jueves, enero 30, 2014

RACING - REAL SOCIEDAD Un momento triste lleno de dignidad

Así fue la protesta del Racing.
No hubo partido en El Sardinero, después de que se suspendiera tras apenas unos segundos, y sin embargo la jornada es histórica para los dos contenidentes. Muy triste, porque lo peor que le puede pasar al fútbol es que no se pueda jugar, que no se pueda devolver al público la emoción que le produce ver a los suyos, y que eso suceda por culpa de quienes desde los despachos arruinan un deporte tan hermoso como éste. El Racing, sus jugadores, sus técnicos y sus gentes, cumplieron su promesa de no disputar el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa mientras la directiva del club no se marchara. Aunque Ángel Lavín quiso jugar al despiste por la tarde, nadie esperaba su dimisión y ésta no se produjo. A la Real le tocó el papel secundario en esta tragicomedia que se vivió en Santander y lo desempeñó con la misma dignidad que mostró el Racing. Se personó en el partido, respetó la protesta del Racing y consiguió su objetivo deportivo: clasificarse para las semifinales de la Copa por primera vez desde hace 26 años, algo que el Comité de Competición ratificará mañana.

El partido, por desgracia, no duró ni un minuto. La Real, que estuvo puntualmente informada por el Racing de sus intenciones, sacó de centro y en el mismo instante en el que Gil Manzano señaló el comienzo del encuentro todos los jugadores titulares del equipo cántabro se dirigieron al centro del campo y se colocaron en formación, con sus brazos entrelazados, como también lo hacían todos los suplentes, no convocados y cuerpo técnico en la línea de banda mientras la grada de El Sardinero apoyaba incondicionalmente a los suyos. El equipo txuri urdin se limitó a mover la pelota durante algunos segundos hasta que finalmente Xabi Prieto lanzó el balón fuera. Tal y como prevé el reglamento, el colegiado se acercó al capitán racinguista, su portero, Mario para preguntarle si iba a ser una protesta puntual, la misma que ya hicieron ante el Almería, o si pretendían no disputar el encuentro, y ante la firmeza de la respuesta decidió suspender el partido. El saludo entre los dos equipos fue emocionante, pero sobre todo se dispararon los sentimientos para la afición local cuando el Racing devolvió el cariño desde el campo en forma de aplausos.

Se mire como se mire, y aunque los racinguistas de corazón puedan presumir orgullosos de esta acción, el momento fue triste. Es la prueba de que el fútbol es un deporte viciado en España. Que lejos del brillo de los balones de oro y las goleadas de los grandes que ocupan portadas y minutos de televisión, hay dramas. La respuesta del Racing a esta incómoda situación fue muy digna. Convirtieron lo que por la tarde sembró de inquietud de forma generalizada a las aficiones de ambos equipos en un momento de orgullo, en una reivindicación aplaudida por los suyos y respetada por todos los demás. Por desgracia, esto será un instante que, a ojos del fútbol español, se acabará perdiendo en el tiempo. Cuando suceden cosas así, todos se rasgan las vestiduras. Pero cuando se disipe el brillo del gran escaparate que ha sido la Copa y las tres eliminatorias que ha jugado el Racing contra equipos de Primera, casi todos lo olvidarán, Quizá lo mejor que pueda pasar para que la imagen no caiga en el olvido sea que la Real gane la Copa y la imagen de hoy sea significativa de ese modo. Si no, tristemente, se olvidará más pronto que tarde.

Una vez el árbitro decretó la suspensión del partido, la Real abandonó discretamente el campo, cumpliendo su papel. Ahí acabó la jornada para el equipo de Jagoba Arrasate, que en todo momento hizo lo que tenía que hacer. El equipo compareció en Santander para un partido de fútbol. Arrasate cumplió con lo esperado y anunció un once en el que descansaban sus dos estrellas del momento, Vela desde Donostia y Griezmann desde el banquillo, con un centro del campo formado por Gaztañaga, Ros, Zurutuza, con Xabi Prieto por la banda derecha y Chory Castro por la izquierda. Hasta ahí todo lo analizable puesto que no hubo partido. El balón sólo cruzó el centro del campo con el saque inicial y cuando se produjo el último despeje en dirección a la banda. Pocas veces tendrá que hacer menos la Real para conseguir un premio tan extraordinario, nada menos que la clasificación para las semifinales de la Copa del Rey, en las que ya esperaba el Barcelona, pero las circunstancias eran las que eran y ni el protagonismo ni la decisión final estaban en manos de la Real.

