viernes, mayo 31, 2013

PREVIA Deportivo - Real Sociedad. Hasta el último aliento

Griezmann, en el partido de la 2010-2011.
La temporada 2012-2013 llega a su fin (sábado, 21.00 horas, Riazor, Cuatro) y a la Real ya no le queda más camino que buscar el gran premio que supondría la cuarta plaza hasta el último aliento, para responder así a la ilusión que todavía sigue viva en una afición incansable y que acompañará por cientos al equipo en tierras gallegas. A pesar del memorable derroche de garra que protagonizó ante el Real Madrid, el equipo txuri urdin perdió la ventaja que tenía sobre el Valencia en la jornada 37, y ahora debe ganar su partido ante un Deportivo que es uno de los cuatro equipos que luchan por eludir las tres plazas de descenso, y esperar noticias desde el Sánchez Pizjuán, donde el Sevilla tendría que lograr al menos el empate ante el Valencia para que el sueño de disputar la Champions League la próxima temporada viajara hasta San Sebastián. No es todavía tiempo de pensar en eso, pero será también el último partido de Philippe Montanier en el banquillo de la Real.

Salvo que haya algún contratiempo inesperada en el último entrenamiento antes de viajar, Montanier tomará sus decisiones sobre la convocatoria para el último partido de la temporada ya en La Coruña. Dado el carácter definitivo del choque contra el Depor, el club ha decidido que viaje toda la plantilla a tierras gallegas. El técnico francés cuenta con sólo dos bajas, las ya conocidas de Elustondo y Dani Estrada, por lo que tendrá que escoger dos jugadores más para que sigan el encuentro desde la grada junto a los ausentes por problemas físicos. Carlos Vela es la gran novedad en la expedición, después de perderse el partido contra el Real Madrid por sanción. Los tocados de las últimas semanas, especialmente Illarramendi y Chory Castro, parecen estar en plenas condiciones para afrontar este partido. Será el último de Montanier en la Real y, sin confirmación oficial, también parece segura la despedida de José Ángel.

La Real presentará en Riazor el que ha sido su once de gala durante la temporada, en especial en la segunda vuelta. Bravo estará en la portería, con Carlos Martínez y De la Bella en los laterales, e Iñigo Martínez y Mikel González por el centro. Markel e Illarramendi formarán el doble pivote, con Vela por la derecha, Xabi Prieto por el centro y Griezmann por la izquierda. Y Agirretxe será el hombre más adelantado. Todo lo que no sea este once, será una formidable sorpresa por parte de Montanier. Lo más lógico es que los dos descartados salgan de la terna que forman Ansotegi, Cadamuro y Ros, con casi todas las papeletas para el centrocampista. José Ángel podría entrar también en ese grupo, aunque la ausencia de Estrada le da más opciones de estar en el banquillo. Zubikarai, Pardo, Zurutuza, Chory Castro e Ifrán estarán con seguridad en la suplencia esperando su oportunidad en la segunda parte.

El empate contra el Real Madrid dejó a la Real con 63 puntos, dos por debajo de su rival por la cuarta plaza, el Valencia. Las cuentas son sencillas y pasan por ganar en Riazor. Si ese resultado se produce, el empate o la derrota del conjunto levantino en su visita al Sevilla le daría la cuarta posición. Cualquiera de las otras siete combinaciones posibles de esta última jornada deja a la Real en Europa League y al Valencia en la plaza que da acceso a la previa de Champions. El equipo txuri urdin es el cuarto mejor a domicilio, mantendría esa posición sumando en Riazor, gracias a los 26 puntos que le han dado sus siete victorias y cinco empates logrados lejos de Anoeta. El Deportivo es decimoséptimo con 35 puntos y prácticamente está obligado a ganar para mantener la categoría, porque Celta, Zaragoza (ambos con 34 puntos) y Mallorca (33) juegan en casa y será difícil que los tres caigan. Como local, aunque lleva seis partidos consecutivos sin perder, sólo ha sumado más puntos que Granada y Zaragoza, habiendo cosechado siete derrotas y cinco empates.

Deportivo y Real Sociedad se han visto las caras en 37 partidos de Liga, 31 de ellos en Primera División. En la máxima categoría, el balance es claramente favorable a los gallegos, que han sumado 18 victorias, por 5 de la Real y ocho empates. Es un balance incluso algo más favorable para los locales si contamos los enfrentamientos sólo desde que el Depor regresó a Primera en los años 90, porque de los 17 partidos jugados desde entonces diez fueron victorias locales y sólo tres visitantes. El triunfo txuri urdin más claro fue el 0-2 de la temporada 1969-1970, con goles de Gaztelu y Arambarri. La mayor goleada del Depor es el 5-0 de la campaña 1955-1956. En Segunda se vio este duelo en cuatro ocasiones, en las cuales la Real no conoce la victoria, pues se trajo de vuelta tres derrotas y un empate. En la misma temporada de ese empate, la 1940-1941, sí consiguió vencer el conjunto txuri urdin en la posterior fase de ascenso, por 3-4.

La última vez que Riazor vio a la Real fue en la temporada 2010-2011, la del regreso de a Primera del conjunto txuri urdin y que concluyó con el descenso a Segunda de los deportivistas. A pesar de que Martín Lasarte le dio la titularidad a Illarramendi, y fácilmente se le pudo considerar el mejor realista, el equipo jugó un partido lamentable, en especial la primera mitad. Riki adelantó al Depor en el minuto 40, en una jugada de estrategia mal defendida por la Real. Adrián marcó el segundo once minutos después de la reanudación y parecía sentenciar el partido. Cuando Lasarte recompuso el equipo con sus cambios, el casi olvidado Agirretxe acortó distancias, pero ni poniendo todo el arsenal ofensivo disponible sobre el campo se generaron ocasiones de gol que alteraran el 2-1 final. Era el día para que la Real pensara en objetivos europeos, pero la cuarta derrota consecutiva a domicilio en la segunda vuelta provocó que Lasarte, muy enfadado, dijera después en rueda de prensa que había quedado claro que no era posible.

En la primera vuelta de la presente temporada, la 2012-2013, el Depor arrancó un empate a uno de Anoeta en un partido en el que jugó media hora con un jugador menos. Las ausencias obligaron a Montanier a colocar como centrales a Ansotegi y Elustondo y eso hizo retroceder el juego de la Real y redujo sus posibilidades ofensivas. Un error de Illarra por querer conducir demasiado el balón ante la nula salida jugada desde atrás permitió un robo de los gallegos cerca del área de Bravo, que permitió a Pizzi hacer el 0-1. Vela, no obstante, empató el partido en el último minuto de la primera mitad en una gran acción personal. Evaldo vio dos amarillas en quince minutos y parecía dejar el partido en manos de la Real, pero el juego txuri urdin, con cambios tardíos, se atropelló de tal modo que acabó por no generar claras ocasiones de gol. El penúltimo clasificado sacó un punto de Anoeta con apenas un poco de orden atrás y una mayor determinación en su objetivo cuando el árbitro cambió el partido al dejarle en inferioridad numérica.

martes, mayo 28, 2013

Una semana más de ilusión

Anoeta, vestido de txuri urdin.
Anoeta estaba precioso. Prácticamente lleno, con su mosaico txuri urdin, como la caldera que su diseño arquitectónico le negaba ser pero que en los grandes días resuena como ninguna otra. Precioso. Tenía la carne de gallina, los pelos de punta, la lágrima a punto de brotar y el corazón en la garganta. Cualquier tópico vale. Anoeta, sobre todo la gente que estuvo allí (y los que no, los que sufrieron en la distancia, que tienen tanto mérito, incluso a veces más que los que tienen al equipo tan cerca), no se llevó la alegría que esperaba, la que sin duda se merecía por tantos motivos. La Real no ganó y el Valencia sí lo hizo. La clasificación para la Champions League estuvo cerca de convertirse en una quimera, pero el postrero gol de Xabi Prieto, uno de esos que se marcan con el alma de 30.000 personas empujando a la vez, aumentó un poco la esperanza que estuvo tan cerca de perderse durante un partido que permanecerá en la memoria por mucho tiempo.

Fueron tantas las razones para admirar el coraje de la Real, que me quedo también con las que no sentí yo. Johanna Garå, periodista sueca, estuvo en Anoeta por primera vez viendo este partido. Como yo, no daba crédito a lo que estaba viendo, a lo inverosímil que era que el Real Madrid, sobre todo en la primera parte, estuviera ganando el partido. Antes de que arrancara estuvimos hablando de la Real, de su equipo, de sus jugadores. Destacan siempre los jóvenes, claro. Y luego, ya con el balón en juego, me preguntó por la edad de Carlos Martínez, después de que éste hiciera un jugadón, uno de tantos en una deslumbrante actuación más. Al decirle que no es precisamente el último jugador en llegar al primer equipo, añadió una segunda pregunta: "¿Y siempre ha jugado así?". Probablemente no, claro, porque esta es de largo la mejor temporada de su vida, pero la esencia de Charly siempre ha estado ahí, desde aquel entusiasta debut en Segunda contra el Castellón.

