y Griezmann. Con ello, y gracias a la derrota, Lasarte se convertirá en protagonista de un debate muy difícil de digerir, y es si la Real está en condiciones de prescindir de dos jugadores de sus características (sobre todo en el caso del francés, ya que su recambio natural, Johantan Estrada, volvió a quedarse sin minutos; fue Nsue quien ocupó la banda izquierda). Desde fuera da la sensación de que Lasarte ha querido poner músculo sobre el campo para evitar lo que sucedió en Valencia contra el Levante. Lo ha conseguido a medias, porque la primera mitad, quizá incluso los primeros 60 minutos, han sido un precioso enfrentamiento futbolístico, de poder a poder entre dos de los mejores equipos de la categoría. La Real consiguió frenar la arrancada inicial del Hércules y se metió pronto en el partido, generando ocasiones de gol que podrían haber escrito un guión muy diferente. Sobre todo un cabezazo franco de Bueno, titular hoy por delante de Agirretxe, que se marchó elevado.

Entramos aquí en el primero de los errores. El Hércules se ha manejado con cierta comodidad en el campo de la Real, con lo que ha podido llevar peligro al área txuri urdin (que no a la portería de Bravo, que apenas se ha tenido que emplear en todo el partido más que para sacar el balón del fondo de la red). La explicación hay que encontrarla en el mal partido de Markel, titular hoy. Si no endereza su rumbo, Markel lleva camino de convertirse en una eterna promesa, y más teniendo en cuenta que la Real de esta temporada cuenta en su mediocentro con Elustondo y que desde el Sanse vienen pujando muy fuerte Ros (hoy en el banquillo), Illarramendi o Albistegi. Markel venía de hacer buenas actuaciones en segundas partes, pero su regreso al once ha sido tan desafortunado que el regreso de Elustondo le condenará seguramente al banquillo, quizá incluso a la grada, durante un tiempo. Lasarte lo vio claro y Markel se quedó en el vestuario en el descanso, para dar entrada a Agirretxe y reforzar el ataque.

Ese cambio, aunque no sirvió para solucionar el problema en el centro del campo, fue muy acertado porque le dio al equipo mayor potencial ofensivo estando por detrás en el marcador. Agirretxe hizo suya la frontal del área, de una forma que Bueno (acabó sustituído por Sergio) no había sido capaz de lograr. El nueve realista tuvo una muy buena ocasión para marcar, a la que respondió el meta Calatayud con una notable estirada. Para entonces el Hércules ya ganaba 1-0, tanto que había materializado mediada la primera mitad. Aquí entramos en el segundo de los errores que ha motivado la derrota: la falta de laterales. El primer gol alicantino es producto de un error de los dos jugadores de banda. De la Bella cierra en la jugada la línea de fondo, pero permite el centro desde fuera hacia el segundo palo. Allí, un Mikel González muy desplazado hacia el centro, no en vano es central, deja demasiado espacio al atacante para que anote el 1-0.

Carlos Martínez estaba señalado como el lateral derecho titular y único de este equipo tras la marcha de Gerardo, pero su lesión en el primer entrenamiento de la pretemporada abrió el debate. Dani Estrada, con algunos altibajos, había cubierto con soltura la carencia de la Real en el lateral. Su primera sanción por tarjetas ha demostrado que falta algo en la plantilla. O quizá que Lasarte tendría que haber ido metendo a Carlos Martínez poco a poco, ya que hoy se estrenaba en una convocatoria, por lo que es probable que también se hubiera visto como precipitado el darle los 90 minutos. Pero en la izquierda también hay un problema. De la Bella no termina de responder del todo y parece que el técnico no confía en Sarasola (como tampoco en otros dos de los potrillos subidos del Sanse este año, el central Esnaola y el delantero Viguera). Este problema parece tener mala solución si no es con un fichaje de invierno.

La Real en todo caso, demostró coraje con el marcador en contra y, con el cambio ofensivo introducido por Lasarte en el descanso, se fue a por el partido. No sólo a por el empate, sino que también parecía claro que se pensaba en ganar. Y ahí entraron en juego los otros dos errores. Primero, porque a la Real le ha faltado pegada. Ha llegado al área rival con facilidad, con buenas combinaciones en el centro del campo, pero sus tiros apenas han tenido peligro. Ni Xabi Prieto ni Aranburu han generado el miedo en la grada o en el equipo rival a pesar de sus buenas posiciones de tiro. El segundo de los errores ha sido el más decisivo de todos: el de los despistes individuales. Cuando más hacía la Real por empatar, Diego Rivas ha perdido un balón absurdo en el centro del campo y ha permitido el contraataque herculino que ha acabado con el 2-0. Y probablemente con el partido.

Griezmann ha saltado al campo por Nsue (muy activo pero sin mucha suerte) para solventar el problema en ataque. Y ha marcado un gol que, pese a todo, ha devuelto a la Real al partido. Digo pese a todo porque cuando el francés marcó el equipo txuri urdin ya perdía 3-0. El tercero fue una reproducción del problema del primer gol: Mikel González no es lateral (y hay que tomar nota de ello; aunque le salga alguna buena actuación en la banda, su rendimiento bajó mucho el año pasado porque se le sacó con demasiada frecuencia del centro de la zaga, entonces para la defensa de tres con la que jugó Lillo durante buena parte de la campaña), no siguió una pared bien trenzada por el Hércules y el delantero remató a placer. El 4-1 revivió el error del lateral, y el 5-1 el de concentración individual. Esta vez fue Labaka quien regaló un balón franco para que el resultado se convirtiera en la mayor goleada recibida por la Real en Segunda desde 1966 (el Deportivo le venció entonces por el mismo resultado).

Anunque la crónica deportiva tiene la costumbre (y el defecto) de magnificar lo que sucede en el campo, sea a favor o en contra, en función del resultado, lo cierto es que el 5-1 que señalaba hoy el marcador fue profundamente injusto. El partido fue igualado y se decidió por el buen hacer en el contragolpe de un magnífico equipo, el Hércules, que será sin duda uno de los rivlaes en la lucha por el ascenso, como ya lo fue el año pasado (cuando se convirtió en el equipo que más puntos sumó en la Segunda de 22 equipos sin lograr una de las tres primeras plazas y, por tanto, el billete a Primera). Lo que más duele, de hecho, no es ni la derrota ni la goleada, sino precisamente eso, que ha sido ante un rival directo. La Real ha tirado a la basura el gol average particular contra el Hércules, lo que ya le obliga, mirando a junio, a sumar un punto más que los alicantinos o a al menos igualar la goleada en su visita a Anoeta.

A la espera de lo que haga el Numancia esta tarde en su visita al Levante, la Real mantiene la tercera posición, y eso sigue siendo una buena noticia. Tan buena como mala es que las dos defensas del liderato que ha tenido que hacer el conjunto de Lasarte hasta ahora se hayan convertido en las dos derrotas realistas en esta Liga. El comienzo del tramo más duro de la campaña ha sido malo. Muy malo. Toca responder con autoridad en la segunda etapa, el sábado que viene ante el Recreativo en Anoeta. El 5-1 obliga a Lasarte a reflexionar para encontrar solucionar a los evidentes problemas que ha manifestado la Real hoy en Alicante. Pero que nadie se vuelva loco. Aunque la factura ha sido elevada, los problemas han sido cuatro. Muy fácilmente localizables y, algunos, subsanables con trabajo. Este equipo sigue mostrando detalles positivos y esos son los que nos pueden llevar a Primera. Si sabemos aprovecharlos y rentabilizarlos. El sábado, otra oportunidad de este larguísimo trayecto hasta junio de 2010.