El Sardinero vivió una noche de emociones y contrastes. Las dificultades sociales y económicas que atenazan al Racing chocan frontalmente con el éxito de la Real, que accede a una semifinal de la Copa por primera vez desde aquella que disputó en 1988 ante el Real Madrid y de la que salió triunfante y ovacionada. Y esas semifinales, para aumentar aún más el contraste, las van a disputar los cuatro primeros clasificados de la última Liga, los que han disputado la Champions League en la presente. La élite brilla, los que hoy por hoy no están en ella sufren. Y sufren mucho. Esa es la realidad del fútbol español. Quizá se una espléndida definición de esta realidad que la señal de televisión de este encuentro suspendido entre el Racing y la Real se acabara justo cuando los jugadores del hoy equipo local salían de nuevo a aplaudir desde el centro del campo a una afición que, a pesar de los problemas, de la casi absoluta certeza que había de que el partido no se iba a celebrar, y del mal tiempo que acompañó la jornada, quiso estar junto a los suyos. El Sardinero acabó gritando "campeones, campeones". Y lo son por dignidad. Ojalá la Real también lo sea deportivamente después de los próximos tres partidos de esta Copa ya histórica.

miércoles, enero 29, 2014

PREVIA Racing - Real Sociedad. Hay un gran e histórico premio tras el enredo

Mikel González en El Sardinero en la campaña 2011-2012.
Detrás del enredo en el que se ha convertido el choque de vuelta de la eliminatoria contra el Racing de Santander (jueves, 21.00 horas, El Sardinero; Canal + Liga y Gol TV) hay un gran premio para la Real: jugar las semifinales de la Copa del Rey después de 26 años, después de aquella gloriosa eliminatoria ante el Real Madrid que propició la segunda final consecutiva para el conjunto txuri urdin. Y aún con tan histórico premio esperando es obligado hablar de la firme amenaza de los jugadores del Racing no de jugar el partido mientras no dimita el presidente del club, Ángel Lavín. La Real ha de abstraerse de todo lo que no le compete y pensar que sí habrá partido, un choque que, de jugarse, será una dura prueba por mucho que el rival sea un conjunto de Segunda B y de que tenga dos goles de ventaja, porque lo extradeportivo amenaza con viciar el ambiente. El Racing que haga lo que tenga que hacer, los jugadores están en su derecho y probablemente en la obligación de hacer algo, pero cuando pite el árbitro los realistas sólo pueden pensar en una cosa: el premio que está en juego en esta ronda.

Nuevamente son 16 los jugadores que pueden formar la convocatoria de Jagoba Arrasate por ser el rival el único superviviente de Segunda B en estos cuartos de final de la Copa. Hay tres cambios con respecto a la lista que confeccionó para hacer frente al Elche el pasado lunes. Como el propio técnico confirmó en rueda de prensa, Markel y Vela no estarán frente al Racing por las molestias que hicieron que fueran las dos primeras sustituciones ante el equipo alicantino. También descansará Carlos Martínez. Y la única novedad por tanto en el grupo será el regreso de Joseba Zaldua. Es decir, que teniendo en cuenta las ausencias por lesión (Estrada, De la Bella, Elustondo y Granero), el planteamiento es el mismo que en el partido de ida, con apenas cinco defensas y toda la dinamita en el campo y en el banquillo por si fuera necesario echar mano de ella. El único descartado sin estar ya lesionado es Ifrán, que aún no ha debutado tras superar su lesión de rodilla y del que han surgido rumores que hablan de su cesión en este mercado de invierno.