#AupaReal, el mensaje antes y después del partido.
Es ese entusiasmo el que obliga a mantener ese "Aúpa Real" que pidió el club durante una semana más. La ilusión no puede morir así. Con el 2-3 que campeaba en el marcador de Anoeta en el minuto 90, sólo había una posibilidad de las nueve que se pueden dar el próximo sábado que daba a la Real el premio, su victoria en La Coruña y la derrota del Valencia en Sevilla. El gol de Xabi Prieto, el segundo que marcó y el quinto que le hizo al Madrid esta temporada, dio otra posibilidad más: el empate del Valencia también vale siempre y cuando la Real sume los tres puntos. ¿El clavo ardiendo al que nos podemos agarrar? Que el equipo levantino sólo ha ganado 14 de los 67 partidos que ha jugado en terreno sevillista, que en los últimos ocho años no lo ha conseguido ni una sola vez, periodo en el que ha sumado seis derrotas y dos empates, marcando sólo tres goles. Bien es verdad que la Real sólo ha ganado en una de sus últimas nueve visitas a Riazor, pero este equipo ha roto ya tantas estadísticas esta temporada que hay que seguir confiando.

Griezmann, serio. Y ambicioso.
Y yo confío en este equipo, en estos jugadores, en esta plantilla. Confío porque se lo han merecido. Y a lo que hacen en el terreno de juego añado un detalle más. Cuando salieron a la zona mixta de Anoeta para atender a los medios, las preguntas iban por los mismos derroteros. Que se había escapado la cuarta plaza, que la Real ya no dependía de sí misma, pero que no pasaba nada, que la Europa League era ya un premio extraordinario. Sí, lo es. Pero sus caras no decían eso. En sus ojos dolía la derrota, que ni es definitiva ni se produjo en el partido. Pero ellos saben que algo se perdió el domingo. Y por eso sus miradas, sus expresiones, transmitían ese dolor. Quieren la cuarta plaza. La ambición forma ya parte del vestuario de Anoeta. Y cuando eso es lo que se siente, sí que no pasa absolutamente nada por no ganar al Real Madrid o por no lograr la cuarta plaza. Lo que se le puede exigir al equipo es esa ambición que ahora ya tienen. Ganar o perder forma parte del deporte. El domingo pasado nos tocó perder. ¿Pero y si ganamos el sábado que viene? Sí, habrá una semana más de ilusión.

lunes, mayo 27, 2013

REAL SOCIEDAD 3 - REAL MADRID 3. #AupaReal

El once inicial de la Real.
Pocas veces será tan difícil explicar lo que se ha vivido en un partido de la Real y, paradójicamente, pocas veces será tan fácil. Porque difícil es explicar por qué no ha conseguido los tres puntos en juego ante el Real Madrid, después de un partido intenso, emocionante, soberbio por momentos y en el que generó dos docenas de llegadas de peligro y marcó nada menos que tres goles. Pero es que el marcador es la parte sencilla del fútbol y cuando el deplorable González González señaló el final del partido éste marcaba un empate a tres ya inamovible y doloroso porque supone decir adiós, como poco durante una semana, a esa cuarta plaza que daba acceso a una más que merecida Champions League, premio indiscutible para un equipo que se lo ha ganado con un fútbol espectacular durante tantas grandes tardes de fútbol. Con sus defectos, que alguno se vio en este memorable partido, al que se sumó, como siempre, la afición que llenó Anoeta. La que, como había pedido el club en las horas previas, entonó el #AupaReal que, aún sin triunfo, es obligado entonar con mucha mas fuerza.

0-1, Higuaín.
El partido prometía disputarse por los cauces prometidos. No hizo falta más que el primer minuto de partido para comprobarlo. La Real salió con todo. Con todo lo que le dejaron, vaya, porque la sanción de Vela es de las que tendría que formar parte de la antología del disparate de esta absurda Liga española en la que vivimos. Salió, para alivio de todo Anoeta, con Illarra en el centro del campo, con Chory como sustituto del mexicano y manteniendo a Zurutuza en el banquillo. El descartado, Ansotegi, era también y a su manera una declaración de intenciones. Y el Madrid salió, de inicio, a pasearse y a cubrir el expediente. Sin Cristiano Ronaldo, al que se descartó de la convocatoria y ni siquiera permaneció en el estadio donostiarra durante todo el partido. Y en el primer minuto, Chory Castro fue el primero en probar puntería. Fuera, pero marcando ya el terreno. La Real lo iba a probar todo. Ese era el mensaje, y así fue durante los más de 90 minutos posteriores a esa primera intentona.

Callejón hace el 0-2.
Pero muy pronto hizo acto de presencia el mayor enemigo del día: los nervios. El enésimo balón atrás de Markel Bergara desembocó en un garrafal error de Mikel González, que le regaló el balón a Higuaín para que éste encarara a Bravo y le batiera con total facilidad. La Real tenía que ganar y se encontró con el marcador en contra a los cinco minutos de juego. Pero no cambió en absoluto su forma de encarar el partido. Al ataque iba a ser y este contratiempo no hizo más que acentuar sus intenciones. Los primeros 45 minutos fueron un absoluto monólogo txuri urdin ante un Real Madrid que, con grandes jugadores en el césped por muy suplentes que puedan ser algunos, se limitó a cubrir el expediente. Las ocasiones se fueron sucediendo sobre la portería de Diego López. Agirretxe, prácticamente tras el gol del Madrid, tuvo la primera, sentando a Carvalho con categoría pero elevando demasiado la vaselina con la que intentó superar a Diego López.

Mikel González tuvo la oportunidad de enmendar su error ante la portería contraria, pero acabó disparando fuera tras un córner botado al segundo palo. Un pase sensacional de Chory Castro se quedó sin rematador. Un cabezazo de Griezmann encontró una antológica parada de Diego López y otro testarazo, esta vez de Agirretxe, se topó de nuevo con el cancerbero madridista. Otra formidable combinación realista la sacó casi bajo palos Essien cuando ya se cantaba el gol de Griezmann. El francés, otra vez de cabeza. Chory Castro en un tiro que atrapó Diego López en dos tiempos. Un maravilloso centro de De la Bella que cruzó el área madridista sin encontrar rematador en Agirretxe ni Griezmann. ¿Y el Madrid? Nada. El Madrid había sido aplastado pero, sin embargo, se marchó al descanso con una más que inmerecida ventaja en el marcador. Pero, claro, por nada que tuviera en juego era difícil pensar que Mourinho, que ejerció una vez más de técnico impresentable e hizo que nadie de su equipo atendiera a la prensa en Anoeta, permitiría semejante relajación en su equipo durante 90 minutos.

Xabi Prieto recorta distancias de penalti.
Así fue en el arranque de la segunda mitad, después de que a los cuatro minutos un disparo con violencia de Agirretxe se encontrara de nuevo a Diego López y demostrara que la puntería del realista estaba hoy de vacaciones. Porque el primer cuarto de hora de la reanudación fue madridista. El 0-2 se veía venir y llegó en el minuto 13. Kaká metió el balón en el área y Callejón, entrando desde atrás libre de marca sólo tuvo que poner el pie para hacer el segundo gol de los visitantes. Antes de eso, Iñigo Martínez estuvo a punto de marcar en su propia portería. Fue otra manifestación de que el equipo sintió la presión de lo que había en juego. Y eso no es un aspecto a criticar en sí mismo. A este equipo no se le ha permitido pensar en grandezas hasta hace poco más de dos meses. No es tan fácil asimilar que se está tan cerca del cielo. Eso le pesó a los realistas, que protagonizaron varios fallos atrás. Carlos Martínez o Bravo también dejaron en pies de los atacantes madridistas jugadas de franco peligro. El partido pintaba francamente mal. Pero esta Real tiene algo mágico. No se rinde, no importa cuan grande sea la montaña a escalar.

Griezmann empata el partido.
Y eso que la montaña se hizo mucho, pero mucho más grande al marcar el Valencia ante el Granada el 1-0 que finalmente sería definitivo sólo un minuto después del 0-2 del Madrid. Montanier pudo haber detenido la sangría de alguna manera, pero su parsimonia habitual lo impidió. Su primer cambio, Zurutuza por Illarra, llegó tras la celebración del 0-2. Pero apenas cuatro minutos después, un centro desde la banda derecha lo cortó Khedira con la mano e incluso González González, un árbitro que evidenció una marcada animadversión hacia la Real que viene mostrando desde que sus caminos se cruzaron en Segunda División, no tuvo más remedio que señalar penalti. Xabi Prieto, con un lanzamiento digno de mostrarse en las escuelas de fútbol, colocó el balón junto al palo, haciendo inútil la estirada de Diego López e insuflando vida al sueño de Champions del que seguramente muchos ya habían despertado con el 0-2. Y a renglón seguido ese martillo pilón ofensivo que es la Real estuvo a punto de igualar el marcador. Agirretxe, con un control de categoría y un pase al hueco sensacional dejó a Griezmann, hoy memorable, solo ante Diego López, pero el francés lanzó el balón fuera a puerta vacía, tras haber regateado al portero madridista.

El tercero del Madrid.
Ifrán, ya en el campo en lugar de Chory Castro, trató de romper la maldición realista en faltas directas, pero se topó también con Diego López. Y ahí el fútbol por fin sonrió a la Real. Con una de sus maravillosas jugadas, lanzada por Ifrán, consiguió el gol del empate. Carlos Martínez, qué maravilloso partido el suyo como una guinda a una temporada intachable, puso un balón de gol en el corazón del área. Agirretxe no llegó pero Griezmann sí lo hizo en el segundo palo. 2-2 y Anoeta se caía de emoción, pensando en otra antológica remontada como la que protagonizó ante el Barcelona. Quedaban trece minutos y nadie pensaba en otra cosa que no fuera ganar. Pero la alegría no dura en casa del pobre, y en la siguiente jugada Khedira trazó una preciosa pared con Ozil y, con Bravo demasiado vencido en el suelo, no tuvo más que levantar la pelota para hacer el tercer gol del Madrid. ¿Hizo el enésimo golpe que la Real bajara los brazos? En absoluto. Empujó con más fuerza si cabe. Y para demostrarlo, acto seguido Xabi Prieto enganchó un formidable cabezazo en plancha que, una vez más, lo sacó Diego López.

