domingo, diciembre 05, 2010

REAL SOCIEDAD 2 - ATHLETIC 0 Aurten bai, este año sí

Aurten bai era el lema con el que muchos anunciaban el regreso de la Real a Primera. Este año sí. Se falló a la primera, pero a la segunda se hizo realidad. Y este año sí, ya lo creo que sí. Pero no lo digo por el ascenso. No lo digo tampoco porque ahora me crea que esta Real va a acabar sí o sí en los puestos europeos que ha alcanzado esta jornada. No, no es eso. Lo digo porque, este año sí, la Real está haciendo disfrutar. Y en Primera. Donde tantos años nos hizo sufrir, incluso en sus buenos partidos, antes de aquella debacle consumada en Valencia en un caluroso día de junio de 2007. Hoy no ha hecho disfrutar con su fútbol, pero sí con su entrega, con su lucha, con sus ganas de ganar. Y, por qué no decirlo, con su suerte. Esa que tantas y tantas veces le ha sido esquiva y que hoy, en forma de circunstancias más o menos fortuitas, le han acabado dando el triunfo en el derbi. En uno de esos días que se disfruta más de la victoria por el rival que había enfrente. Ante un Anoeta volcado, lleno y sencillamente precioso. ¿Pistas de atletismo? Hoy no las había. Porque hoy se jaleaba cada maravilla de Xabi Prieto, cada invento imaginativo de Griezmann, cada carrera de Llorente, cada corte de Mikel González y Ansotegi y cada corte de un inmenso Diego Rivas. Y a la Real, se jaleaba a la Real. Qué bonito. Este año sí, qué bonito.

Ninguna sorpresa en el once de Martín Lasarte, su once, en el que Aranburu recuperó el puesto que en Gijón ocupó Elustondo. Con el tridente en la mediapunta y Llorente arriba. El comienzo no fue demasiado alentador, porque el Athletic quiso el balón y lo movió. No con demasiado acierto, pero sí es verdad que logró frenar la habitual salida potente de la Real, con la que desarboló a algunos de sus rivales anteriores. Y fue en el minuto dos cuando el Athletic tuvo su primera y gran ocasión de todo el partido, la única en la que realmente Bravo vivió una situación de exigencia. Un corner rematado por San José y despejado por el gran guardameta chileno, que prolonga su estado de gracia, con aquel pequeño manchón de su salida en el gol del Sporting hace una semana. Ahí se vieron dos de las constantes de este partido: la omnipresencia de San José en las jugadas decisivas de este partido y la facilidad con la que el Athletic ha rematado todos los saques desde la esquina, auténtico punto flaco hoy de la Real y que continúa lo visto en El Molinón hace una semana. En cualquier caso, el equipo txuri urdin comenzó a nivelar poco a poco el partido, con algún centro con peligro de Xabi Prieto que no encontró rematador.

Minuto 24, primera jugada decisiva del partido. Zurutuza cabecea a puerta un centro de Carlos Martínez y San José despeja con el brazo. Penalti. Ha costado doce jornadas y casi media hora que la Real viera la primera pena máxima a favor, siendo el último equipo de Primera en disfrutar de ese momento. Clarísima y sin discusión. Puestos a discutir, podríamos plantearnos por qué no fue tarjeta roja, pues el reglamento contempla que un remate a gol despejado con la mano debe ser sancionado así. Xabi Prieto cogió el balón y con su paradinha y su sangre fría habituales marcó. Y no valió. Primer penalti y tenía que costar que fuera gol, no podía ser de otra forma. La repetición no sólo fue asombrosa (Xabi no llega a detenerse en la carrera, eso es lo único ilegal, no hacer una paradinha) sino además castigada con tarjeta amarilla por una norma que no existe en el reglamento. Absolutamente increíble. Pero con Xabi no pueden. No serán capaces de ponerle nervioso. Ni recordando que su único penalti fallado había sido contra el Athletic y la última vez que los bilbaínos pasaron por Anoeta. Y marcó el segundo, al igual que el primero. Pero esta vez sin paradinha. Y, qué cosas, en la misma portería y con la misma repetición que tuvo lugar en aquella tarde de junio en la que la Real se ganó el regreso a Primera División. El recuerdo hermoso pudo al triste. Este año sí.

El gol hizo crecer a Xabi Prieto y a sus diabluras, a las de Griezmann (debió marcar el segundo a puerta vacía, pero no se dio cuenta de la claridad de la ocasión y la mandó al palo), a las de Zurutuza. Cuánta calidad hay en esa línea de mediapuntas. Pero no sólo ahí ganó la Real el partido. Disfrutó de sus mejores minutos a partir del gol y hasta el descanso, pero sí se llegó a ese momento en ventaja fue por el prodigioso partido de Diego Rivas, descomunal en el corte de balón, multiplicándose para aparecer en todas las zonas del campo y para aguantar en él más de una hora de juego con una tarjeta amarilla. Sencillamente brutal. Renovación ya. Venga quien venga desde la cantera, porque Rivas es ahora mismo un referente que además puede hacer crecer a los chavales. "Pico y palo para que los de arriba disfruten". Así se definió el bueno del manchego tras el partido. Y hoy un pico y una pala de oro. Con él delante, Ansotegi y Mikel González se dedicaron a explotar sus virtudes, el corte de balón y la anticipación. Tantos centros cortaron ellos como jugadas Rivas. Y secaron a Fernando Llorente en todas las facetas del juego, salvo, insisto, en los remates de saque de esquina. Y un dato que destacaron en rueda de prensa tanto Caparrós como Lasarte. Hasta hoy, el Athletic había marcado en todos los partidos. Hoy no. En Anoeta tampoco marcó el Villarreal, ni el Espanyol, ni el Racing. No es casualidad. Es que la Real juega.