En esta ocasión, Arrasate no ha confirmado si Zubikarai volverá a ocupar la portería, pero todo indica que así será. En la línea defensiva, con tan solo cinco opciones para cuatro puestos, apenas hay una duda, y es quien acompañará a Mikel González (que no jugó ante el Elche) en el centro de la zaga. La lógica, y más viendo que el domingo se visita el Vicente Calderón, es que sea Ansotegi y que descanse Iñigo Martínez. Los laterales serán Zaldua y José Ángel. Gaztañaga y Ros parecen seguros por delante de ellos, continuando sus apariciones ya habituales en la Copa, y lo más probable es que en la mediapunta sea Zurutuza el titular, para así tener los minutos que le ayuden a coger el ritmo de competición que aún le falta. Chory Castro, Griezmann y Seferovic se perfilan también como titulares. No es descartable que, pensando en el viaje a Madrid, Griezmann también sea suplente y que entre en su lugar Xabi Prieto. Bravo, Pardo y Agirretxe completarían el banquillo.

Es triste tener que encarar un partido sin saber si se va a jugar, pero esa es la realidad del fútbol español que los medios de comunicación se empeñan en ocultar tras el brillo de los de siempre. A estos cuartos de final, la Real llegó tras eliminar a Algeciras y Villarreal. Como visitante, empató a uno ante los primeros con gol de Griezmann y ganó 0-1 a los segundos gracias al oportunismo de Ros. El Racing, por su parte, superó a partido único al Hospitalet por 3-4 y en los penaltis al Leganés después de empatar a uno en la localidad madrileña. Ya a doble partido, apeó a Sevilla y Almería, aunque no ganó ninguno de sus dos partidos como local, perdió 0-1 ante los primeros y empató a uno ante los segundos. En la Liga, eso sí y a pesar de su precaria situación, no conoce la derrota en El Sardinero, con siete victorias y cuatro empates. La Real, por su parte, ha ganado tres partidos y ha empatado cuatro de los once que ha jugado lejos de Anoeta. El 3-1 de la ida da mucho ventaja a la Real, que para ser eliminada tendría que perder por una diferencia de dos goles si no marca y de tres si hace al menos un gol.

La historia no deja lugar a las dudas y es en esta ocasión una gran aliada del conjunto txuri urdin: la Real nunca perdió en El Sardinero en partido de la Copa del Rey. Han sido cuatro los choques que se han jugado hasta ahora, con dos empates y otras tantas victorias. El primero partido jugado fue en una liguilla que disputaron ambos junto al Arenas de Getxo en la temporada 1924-1925, y aunque el equipo vizcaíno fue el que siguió adelante en la competición, el conjunto txuri urdin arrancó un empate a uno de tierras cántabras. El precedente más similar al de esta Copa es el de la temporada 1950-1951, porque se jugó en cuartos de final, el partido de ida acabó con 3-2 para la Real y la vuelta se jugó en Santander, con la mayor victoria realista en la Copa en El Sardinero, 0-3, con un hat trick de Barinaga. La Real volvió a ganar en la capital cántabra en partido de Copa en la temporada 1967-1968, 0-1 y Boronat fue el autor del tanto. El último partido hasta la fecha entre estos dos conjuntos acabó en empate a cero.

Esa igualada se produjo en la temporada 1991-1992, en el partido de ida de la cuarta ronda. El choque fue bastante malo y sólo pasará a la historia de la Real por ser el día en que Kodro debutó con la camiseta de la Real. Como su equipo y a pesar del dominio visitante durante todo el partido, no pudo disfrutar de ocasiones de gol, aunque el bosnio fue objeto de un claro penalti que no fue señalado. En la vuelta, la Real logró la clasificación con un 2-1. La última vez que la Real pisó El Sardinero fue en la temporada 2011-2012, y el resultado fue el mismo que en el último choque de Copa, 0-0. Aunque Montanier sorprendió colocando a Demidov como mediocentro, la Real fue mejor que su rival y generó suficientes ocasiones de gol para adelantarse. Pero Velasco Carballo convirtió una falta a favor del equipo realista en dos amonestaciones para sus jugadores, uno de ellos Iñigo Martínez, al que expulsó al poco de iniciarse la segunda mitad. La inferioridad frenó a la Real, pero el Racing nunca tuvo opción real de ganar.