El empate a tres definitivo.
Pudo sentenciar Higuaín a la contra, y pudo empatar Agirretxe en un cabezazo que conectó desde inmejorable posición. Y marcó la Real en una jugada que, no podía ser de otra manera, González González no consintió. Marcó Griezmann en posición de fuera de juego. ¿Pero no vino el balón de un jugador del Real Madrid? Ningún jugador de la Real perdió tiempo luchando contra molinos de viento y todos, como grupo, apoyados por más de 30.000 almas, siguieron empujando. Hasta que el fútbol hizo justicia, siquiera mínimamente, con el esfuerzo de una Real memorable. Una dejada de cabeza de Agirretxe tras un centro desde la banda derecha la buscó Xabi Prieto con el alma, con el cuerpo y con el corazón. Y acabaron dentro de la portería, no se sabe ni cómo, portero, atacante y balón. Sólo faltaba el barro de Atotxa para que la jugada pareciera poesía futbolística de otra época. Era ya el minuto 93 y no hubo tiempo para más, quedando inconclusa la gesta de la remontada. Si alguien le dice a Xabi Prieto que una temporada le va a marcar cinco goles al Madrid para sumar sólo un punto, sin duda se habría reído.

Los héroes realistas.
A falta de sólo una jornada, la Real pierde la cuarta posición. Y aunque queda una jornada la sensación es la de que el tren se ha escapado. Es posible, desde luego que lo es. Y hay que jugar pensando así. Pero ahora pesan puntos de otros días, mensajes que se han dado desde hace meses y la enorme mala suerte que supone ceder dos puntos en un partido jugada no ya para ganar sino para golear al Real Madrid. Lo negativo del partido estuvo en los nervios que atenazaron a la defensa realista y que, al final, decidieron la suerte del encuentro, y en no haber tenido recursos para frenar el impetuoso arranque del Madrid en la segunda mitad. Y, si quieren, el nulo acierto hoy de un Agirretxe batallador hasta la extenuación. ¿Todo lo demás? Memorable, formidable, antológico. Qué manera de luchar en un campo de fútbol. Qué manera de sufrir. Qué manera de jugar. Y qué lástima, digan lo que digan desde Valencia o desde cualquier otro lugar, que estas maravillosas actuaciones puedan no obtener el premio de la Champions. Pero en todo caso, #AupaReal. El aplauso final de Anoeta a los suyos fue lo más justo que vio un injusto partido.

sábado, mayo 25, 2013

PREVIA Real Sociedad - Real Madrid. Match point de Champions

Carlos Martínez y Ronaldo en el duelo de la pasada Liga.
Primer match point de Champions (domingo, 20.00 horas, Anoeta, Canal +). Si la Real vence al Real Madrid, aún con bajas y con la temporada ya finalizada, y el Valencia pierde ante el Granada, el sueño europeo se habrá hecho realidad a lo grande, certificando el regreso a la principal competición continental. Sea cual sea el resultado, la pelea seguirá abierta, porque tener el average ganado impide al Valencia lograr ese objetivo tras esta jornada 37. Montanier se despedirá de Anoeta tras una semana de demasiados rumores con tanto como hay en juego. La Real necesita otra noche grande y Anoeta responderá como siempre, con un lleno rotundo, pero de una forma muy especial, porque hace años que no ve un objetivo tan hermoso como el que se dirimirá en los 90 minutos. Es un día para sufrir, pero también para soñar. Es una noche de fútbol como las que se merece la Real. Y salir triunfante es más que una posibilidad para este equipo.

Montanier, en el último partido que dirigirá a la Real en Anoeta, ha decidido posponer su decisión sobre la convocatoria hasta el domingo y ha llamado a los 19 jugadores de la primera plantilla que tiene disponibles para esta decisiva jornada. Este hecho genera un punto de inquietud sobre el estado físico de Illarramendi, que el viernes declaraba estar convencido de llegar en buenas condiciones al partido y cuya presencia en la principal preocupación txuri urdin. Lo normal es que eso condicione el nombre del finalmente descartado, que se conocerá antes del encuentro. Los tres jugadores con los que no puede contar el técnico francés no son una sorpresa. La ausencia más dolorosa es la de Vela, sancionado tras ver la quinta amarilla en Sevilla por un vergonzoso vacío legal en un reglamento lleno de variopintas interpretaciones y la habitual mano dura de los comités con la Real. Elustondo lleva ya tiempo sin entrar en el grupo y Estrada se lesionó durante la semana. Los que regresan son Mikel González, tras cumplir un partido de sanción, Zurutuza y José Ángel.

Si Illarramendi está para ser titular, no se esperan cambios más cambios en el once que el obligado por la sanción de Vela. Así, jugarían Bravo en la portería, con Mikel González e Iñigo Martínez en el centro de la defensa y Carlos Martínez y De la Bella en los laterales. Por delante de ellos, Markel e Illarra serian fijos en condiciones normales. Si Illarra no puede ser titular, Zurutuza parece contar con ventaja sobre Pardo y Ros, aunque el estado físico del primero es también una incógnita después de que no pudiera jugar ante el Granada y se perdiera el viaje a Sevilla. Por delante de ellos hay otra duda, la de Chory Castro, ausente por enfermedad en la sesión del viernes. Si juega, lo haría junto a Griezmann, Xabi Prieto y Agirretxe. La duda es qué haría Montanier en caso de que Chory Castro no esté más que para unos minutos y da la impresión de que el elegido para jugar en la banda sería Ifrán A la espera de conocer el jugador descartado, Zubikarai, Ansotegi, Cadamuro y José Ángel completarán el banquillo.

Ganando en Sevilla, la Real sumó 62 puntos y mantuvo la cuarta plaza, empatada con el Valencia. El equipo txuri urdin conseguiría matemáticamente esa posición y la clasificación para la previa de la Champions League si gana y el Valencia pierde en casa ante el Granada. Tener el average particular ganado le daría opciones de recuperarla en la última jornada incluso en el caso más pesimista. El Madrid acude a Anoeta con la Liga finalizada ya en la segunda posición, y después de perder la final de la Copa del Rey con el Atlético. Los de Mourinho no pierden desde la jornada 22 y han sumado 38 de los últimos 42 puntos en juego. Los de Montanier han cosechado una sola derrota en la segunda vuelta y no pierden en Anoeta desde la décima jornada, en noviembre del pasado año, aunque se han dejado siete de los últimos quince puntos en disputa. Ambos equipos han anunciado esta semana que sus entrenadores no continuarán la próxima temporada. Xabi Alonso causa baja, por lo que esta vez no habrá reencuentro con un Anoeta que se llenará.

La historia augura un duelo disputado y con goles. En los 66 Real Sociedad - Real Madrid disputados en San Sebastián, todos ellos en Primera, se han marcado nada menos que 215 goles, sólo uno más para el Madrid que para la Real, lo que supone una media de más de tres por partido. La Real perdió en 24 ellos, ganó en 21 y empató en otros tantos. De los 16 choques que ha acogido Anoeta, seis acabaron con triunfo local y otros tantos en uno visitante, pero el Madrid ha sumado cinco victorias y un empate en los seis últimos duelos. La Real no gana desde la temporada 2003-2004, 1-0 con gol de Karpin. La mayor goleada txuri urdin es el 6-2 de la temporada 1950-1951, con tres goles de Igoa y uno de Caeiro, Epi y Basabe. Los blancos consiguieron un contundente 3-6 en la campaña 1952-1953. Desde que volvió a Primera División, la Real cuenta por derrotas sus hasta ahora cinco enfrentamientos con el Madrid, tres en el Bernabéu y dos en Anoeta.

La pasada temporada, la 2011-2012, la Real de Montanier decepcionó muchísimo ante el Real Madrid. Después de una racha de cinco jornadas sin ganar, un solo punto de quince, y en caída libre hacia los puestos de descenso que no tardaría en alcanzar, el técnico francés decidió plantar una inaudita e inédita defensa de cinco que se resquebrajó a los nueve minutos y por el centro. Por ahí se coló Higuaín para hacer el 0-1 que, al final, fue definitivo. La Real entregó el partido antes de jugarlo. El Madrid esperaba a una Real tan fiera como la de un año atrás y se encontró un equipo vencido antes de saltar al césped y pese a darlo todo. La entrada de Griezmann dio algo más de vida en ataque, pero apenas se generaron ocasiones con un esquema defensivo al que Montanier no renunció hasta el minuto 81. La emoción del partido se debió única y exclusivamente a que el equipo madridista ni siquiera sintió la necesidad de machacar para cerrar el partido. Uno de los mayores fiascos de la era Montanier.