Y juega en defensa y en ataque. Los goles de la Real llegaron de la manera más accidental que uno pueda imaginar, un penalti y un remate en propia puerta, pero llegaron cuando el equipo jugaba, cuendo trenzaba combinaciones y metía balones peligrosos en el área. Porque vaya pase de Xabi Prieto buscando a Joseba Llorente en el segundo palo. San José evitó el gol del 8 realista, confirmando que el defensa del Athletic tenía que estar en todas las jugadas decisivas. 2-0 a los cuatro minutos de la segunda mitad y mucha tierra de por medio. Mucha, pero más que por los dos goles de ventaja porque la Real desactivó por completo el juego del Athletic. Los bilbaínos, que son un equipo que ha protagonizado remontadas espectaculares en los últimos años, no sabía cómo meterle mano al partido. Nunca supo cómo generar peligro más allá de bombeando balones y con disparos lejanos que nunca inquietaron a Claudio Bravo. El precio a pagar fue que la Real renunció a jugar en ataque. Sólo buscaba que el balón llegara de cualquiera manera arriba y allí fiarlo todo a la imaginación de sus talentos, o que Carlos Martínez (desafortunadísimo con el balón salvo en la jugada del penalti, inmenso como siempre en el esfuerzo) y De la Bella dieran desahogo por las bandas. Como saben. Como siempre.

No es casualidad que en la segunda mitad, con ese panorama más defensivo, las dos grandes ocasiones de la Real llegaran a balón parado. La primera un trallazo de falta directa de Griezman que un muy acertado Iraizoz sacó con firmeza. La segunda, un cabezazo de Llorente completamente solo que se le fue arriba. Seguro que Llorente se acordó de aquel remate de cabeza contra el Betis en la temporada del subcampeonato, que se le fue de la misma manera. El pase, otra maravilla del artista del día, de Xabi Prieto, grande como durante toda la Liga y casi siempre consciente de cuál era la mejor opción. Decisivo de nuevo, con un gol y una asistencia (aunque el gol fuera en propia meta). ¿El Athletic? Mucho balón. Muchísimo. Pero un balón que casi siempre acababa en los pies de Diego Rivas. Anso y Mikel desesperaron a Llorente. Al de ellos. Y el nuestro contribuyó lo suyo a desesperar a la defensa bilbaína. Los cambios de Lasarte ayudaron a que el resto del partido se jugara más cerca de la portería de Bravo. Metió tres centrales, Labaka entró por Zurutuza (qué clase la suya). El segundo cambio dio oxígeno arriba, Agirretxe por Llorente. Y Agirretxe estuvo brillante, dando alternativas y generando peligro. Se ha ganado, ojalá, la confianza de Lasarte. El tercero, Markel por Aranburu, fue más testimonial que defensivo.

Y de ahí al final, sólo la fiesta de un Anoeta feliz. Lleno y feliz. En Primera. Y soñando. No se puede saber dónde está el límite de la Real. Sí se sabe dónde está hoy. Sexta en la clasificación. En puesto europeo. Con 22 puntos, más de la mitad de lo que se considera necesario para alcanzar la salvación cuando todavía quedan cinco partidos para el ecuador de la Liga. Con doce puntos de ventaja sobre la frontera que marca el descenso. Anoeta es un fortín, donde sólo un afortunado Madrid y un Atlético ayudado por el árbitro han conseguido ganar. Y marcar, porque nadie más lo ha hecho. El equipo da buenas sensaciones, e incluso no es descabellado pensar que se debía haber sumado algún punto más que se fue por cosas del fútbol y por cosas de los árbitros. Sus jugadores estrella están respondiendo tan bien como sus sacrificados peones de brega. No hay peros posibles a una Real que está generando felicidad con su honestidad, con su entrega y con su fe. Porque es la fe lo que mueve la camiseta txuri urdin. Y el cariño a un escudo, a unos colores, a una forma de entender el fútbol, la de cantera, la de lucha. Ese ha sido siempre el camino de la Real. Y mientras se mantenga fiel a ese camino, podrá ganar o podrá perder. Pero será la Real. Y eso suele tener premio. Hoy lo ha tenido. Este año sí hay que disfutar. Y si es ganando un derbi, que siga la fiesta.

5 comentarios:

Doctora dijo...

Enhorabuena :)

sammymoly dijo...

gran victoria!!!buena crónica de lo que pasó.a disfrutar este momento. Tenemos un centrod el campo espectacular. y no hablo del tridente, que eso ya es el no va mas jeje, sino de la consistencia que dan rivas-elustondo-aramburu. da igual quien salga. los 3 estan cuajando un temporadon, nos dan seguridad y control en los partidos, y sobre todo mucho empuje.
habra que mejorar esas jugadas a balon parado en contra, puede resultar mortal en partidos igualados.

saludos

Juan Rodríguez Millán dijo...

Doctora, muchas gracias, je, je...

Sammymoly, a mí Aranburu ayer me pareció más flojo, sobre todo con el balón, pero es cierto que valen mucho los tres y están haciendo buena temporada. En lo poquito que ha jugado, tampoco Markel ha desentonado (Pamplona al margen). Y lo de Diego Rivas me parece espectacular cuando juega como el domingo...

cityground dijo...

Gran triunfo, disfrute como un enano aunque el partido no fuera una maravilla, estuvimos muy serios y el Athletic se le vio muchas carencias para crear peligro.

Partidazo de Rivas y X. Prieto, la tarjeta de Xabi de verguenza.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Cityground, es que fue un día para disfrutar de lo lindo. Como casi toda la temporada, en realidad. Totalmente de acuerdo en tus apreciaciones.