En la primera vuelta de la presente temporada, la 2012-2013, la Real cayó derrotada en el Bernabéu en un partido extraño. Bravo encajó un gol casi saliendo de vestuarios, obra de Benzema. Pero casi a renglón seguido, Vela forzó un penalti y la expulsión de Adán. Mourinho tuvo que sacar a Casillas, ovacionado por la grada, pero Xabi Prieto transformó la pena máxima con maestría. La Real se encontró una oportunidad de oro para ganar en el coliseo blanco, pero se conformó y lo pagó. Khedira adelantó al Madrid, aún en la primera mitad, y Xabi Prieto hizo el empate casi de inmediato. Segunda oportunidad txuri urdin para ser ambiciosos y segunda vez que se dejó pasar. Tocando y tocando la Real sin crear peligro, el Madrid simplemente esperó y machacó al contragolpe. Cristiano Ronado hizo el tercero en el minuto 67 y el cuarto en el 70, transformando una falta directa que se comió Bravo y en la que forzó la expulsión de Estrada. Xabi Prieto acortó distancias en el 75 firmando un enorme pero al final inútil hat trick.

jueves, mayo 23, 2013

Las seis derrotas del Real Madrid en Anoeta

El Real Madrid ha visitado Anoeta en partido oficial en 16 ocasiones, todos de Liga. Seis de ellas acabaron en derrota. O lo que es lo mismo y más importante, en victoria de la Real, aunque hace ya demasiado tiempo de la última vez en que se quedaron los tres puntos en San Sebastián. Para no depender de lo que haga el Valencia en Mestalla ante el Granada, el equipo txuri urdin tiene que buscar de nuevo la victoria. Y sumar esos tres puntos, si el Valencia cayera derrotado al mismo tiempo, darían matemáticamente esa cuarta plaza por la que están luchando los realistas y, por tanto, el acceso a la previa de la Champions League. Seis partidos anteriores sirven de guía para derrotar los blancos. Estos seis partidos.

Temporada 1993-1994
Real Sociedad 2 - Real Madrid 0
Kodro, pesadilla blanca, hizo el 2-0.
No hubo que esperar para la primera derrota del Madrid en Anoeta, después del 2-2 que sirvió para inaugurar el nuevo estadio. Como un regalo navideño que llegó adelantado, el 19 de diciembre, la Real superó al conjunto madridista de principio a fin. En el minuto 3, casi sin tiempo para acomodarse en los asientos, la afición realista vio a Luis Pérez rematar de cabeza una falta lateral botada por Uría y, cual Satrústegui, hacer así el 1-0. En pleno dominio realista, el propio Luis Pérez estrelló un balón en el larguero. Acto seguido, Gracia Redondo expulsó a Fernando Hierro por un manotazo a Oceano. "¿No sabes cómo jodernos?", le preguntó en reiteradas ocasiones el madridista al árbitro que pitó el partido en Tenerife en el que el Madrid perdió la Liga meses atrás. Alberto aguantó con sus paradas el 1-0 y Kodro sentenció el partido a los 19 minutos de la segunda mitad, con uno de sus imparables kodrazos, un zurdazo descomunal que Buyo ni siquiera vio.

Temporada 1997-1998
Real Sociedad 4 - Real Madrid 2
Darko y Gica, una pareja letal.
Partidazo el que protagonizó un Real Madrid que acabaría siendo campeón de Europa y una Real que, en aquellos días, soñaba incluso con ganar la Liga. El Madrid salió dominante y Morientes hizo el 0-1. El mal arbitraje de Rodríguez Martel benefició a la Real. Con ese 0-1, no pitó un claro penalti sobre Karembeu. Si pitó a renglón seguido uno sobre Savio, pero Alberto detuvo el potente disparo de Roberto Carlos. Kühbauer hizo el empate tras una maravillosa combinación entre Kovacevic y Craioveanu. Y antes del descanso, Kovacevic, en posición de fuera de juego, desvió a gol un disparo de De Pedro. El propio Kovacevic, nada más arrancar la segunda mitad, hizo el tercero en un mano a mano con Cañizares. Cinco minutos después, Roberto Carlos marcó con un gran disparo desde fuera del área. Y en el minuto 78, otro disparo de Darko, pesadilla blanca, lo despejó Cañizares para que Aranzabal, entrando desde atrás, hiciera el definitivo 4-2.

Temporada 1998-1999
Real Sociedad 3 - Real Madrid 2
Este cabezazo supuso el 3-2 final.
Un Madrid entrenado por John Toshack se plantó en Anoeta a seis jornadas del final buscando certificar su clasificación para la Champions, mientras que la Real de Krauss apuraba sus últimas opciones de repetir clasificación para la Copa de la UEFA. Idiakez adelantó a la Real, al rematar de cabeza una dejada de Kovacevic. Un más que dudoso penalti de Roberto Carlos sobre Sa Pinto lo convierte el infalible De Pedro en el 2-0 justo antes del descanso. Pero en los cinco primeros minutos de la reanudación todo cambió. Guti, combinando con Roberto Carlos, hizo el 2-1. E instantes después Prados García quiso compensar el penalti que señaló a favor de la Real con otro aún más inexistente de Loren sobre Mijatovic. Savio no falló desde los once metros y puso el 2-2 en el marcador. Pero a falta de un cuarto de hora para el final Kovacevic conectó un sensacional testarazo a centro de Rekarte que dio la victoria al equipo txuri urdin. Fue un partido bronco, con muchas faltas y en el que Loren lesionó a Morientes en la primera mitad.

Temporada 2001-2002
Real Sociedad 3 - Real Madrid 0
Khokhlov enloquece. Su golazo bien lo valía.
A tres jornadas del final de la Liga, la Real de Roberto Olabe buscaba la salvación y para ello sabía que era necesario derrotar a un Real Madrid que, aún con opciones en la Liga, tenía la mirada puesta en la Champions que aún estaba disputando, después de sufrir el centenariazo del Depor en la Copa. El partido, de un enorme esfuerzo físico y tras una igualada primera mitad, se resolvió en la segunda mitad. Nada más arrancar, Munitis estrelló un balón en el larguero a puerta vacía. En el minuto 58, Aranzabal se interna en el área y Helguera le empuja cuando va a driblarle. Kovacevic engaña a César y hace el 1-0. A partir de ahí, la Real destapó el tarro de las esencias, pero la sentencia no llegó hasta el minuto 84. Una magistral jugada personal de Khokhlov, dejando a Helguera sentado en dos ocasiones, lo culmina con un precioso disparo raso junto al palo. Y ya en el descuento, De Paula marca de volea tras recibir un centro de Rekarte. Era la segunda vez que Anoeta veía perder al Madrid que después sería campeón de Europa.

Temporada 2002-2003
Real Sociedad 4 - Real Madrid 2
Anoeta se frotaba los ojos con el 4-1 de Xabi Alonso.
El partido con mayúsculas de la historia de Anoeta fue éste. El Madrid, más galáctico que nunca, llegó a Anoeta como líder. La Real, tras una primera vuelta excepcional, buscaba reengancharse a la lucha por el título. Y lo hizo a lo grande, a los mandos de Xabi Alonso y Aranburu. En el minuto 2, un saque de banda de De Pedro a Aranzabal acaba en el 1-0, obra de Kovacevic. En el 19, otra asistencia de Aranzabal a Kovacevic sube el 2-0 al marcador. En el minuto 31, Nihat recibe el balón de Rekarte, rompe a la defensa madridista y supera a Casillas en el uno contra uno para hacer el tercero. Comenzaron así cinco minutos frenéticos, en los que el Madrid acortó distancias por medio de Ronaldo, Xabi Alonso puso el 4-1 con un formidable disparo desde fuera del área y Zidane estrelló un balón en el palo. Fue, probablemente, la más grande primera mitad que se ha visto en Anoeta. Denoueix ordenó a los suyos que calmaran el juego en la segunda mitad y el Madrid sólo fue capaz de acortar distancias en el minuto 83 por medio de Portillo, sin que peligraran en ningún momento los tres puntos.

Temporada 2003-2004
Real Sociedad 1 - Real Madrid 0
Kovacevic despistó a Casillas y Karpin le fusiló.
La Real de Denoueix, a la que le había pasado factura competir en la Champions, había roto en Málaga una racha de nueve jornadas sin ganar cuando debía recibir al Madrid en la última jornada de la primera vuelta. Esta vez, y tras dos buenas ocasiones en los primeros instantes del encuentro, los realistas cedieron la posesión del balón al Madrid, al que agotaron con su muro defensivo. Los de Queiroz no dispararon a puerta en la primera mitad. El único gol del partido llegó antes de los veinte minutos de la segunda mitad. Nihat puso un gran centro al área por el que luchó Kovacevic. Casillas falló en la salida y dejó el balón muerto a pies de Karpin, que no falló en su disparo. Y aunque el Madrid le quedó media hora para intentar el empate, no hubo noticias de los galácticos. Con esta victoria, la tercera consecutiva de la Real ante el Madrid, y la del Valencia en Albacete, el equipo txuri urdin arrebató al madridista el simbólico campeonato de invierno.

martes, mayo 21, 2013

Lo que toca es pensar en el Madrid y en la cuarta plaza

Montanier, en Cornellá-El Prat.
Durante meses, el futuro de Philippe Montanier ha estado presente en las preguntas que se le formulaban al entrenador realista en todas las comparecencias ante la prensa previas a los encuentros. No toca, lo importante es el partido, decía sistemáticamente el técnico francés. Y tenía toda la razón. Entiendo que hay información ahí, pero la respuesta no podía ser otra. Eso sí, viene a ser curioso que justo haya tocado a dos jornadas del final, cuando la Real está luchando por su objetivo más ambicioso de la última década, el mismo que en realidad motivaba el silencio oficial sobre este asunto. No es cuestión de rasgarse las vestiduras por esto o de buscar culpables, porque en el fútbol actual, y más desde que las redes sociales y los medios en Internet han cobrado la fuerza que tienen hoy en día, es inevitable este cruce incesante de rumores, de dimes y diretes, de quinielas y pronósticos, incluso de juicios sobre si quien actúa mal es el club, el entrenador, los dos o ninguno. Inevitable, sin duda, pero algo molesto precisamente por la importancia de lo que está en juego.

En el comunicado en el que el club confirma que Montanier no ha aceptado la oferta de renovación, señala que "en estos momentos en los que se puede poner un broche de oro a la excelente temporada, la Real Sociedad desea aparcar todo tipo de cuestiones ajenas a la propia competición y centrar todas sus energías en alcanzar el objetivo que ahora mismo tiene planteado. Por tal razón, la Real Sociedad se pronunciará acerca de este tema tras los dos partidos que restan por disputarse". Estas afirmaciones, refrendadas en sala de prensa después por el capitán, Xabi Prieto, son la mayor muestra de cordura que he leído en las últimas semanas en torno a este tema. Dado que había filtraciones por todas partes, y allá cada cual con sus razones para hacerlas, creo que era necesario dar oficialidad a la noticia. Creo que la Real ha obrado bien en una situación en la que no tenía otra alternativa saludable. Y creo que lo mejor sería que el comunicado del club, al que siguió el del Stade Rennais anunciando el fichaje de Montanier, zanjara este asunto hasta el día 3 de junio.

Me resisto a creer que en un fútbol hiperprofesionalizado como el que te tenemos, la Real no se haya movido ya para sondear candidatos al banquillo. Incluso es posible que ya lo tenga decidido. Pero la temporada no ha terminado. Si no hubiera objetivos, entendería esta vorágine informativa. No comprendí del todo en su momento que la Real anunciara el fichaje de Bernd Krauss cuando decidió no renovar a Javier Irureta porque la clasificación para la UEFA todavía era posible. Tampoco asimilé las formas en las que se trajo a Martín Lasarte para sustituir a Juanma Lillo, aunque entonces la temporada sí estaba acabada y el ascenso a Primera era imposible. Ahora hay un objetivo claro: la cuarta plaza. Como poco y en el mejor de los escenarios (la victoria de la Real y la derrota del Valencia), queda un partido en el que estará en juego dicho objetivo. Pero ha sido el juego mediático el que ha forzado los acontecimientos para que estallara en plena lucha deportiva. Club y jugadores, según dicen, se han enterado de la marcha de Montanier por la prensa. Y yo, la verdad, creo que sigue tocando hablar de fútbol.

Porque el domingo llega a Anoeta el Real Madrid. Con su colección de estrellas por mucho que su temporada haya terminado. La de ellos sí, después de la final de Copa, y por eso han podido anunciar y explicar la marcha de su entrenador. Y yo ahora no estoy pensando en el futuro de Montanier o en quién le relevará. Estoy pensando en el domingo a las 20.00 horas. En la cuarta plaza. En el Madrid. En el 4-2 del subcampeonato de hace diez años. En los golazos de Khokhlov y De Paula en el 3-0 del año anterior, cuando casi se certificó la permanencia con esa victoria. En el brutal cabezazo de Kovacevic, el 3-2 de la 98-99. En el partidazo y 4-2 de la Real de Krauss en la 97-98. En la última batalla de Atotxa y aquel glorioso aunque insuficiente 4-1 en la Copa, con hat trick de Alkiza. En la carrera de Toshack hasta el centro del campo del viejo campo realista para abrazar a Carlos Xabier tras empatar a dos el partido de la 91-92 con un voleón maravilloso. Y en muchos duelos más contra el Madrid. Eso es lo que toca, pensar en el Madrid y en la cuarta plaza. Lo demás, luego.

domingo, mayo 19, 2013

SEVILLA 1 - REAL SOCIEDAD 2 Remontada de carácter en el momento más necesario

Sevilla era el lugar. Era donde había que ganar. Después de dos partidos sin hacerlo, después de perder la ventaja de cinco puntos sobre el Valencia que se logró derrotando a los de Valverde en el memorable duelo de Anoeta, cuando en la capital del Turia estaba ya relamiéndose con su racha ante sospechosos rivales, el último de ellos un Getafe que bajó los brazos de forma escandalosa y dejó que los valencianistas se pusieran tres puntos por encima de la Real, y encima empezando el partido por debajo del marcador. Pero el equipo txuri urdin dio una respuesta de campeón y ofreció una remontada de carácter y calidad. El 1-2 al descanso se aguantó hasta el final, con más sufrimiento del necesario y con un constante agobio en las jugadas de estrategia, cuando el Sevilla no pareció el otrora equipo fuerte y rocoso. Bravo sostuvo al equipo en la primera mitad con enormes paradas, Agirretxe mantuvo su racha, Illarramendi se demostró una vez más como un jugador imprescindible... y Montanier una vez más estuvo lento y desacertado en los cambios. Pero en Sevilla, menos mal, eso no costó dos puntos.

Montanier cumplió con los pronósticos y apenas retocó su guardia pretoriana habitual. Recuperando a Illarra en el centro del campo, colocó a Cadamuro en el centro de la defensa junto a Iñigo Martínez y al que dejó en el banquillo de la línea de mediapuntas fue a Chory Castro. El internacional argelino cumplió con creces, más aún si se tiene en cuenta que es un jugador que ha disputado muy pocos minutos en la presente temporada y siempre lejos de esa posición de central que se le suponía cuando subió al primer equipo. Ese es el principal problema de tener un bloque cerrado de 14 jugadores, que es difícil pedir a esos no habituales (él mismo, Ifrán, José Ángel, Pardo o Ros) el mismo rendimiento y que cuando llega el momento de necesidad pueden surgir las dudas. Puede que el reflejo de esa situación en el Sánchez Pizjuán se viera en el pánico que generaba el Sevilla en todas las acciones a balón parado. Cierto que Emery se distingue por su práctica, pero no es tampoco de recibo que el Sevilla las rematara prácticamente todas y de todos los colores.

De hecho, la primera que tuvieron los sevillistas desde la esquina acabó en gol. Hasta tres controles hicieron los locales antes de que Rakitic, libre de marca, introdujera el balón en la portería de Bravo y adelantara al Sevilla en el marcador. Antes de eso, que aconteció en el minuto 10, la Real ya debió ponerse por delante en el marcador. Griezmann dispuso de dos ocasiones muy claras para dar ventaja en el electrónico al conjunto txuri urdin. Primero con un disparo cruzado, entrando por la banda izquierda, que se marchó muy cerca del palo de Beto, en una jugada en la que incluso pareció tener un buen pase para Agirretxe, desmarcado en el segundo palo. Después, y tras una pared maravillosa que le trenzó el propio Agirretxe, el balón cayó a su pierna derecha y quiso controlar en lugar de disparar de primeras. Ese control permitió que Beto le cerrara los espacios y lanzara el balón a córner. Al mazazo que suponía la por otra parte previsible victoria del Valencia en Getafe se sumaba el golpe de ponerse tan pronto por debajo en el marcador en Sevilla. Pero es que esta Real es especial.

Su respuesta fue grande, de campeón, una demostración de carácter con la misma fuerza intensidad que le ha llevado a la cuarta plaza, mal que le pese a muchos por lo visto, que incluso anticiparon erróneamente que el Valencia iba a dormir en puesto de Champions o que se aventuran ya a decir que los de Valverde conseguirán esa plaza. Eso se hace sobre el césped. Y la Real hoy pegó un golpe sobre la mesa que seguramente muchos ya no esperaban. Continuando con el buen inicio txuri urdin, Vela puso un centro con rosca al que Agirretxe no llegó por poco. El gol tenía que llegar porque la Real había saltado al césped del Sánchez Pizjuán con la firme convicción de lograrlo. En la siguiente jugada, un ya omnipresente Illarra forzó una falta de Kondogbia, que él mismo botó al punto de penalti. Rakitic la peinó hacia atrás y se convirtió en el empate a uno. Sólo habían pasado seis minutos desde que el croata había adelantado a los suyos cuando marcó también en la otra portería y devolvió el empate.

Y apenas ocho minutos más tarde, en el 24, Agirretxe le dio la vuelta al partido en un tanto que recordó mucho al que le hizo en el descuento al Barcelona. Otro espléndido centro con la zurda del batallador e incansable Carlos Martínez encontró el maravilloso desmarque de uno de los delanteros más en forma de la Liga española, que suma así su decimocuarto tanto en la competición y sigue pulverizando sus marcas personales. Para entonces, Álvarez Izquierdo estaba dejando un arbitraje de insoportable tufo casero en la señalización de las faltas, pues dejó sin sancionar dos saltos con el codo de Kondogbia y cuantiosas faltas que sufrían Vela, Agirretxe y Xabi Prieto. A Vela le sacó una amarilla sin motivo, por volver al campo sin permiso, cuando no había sido atendido, sólo golpeado con una dureza de tarjeta naranja por parte de Alberto Moreno. Pintaba francamente mal y sin embargo su incompetencia lo acabó compensando. Primero dejó sin señalar un claro penalti de Markel Bergara, en otro movimiento irresponsable más que podría haber costado puntos. Y en la segunda mitad, señaló un fuera de juego risible a estos niveles, que además le costó la roja por protestar a un Reyes que todavía estaba en el banquillo. Impresionante.

Ese penalti de Markel podría haber sido el 2-2. La jugada llegó justo después de que Claudio Bravo empezara a demostrar, una vez más, que es un porterazo. Primero despejó un disparo de Rakitic, después atrapó un cabezazo de Negredo y finalmente realizó una intervención antológica, abajo y junto al palo, en la intentona de Medel. El chileno realista aguantó el partido cuando más cerca estuvo el Sevilla del gol y permitió que la ventaja se mantuviera hasta el descanso, factor psicológico importante ante un Sánchez Pizjuán semivacío y desilusionado que acabó pidiendo la dimisión de su presidente. En la segunda mitad, la Real decidió dar un paso atrás, ceder definitivamente la posesión del balón al Sevilla y buscar contragolpes. El plan pudo haber salido bien si Vela, en el minuto 61, hubiera convertido un mano a mano que le brindó un gran balón de Xabi Prieto, probablemente el único en el que el capitán realista brilló a la altura que se espera de él. Lo cierto es que ninguno de los tres mediapuntas destacó demasiado, Griezmann quizá en algunos momentos pero esas ocasiones falladas del arranque pesan.

No pareció en ningún momento que el Sevilla apabullara a la Real con su juego, más bien ese repliegue le daba la posibilidad de llegar a las cercanías del área de Bravo y, sobre todo, forzar jugadas de estrategia. En una de ellas, a poco más de veinte minutos para el final, Cala envió el balón arriba desde dentro del área al intentar una chilena. De haber cogido portería, habría sido prácticamente imposible detenerla para Bravo. Aún sin hacer nada del otro mundo, el Sevilla puso en peligro el partido como sucedió hacer seis días ante el Granada. Y de nuevo Montanier erró con los cambios, contribuyendo a la sensación de agobio. Como siempre, tardíos, en un partido que pedía a gritos una parada técnica cuando el correcalles parecía instalarse en el juego de ambos equipos. Y además equivocados. Illarra salía de una lesión y apenas tuvo ayuda en el centro del campo. Markel no lo fue, porque en la primera parte, con los equipos todavía con gasolina, no pudo robar ni un solo balón, además de equivocar su posición en varias ocasiones. Illarra llegó fundido al final y tuvo que ser cambiado con calambres. Afortunadamente sólo con calambres.

Lo sorprendente es que Montanier optó por Ros, un jugador que lleva meses sin pisar un terreno de juego y al que le dio la responsabilidad de aguantar una ventaja de un gol en campo contrario en un final agobiante. A todas luces, una temeridad. Ros demostró, en todo caso, inteligencia, pues fue el único jugador que cortó con una falta y en posición ventajosa, en campo rival, un intento de contra del Sevilla. Su entrada en el partido, en todo caso, fue en el minuto 87, cuando el técnico francés estaba preparando una ya demasiado tardía segunda sustitución para colocar a Chory en el campo por Griezmann. Antes de esos dos cambios, Montanier colocó a Estrada de extremo en lugar de Vela. Antes de irse, Griezmann tuvo una última ocasión, en la que de nuevo optó por disparar en lugar de buscar el pase a Agirretxe, y se encontró con una espléndida mano de Beto. Agirretxe también tuvo la sentencia tras una maravillosa jugada en la frontal del área que acabó dando a Chory en fuera de juego. El Sevilla mantuvo tanto el remate de toda la estrategia que forzó como el desacierto en su intento de encontrar la portería de Bravo en la segunda mitad.

Markel, con una falta absurda en el descuento, dio al Sevilla la última ocasión de empatar, ya en el minuto 94 y con Beto dentro del área txuri urdin, pero Bravo culminó una labor titánica mostrándose segurísimo por alto. La Real logró así una victoria fundamental en su carrera por el cuarto puesto, sin duda con más sufrimiento del que hacía temer el rival, pero con muchos elementos positivos. Sobrevivir a la ausencia de uno de sus centrales es una dura prueba, y Cadamuro, pese a algunos nervios iniciales, ha respondido bien. Ganar en el campo del Sevilla es también importante, porque el equipo local se estaba mostrando fuerte en el Sánchez Pizjuán. Pero sobre todo hay que destacar el carácter. El que tiene en la sangre un Illarra memorable o un Agirretxe que está empezando a agotar los calificativos. O dos laterales elogiables hasta el agotamiento. Y un portero de categoría. La Real ganó hoy por carácter. Y porque quiere esa cuarta plaza. Quedan dos semanas para saber si logra tan merecido premio, pero ya sabe que, como poco, acabará en quinto lugar y que peleará por la cuarta plaza hasta el final pase lo que pase en Anoeta contra el Real Madrid, partidazo grande en el que se puede lograr el premio con tres puntos y una derrota del Valencia.

viernes, mayo 17, 2013

PREVIA Sevilla - Real Sociedad. Ganar o ganar

Iñigo y De la Bella en el partido de la pasada temporada.
Ganar o ganar... o al menos igualar el resultado que, dos horas antes de jugar, consiga el Valencia en su visita al Getafe, único equipo que ha derrotado a la Real en la segunda vuelta. Eso es lo que tiene que conseguir el equipo txuri urdin en el primero de los dos partidos que le quedan lejos de Anoeta (sábado, 22.00 horas, Sánchez Pizjuán, Canal + Liga, Gol TV) si quiere seguir manteniendo la cuarta plaza de la clasificación. Delante estará el Sevilla, cuyas posibilidades de ir a Europa pasan sobre todo por la sanción del Málaga, y que tiene en su banquillo a Unai Emery, un entrenador pretendido en varias ocasiones por la Real. Los de Philippe Montanier se han dejado en dos jornadas el colchón de cinco puntos que habían conseguido con respecto al Valencia derrotando a los de Valverde en un emocionantísimo choque en Anoeta, con lo que ahora comienza una miniliga de tres partidos, con sólo un partido en casa para cada equipo y en la que el average da ventaja a los realistas.

Montanier ha dado una gran sorpresa en su lista, al dejar a Zurutuza fuera por decisión técnica. No obstante, hay que recordar que el lunes no jugo y ni siquiera calentó por un malestar del que no se han dado más aclaraciones. Él es el primero de los dos descartes por razones deportivas y el segundo es José Ángel, que ya no parece probable que tenga más oportunidades de vestir la camiseta txuri urdin antes de que finalice su cesión. Las otras dos ausencias de la lista son Mikel González, que tendrá que cumplir un partido de sanción, y Elustondo, que sigue recuperándose de su última lesión. Entre los 18 convocados sí se han colado los jugadores que eran duda, Ansotegi y De la Bella, y hay tres novedades con respecto al grupo que hizo frente al Granada, el ya mencionado Ansotegi, el habitualmente descartado Javi Ros y, sin duda la más importante, el deseado Illarramendi.

En contra de lo que suele ser habitual, hay dudas en el once que dispondría Montanier sobre el césped del Sánchez Pizjuán, incluso en la acostumbradamente intocable línea defensiva, aunque sí parece previsible que se recupere con la vuelta de Illarra un esquema con dos mediocentros. Bravo estará en la portería, Carlos Martínez ocupará la derecha y De la Bella, si no arrastra problemas físicos (la ausencia de José Ángel refuerza la ida de que está para jugar 90 minutos sin problemas), la izquierda, y uno de los dos centrales será Iñigo Martínez. Cadamuro parece tener más opciones que Ansotegi de ser su acompañante. Todo lo que no sea un doble pivote formado por Markel e Illara será una sorpresa. Y por delante de ellos, con el enrachado Agirretxe seguro en punta, Montanier tendrá que decidir entre cuatro jugadores para los tres puestos de mediapuntas. De entre Xabi Prieto, Griezmann, Vela y Chory Castro, uno se quedará en el banquillo junto a los casi seguro suplentes Zubikarai, Estrada, Pardo, Ros e Ifrán.

Jornada 36 y Real Sociedad y Valencia, cuarto y quinto clasificados, suman los mismos puntos, 59. Si el equipo txuri urdin suma lo mismo que el che, logrará el premio de la Champions por tener ganado el average particular, y ambos juegan dos partidos como visitantes y uno como local, la próxima semana. Parece difícil que el Málaga, cinco puntos por detrás con un partido más, dé alcance a cualquier de los dos. El Sevilla, que lleva tres jornadas sin perder, es octavo con 47. Ocupa la plaza que daría Europa League si se mantiene la sanción al Málaga, pero está a cinco puntos del séptimo lugar, ahora en manos del Betis. Sólo los tres primeros clasificados suman más victorias como locales que el equipo andaluz, 12 en 17 partidos, aunque ha perdido cuatro (2-3 ante el Barcelona, 1-2 ante el Valladolid, 0-2 ante el Málaga y 0-1 ante el Atlético). La Real ha puntuado en once de sus 17 salidas y en seis de ellas ha conseguido los tres puntos, aunque sólo ha sumado un punto en sus dos últimas salidas, 0-0 en Pamplona y 2-1 en Getafe. Que Emery esté en el banquillo sevillista añade algo de morbo al encuentro.

La Real ha visitado el campo del Sevilla en 53 ocasiones, todas ellas en Primera División, y el balance es muy favorable al equipo hispalense, que ha ganado 31 de esos choques, por 11 victorias del conjunto txuri urdin y otros tantos empates. La última vez que los realistas lograron los tres puntos fue en la temporada 2002-2003, 0-1 gol de Karpin. Desde entonces, seis derrotas y un único empate a cero en la campaña 2006-2007. La mayor goleada de la Real fue el 0-3 de la Liga 1976-1977, con dos tantos de Satrústegui y el último de Gaztelu. La victoria más contundente del Sevilla fue la del primer partido que jugaron ambos equipos, el 7-2 de la temporada 1934-1935. El Sánchez Pizjuán siempre será el escenario en el que se escapó la Liga de la campaña 1979-1980, con aquel 2-1 que lograron nueve sevillistas sobre el césped, la única derrota de la Real en todo el campeonato. En Segunda, la Real jugó en este estadio dos temporadas seguidas contra el Sevilla Atlético, empató a cero en la 2007-2008 y perdió 1-0 en la siguiente.

La pasada temporada, la 2011-2012, el Sánchez Pizjuán fue el escenario de la primera derrota liguera de la Real, en la tercera jornada y por 1-0, y también de algunas de las primeras sorpresas de Montanier. Tras ganar al Sporting en Gijón y remontarle un 0-2 al Barcelona para rescatar un punto, el francés decidió sentar al goleador y a la brújula, a Agirretxe y a Illarramendi. El motivo, las tan repetidas rotaciones, en septiembre y antes una semana con tres partidos. El resultado fue un encuentro bastante malo de los realistas. Las lesiones de Xabi Prieto y Zurutuza, además del casero arbitraje de Teixeira Vitienes, tampoco ayudaron mucho al conjunto txuri urdin. Kanouté hizo el gol sevillista al poco de iniciarse la segunda mitad y después de que Bravo mantuviera el empate a cero al descanso con sus intervenciones. La Real no llegó a disparar a puerta en todo el encuentro, y sólo dio sensación que podía marcar cuando saltaron al césped Illarra y Agirretxe, con poco más de un cuarto de hora el primero y algo menos el segundo.

En el partido de la primera vuelta de la presente temporada, la 2012-2013, la Real se impuso al Sevilla por 2-1 ante poco más de 20.000 valientes que acudieron a Anoeta un viernes por la noche. El primer gol llegó pronto, después de una extraordinaria doble pared de Griezmann con Xabi Prieto y Vela, que culminó el mexicano. Aun con pocas ocasiones de gol, Illarra dio una exhibición en el centro del campo junto a Pardo. Ya en la segunda mitad, y tras una salida deficiente de Bravo, Medel hizo el empate. Y cuando más atascado parecía el partido, aparecieron sus laterales. Un centro magnífico de Carlos Martínez lo mandó De la Bella al fondo de la red. El Sevilla se quedó con diez jugadores por la justa expulsión de Coke, pero aún así tuvo opciones para empatar. La mejor, un cabezazo de Negredo al que respondió Bravo con una intervención de escándalo que compensó con creces su error en el gol sevillista. Pudo llegar el 3-1 en los minutos finales, en las botas de Prieto y Agirretxe, pero no se movió más el marcador.

jueves, mayo 16, 2013

Así logró la Real sus anteriores clasificaciones para competiciones europeas

El pasado lunes, la Real certificó su clasificación para las competiciones europeas de la próxima temporada. La primera conclusión que se puede sacar es que dicho billete se logró a falta de tres jornadas para que acabe la Liga, una marca que sólo ha superado el equipo txuri urdin en tres ocasiones, con las seis jornadas que le sobraron en la temporada 1979-1980, las cuatro de la 1987-1988 y de nuevo las seis de la 2002-2003 (en la que finalmente acabó logrando la Champions League). La segunda, que el equipo de Philippe Momtanier habrá ocupado posición europea en su transitar por la presente Liga en 18 jornadas, las mismas que en el año de su primera Liga, 1980-1981 (con el consiguiente billete a la Copa de Europa), y por detrás de las 34 de la 1979-1980 (todas), las 33 de la 1981-1982, las 29 de la 1987-1988, las 23 de la 1989-1990, las 29 de la 1997-1998 y las 38 de la 2002-2003 (de nuevo todas). Y la tercera, que es precisamente la tercera ocasión en que se certifica la clasificación en una jornada en la que el equipo txuri urdin no consiguió la victoria. Este es el repaso de cómo y cuándo cerró la Real sus clasificaciones para competiciones continentales.

Temporada 1973-1974
Gaztelu, abre el marcador ante el Castellón.
La primera clasificación europea se consiguió como casi siempre logra la Real sus mayores hitos, sufriendo hasta el final. Fue en la última jornada y en Atotxa. El rival sobre el césped era el Castellón, pero quien le disputaba al equipo txuri urdin la clasificación europea era el Athletic de Bilbao, que tenía un punto menos que los realistas. El equipo txuri urdin no falló y ganó 3-1 a los castellonenses, y el Athletic sí lo hizo y apenas fue capaz de empatar a dos en Santander. Los de Rafa Iriondo sólo ocuparon puestos europeos en las cuatro últimas jornadas, levantando los seis puntos de desventaja que tenían con respecto al cuarto clasificado en la jornada 18, en la que cayó a la decimocuarta plaza. La Real llegó a ser tercera en la jornada 32, pero el Zaragoza le arrebató esa posición.

Temporada 1974-1975
Idígoras hace el 2-0 ante el Español.
La siguiente presencia europea no se hizo de rogar y se logró un año más tarde, de nuevo en la última jornada. En esta ocasión, el panorama era mucho más complejo. Al comienzo de la última jornada, el Barcelona era tercero con 35 puntos y la Real cuarta con 34. Pero con los mismos puntos estaban Hércules, Betis y Elche, y con uno menos Salamanca, Athletic, Atlético de Madrid y Español. El Barça goleó al Athletic 4-0 y la Real solventó su final contra el Español por 2-0, con lo que no hubo oportunidad para ningún aspirante. La Real alcanzó la tercera posición en la jornada 23 y la mantuvo hasta la 29, momento en que el conjunto blaugrana aprovechó el pinchazo del txuri urdin en Atotxa frente al futuro campeón, el Real Madrid, empatand a uno. En total, doce jornadas en puestos europeos.

Temporada 1978-1979
Celayeta y Satrústegui golearon ante Las Palmas.
Para la tercera clasificación europea, la Real se dio algo más de margen, pero no demasiado, sólo una jornada más, porque supo aprovechar el duelo directo que protagonizó en la jornada 33. La Real, cuarta, sumaba 38 puntos y Las Palmas, quinto, uno menos. Y esa penúltima jornada deparó un duelo en Atotxa entre donostiarras y canarios. La victoria se quedó en casa, 2-0 con goles de Celayeta y Satrústegui, y con ella el premio europeo. En la jornada 20 el conjunto ya entrenado por Alberto Ormaetxea alcanzó efímeramente la tercera posición, salió de las plazas de privilegio y se aupó a la cuarta para ya no abandonarla en la jornada 30.

Temporada 1979-1980
Arconada, despejando un ataque españolista.
La Liga de la imbatibilidad cambió por completo la perspectiva con la que la Real vivió sus clasificaciones europeas. Y es que en esta Liga 79-80 ocupó puestos europeos durante las 34 jornadas de que constaba el campeonato. La clasificación matemática para la Copa de la UEFA se certificó en la jornada 28, a seis del final, ganando 1-0 al Español, metiendo así doce puntos de ventaja al quinto clasificado, Las Palmas, al que superaba en el average general nada menos que por 29 goles y al que ganaba también en el particular. Aquel año lo que se perdió ante el Real Madrid fue el título de Liga y la clasificación para la Copa de Europa, gracias a la llorada derrota en Sevilla por 2-1 y contra nueve jugadores, que hizo inútil la victoria final ante el Atlético por 2-0. La Real pasó toda la Liga entre la primera y la cuarta posición.

Temporada 1980-1981
Idígoras, autor del 1-0 ante el Español, otra vez. talismán
Tal era la igualdad en la temporada en la que la Real logró su primer título de Liga, que curiosamente la Real no pudo certificar su clasificación para la Copa de la UEFA hasta la penúltima jornada. Claro que entonces el objetivo volvía a ser ya el título. Tras la jornada 32, la Real era líder con 42 puntos, uno más que Real Madrid y Atlético, y dos más que Valencia y Barcelona. De nuevo el Español fue talismán. Los de Ormaetxea superaron al conjunto perico por 2-1 y cerraron su pasaporte para Europa. De todos es sabido que el título liguero y la clasificación para la Copa de Europa se lograron con el mítico gol de Zamora en Gijón, el 2-2 final que cerró el partido más importante de la historia del club. La Real estuvo 18 jornadas en puestos europeos, que no abandonó desde la jornada 27.

Temporada 1981-1982
La temporada del segundo título liguero dio un par de semanas más de margen a la Real para cerrar su plaza europea. La certificación matemática llegó en la jornada 31, a tres del final. El equipo txuri urdin ocupaba la segunda posición con 40 puntos, el Valencia era cuarto con 36 y el Athletic quinto con 35. Y la Real visitó Mestalla, de donde salió victoriosa, 1-2, y metiendo seis puntos de ventaja con respecto a esa quinta plaza,  ya del conjunto levantino, con ventaja definitiva en el average general y cerrada ya la de particular (en Atotxa el Valencia cayó por 4-1). El conjunto realista sólo estuvo fuera de los puestos europeos en la primera jornada, aunque ganara por 3-1 al Real Madrid después de que los blancos le hicieran el pasillo al campeón de Liga.

Temporada 1987-1988
El Murcia ganó en Atotxa, pero la Real fue a la UEFA.
Por primera vez, una derrota bastaba para certificar el pasaporte a Europa. La Real rindió todas sus opciones, ya escasas, de luchar por el título cayendo en el Camp Nou por 2-0, y empatar en casa contra el Murcia una semana más tarde, en la jornada 34, bastaba para sellar el pasaporte europeo incluso aunque ganara el Celta, que partía desde la quinta posición con diez puntos menos. La Real de Toshack cedió un 0-1 ante un sorprendente Murcia, que luchaba por no descender, pero la derrota de los vigueses por 4-1 en Gijón ante el Sporting daba la lucha por finalizada. El subcampeonato lo certificó en la penúltima jornada con un gran empate a dos en Atotxa ante un Madrid ya campeón. Los de Toshack llegaron a puestos europeos en la jornada 10 y ahí se quedaron hasta la 38.

Temporada 1989-1990
De nuevo en la última jornada consiguió la Real el billete a la Copa de la UEFA. Lo hizo ganando 0-1 en el Sánchez Pizjuán, con gol de Aldridge de penalti. Los dos equipos que peleaban por esa plaza, Logroñés (con un punto menos) y Osasuna (con dos) cayeron derrotados en el último partido, 4-0 en Mestalla los riojanos y 1-2 los navarros en su casa ante el Castellón. En total, el equipo txuri urdin, entrenado por Marco Boronat, ocupó plaza europea en 29 jornadas. Fue tercero en la jornada 10, cayó al séptimo en las jornadas 15 y 16, y a partir de ahí alternó los dos últimos puestos europeos, el sexto y el quinto que finalmente ocupó.

Temporada 1991-1992
A la Real de esta temporada, de nuevo con Toshack en el banquillo, le sobraron dos jornadas para lograr su objetivo europeo. Tras la jornada 35, le sacaba tres puntos al Albacete y cuatro al Burgos. El cuadro burgalés era, precisamente, el que visitaba Atotxa en la jornada 36, y se llevó un contundente correctivo, 4-0. Que el Albacete cayera en Zaragoza al mismo tiempo por 1-0 condujo a que hubiera cinco puntos de ventaja sobre el séptimo clasificado, el equipo manchego, con sólo seis por jugar. La Real llegó a puestos europeos en la jornada 26 y mantuvo esa posición de privilegio hasta el final de la Liga.

Temporada 1997-1998
Mutiu, ante el Tenerife.
Por segunda vez, la Real certificó su futuro europeo sin ganar. Fue en la jornada 37, en casa y ante el Tenerife, en un partido que acabó con empate a uno en el marcador. El equipo dirigido por Bernd Krauss tuvo que esperar hasta la jornada 37 para conseguir el objetivo porque nunca tantos equipos lograron premio europeo como aquel año. Barcelona y Athletic se clasificaron para la Champions, al igual que el Madrid como campeón de Europa; la Real, finalmente tercera, logró el pasaporte a la UEFA junto a Celta, Atlético y Betis, octavo clasificado, porque el Mallorca, quinto, fue a la Recopa como subcampeón de Copa. El conjunto txuri urdin perdió la posibilidad de jugar la Champions en la última jornada, aunque ganó 0-1 en Mallorca, porque el Athletic derrotó al Zaragoza en San Mamés. Los de Krauss llegaron a la cuarta posición en la décima jornada y oscilaron el resto de la Liga entre la séptima plaza y la tercera.

Temporada 2002-2003
Tayfun, en el choque ante el Sevilla.
En la anterior ocasión en la que la Real certificó su clasificación para Europa, no hubo celebraciones. Es más, el dato pasó inadvertido. Y es que su lucha en aquel momento era por el título de Liga dos décadas después. En la jornada 32, la Real doblegó al Sevilla en Anoeta por 1-0, gol de Xabi Alonso, metiendo entonces 19 puntos de ventaja al Athletic de Bilbao (aunque ganara ese día 1-5 en Pamplona) con 18 por disputarse. Dos jornadas después, en la 34, otro 1-0, esta vez obra de Nihat y ante el Recreativo de Huelva, certificó la clasificación para la Champions. La Real de Raynald Denoueix estuvo toda la temporada entre los tres primeros clasificados, no sólo en puestos europeos sino en puestos Champions.

miércoles, mayo 15, 2013

Montanier suma 69 partidos sin hacer debutar a un potrillo

El debut de Pardo ante el Real Madrid.
El 29 de octubre de 2011, Rubén Pardo jugó por primera vez un partido oficial con la Real, fue en Anoeta y contra el Real Madrid. Él es el último potrillo del Sanse que ha debutado con el primer equipo. Desde entonces han transcurrido nada menos que 69 partidos, 63 de Liga y seis de Copa, sin que Philippe Montanier haya dado la alternativa a ningún jugador del filial. Con el francés en el banquillo y sin contar a los ya habituales del primer equipo desde la pasada temporada Pardo e Iñigo Martínez (que jugó con un dorsal superior al 25 hasta que obtuvo ficha del primer equipo en el mercado invernal), sólo cuatro jugadores del Sanse han llegado a estar en alguna convocatoria: Javi Ros en la temporada 2011-2012, y el portero Royo, Fuchs y Nanizayamo en la actual. Tampoco parece probable ya, salvo cataclismo, que algún chaval se sume al equipo en las tres jornadas de Liga que quedan, lo que supondría que la presente sería la tercera temporada desde que nació el Sanse, en el lejano 1952, en que ninguno de sus jugadores debuta con la Real. Los precedentes son las temporadas 1957-1958, con Salvador Artigas en el banquillo, y 2010-2011, con Martín Lasarte.

Ese dato, incuestionable por su propia naturaleza como hecho, implica un análisis más profundo, y es que no hay sintonía con la dirección deportiva del club con respecto al papel que tiene que jugar el Sanse. Montanier ha hecho debutar a tres canteranos desde que llegó hace dos veranos. De ellos, sólo Iñigo Martínez es un habitual en sus alineaciones. Asier Illarramendi ha contado con su confianza absoluta, pero debutó tres temporadas atrás de la mano de Lasarte, técnico que no llegó a darle las oportunidades que merecía. El paradigma de esta situación es Rubén Pardo, un debate ya perdido. El chaval, después de contribuir al despegue futbolístico del equipo cuando rondaba los puestos de descenso, vive sumergido en un ostracismo que nadie es capaz de explicar salvo con razones etéreas y frentistas. Después de las dudas que dejó la forma en la que Momtanier le gestionó en la primera temporada, en la que se ganó con creces más oportunidades, esta segunda ha confirmado que se le está llevando francamente mal. No sólo las explicaciones del técnico brillan por su ausencia, es que ya nadie espera que ocupe un puesto en el campo en situaciones en las que es necesario, como por ejemplo en el último partido ante el Granada.

El tercer debutante de la mano de Montanier, Cadamuro, tampoco está ahora en el grupo de los elegidos del técnico galo, aunque es cierto que en el primer año fue su comodín (jugó prácticamente en todos los puestos menos en el supuestamente debía jugar, el de central) y que en el segundo ha sufrido varias lesiones y la convocatoria para la Copa de África. Cadamuro, de hecho, subió al primer equipo sin haber debutado en él por decisión de la secretaría técnica que dirige Loren y antes de que el francés fichara como responsable del primer equipo. Lo mismo sucedió con Javi Ros el pasado verano. Tras debutar con Lillo en la temporada 2007-2008, con el equipo en Segunda División, Momtanier apenas le ha dado 68 minutos repartidos en cinco partidos. Incluso con incontables bajas en el centro del campo, el técnico francés ha acostumbrado a dejar al canterano, jugador del primer equipo y no integrante del Sanse, fuera de unas convocatorias muy descompensadas. Pardo o Ros podrían haber cerrado el correcalles ante el Granada, pero es evidente que el responsable del primer equipo no confía en ellos.

El Sanse 2012-2013.
Antes de que el presidente, Jokin Aperribay, dejara la semana pasada algunas dudas sobre la renovación de Montanier, Loren ya había comentado que la continuidad del entrenador del primer equipo depende de más factores que los resultados deportivos, entonces tan brillantes que casi se daba por conseguida la cuarta plaza en la Liga. Puede que el director deportivo tuviera en mente esta situación del Sanse, que me viene generando dudas desde hace tiempo y que ha quedado soterrada por los buenos resultados de los últimos meses. A pesar de tener una plantilla muy corta y en la que ha habido numerosas ausencias por lesión durante toda la campaña, Montanier ha llevado la polivalencia de sus jugadores al extremo (colocando a de central e un Elustondo recién salido de una de las varias lesiones que ha sufrido esta temporada) y las escasas veces que ha tirado del Sanse lo ha hecho llamando a jugadores que no estaban en las quinielas. El papel del filial hoy en la vida del primer equipo es prácticamente nulo.

Y nunca ha hecho  falta que haya perlas en el filial, la Real siempre ha tirado de él por necesidad. Esta campaña ha habido necesidad y no han salido chavales. Un ejemplo: en las dos primeras etapas de Toshack en la Real, debutaron 28 jugadores del Sanse. De estos, hasta 18 no jugaron más que un partido. Eso forma parte del espíritu del club. Las ausencias de los mayores se cubren con los chavales. Si rinden, siguen. Pero eso ahora está perdido y el pesimismo reinante con Pardo es un hecho que tendría que ser preocupante para todos los realistas. Convendría recordar que una de las razones por las que el club rescindió el contrato de Martín Lasarte fue su empeño en mantener en el once a Diego Rivas por delante de Asier Illarramendi, cada cual tendrá su opinión sobre si justificado o no. Y también hay que tener presente que una de las exigencias de la Real es apostar por la gente joven, pero las últimas noticias que recibe el filial desde el primer equipo no son especialmente positivas. La temporada, en ese sentido, se puede dar por perdida. Lo más preocupante es que chicos que ya han dado el salto como Pardo y Ros también la han perdido.