martes, enero 28, 2014

REAL SOCIEDAD 4 - ELCHE 0 Griezmann y 10.492 para una gran victoria

Griezmann, protagonista absoluto del partido.
En las peores circunstancias, asomó la Real más completa. En una noche terrible, con un tiempo desapacible y un horario que tendría que avergonzar a todos los que condenan a este maravilloso espectáculo al infame rincón olvidado de los lunes por la noche, 10.492 valientes desafiaron a esas circunstancias para ir a ver a su Real. Es la peor entrada en la historia de Anoeta, algo que tendría que hacer reflexionar a algunos, y aún así tiene un mérito enorme. Y su Real lo entendió, respondiendo con una un gran victoria, con una actuación sobresaliente en casi todas las facetas del juego y un 4-0 comandado por un Griezmann brutal, sensacional, estelar y magnífico. No sé cuánto tiempo le quedará vistiendo la camiseta txuri urdin, pero da igual. Lo que toca es disfrutar de su temporadón, el mejor desde que comenzó a asombrarnos a todos con 17 añitos. Ya lleva quince goles y ante el Elche firmó su primer hat trick como profesional. Algún día volveremos la vista atrás y nos acordaremos de lo mucho que nos ha hecho soñar el francés. Y también esta Real.

Porque aunque el triunfo ante el Elche tenga un nombre propio, el de Griezmann, que sobresale de forma evidente por encima del de sus compañeros, la victoria es del bloque. Todo el equipo respondió con una actuación profesional, solvente y sobresaliente. Todos y cada uno de los jugadores que escogió Arrasate, el mejor equipo posible teniendo en cuenta las circunstancias (más que ausencias, estados físicos y de forma) y el once tipo de esta temporada a excepción de la entrada de Ansotegi por Mikel González (¿quién puede ponerle pega alguna a la temporada de Ansotegi?), siguieron al pie de la letra las explicaciones del técnico. En los desmarques, en los pases, en la presión, en los movimientos sin balón, en la línea defensiva. El Elche, por mucha posesión de balón que tuviera en algunas fases del encuentro, se enfrentó a una máquina que rozó la perfección durante los 90 minutos. Y así, la goleada era el único resultado posible.

Bien es verdad que los partidos suelen apaciguarse mucho cuando cae le primer gol de forma tempranera. Y eso sucedió en éste porque los dos jugadores franquicia de esta Real son imparables cuando se asocian. Corría el segundo minuto de juego cuando Vela lanzó un espectacular pase largo para la carrera de Griezmann, que salvó la salida del portero con un ligero toque. Podemos discutir si el gol es suyo o si es propia puerta, porque en realidad Damián llega a despejar la pelota antes de que atraviesa la línea de gol, pero la introduce después con el cuerpo tras estrellarla en el larguero. En todo caso, la acción del francés es decisiva y propia del crack que es. Además, Griezmann no tardó en hacer el segundo. Llegó tras la primera intervención de Bravo para despejar un centro desde la banda izquierda del ataque ilicitano, que sirvió para montar un buen contragolpe que condujo Vela y que Xabi Prieto hizo bueno con una magnífica asistencia que encontró la cabeza del francés, para que éste colocara el balón muy lejos del alcance de Toño.

Era el minuto 11 y el partido estaba prácticamente resuelto. En un césped inmaculado pese a la continua lluvia, el Elche era incapaz de llegar hasta el área de Bravo con su dominio del balón. ¿Por qué? Porque todo el entramado defensivo de la Real fue perfecto, sobresaliendo la sencillez con la que Rubén Pardo tapaba espacios (aunque estuviera algo más fallón con el balón en los pies) y la gran actuación de un pletórico Iñigo Martínez, además del enorme trabajo de los laterales y, también defensa, de Griezmann. Esa seguridad minó al Elche de tal manera que la posesión se fue equilibrando con cierta facilidad, y eso terminó de provocar que la única portería que viera peligro fuera la de Toño. Por tercer partido consecutivo, la Real vio cómo se le anulaba un gol legal. En esta ocasión lo hizo Agirretxe y también se lo anularon por fuera de juego, como los que marcó Vela ante Getafe y Racing. Se puede aceptar que esta vez era una jugada más difícil que aquellas del mexicano, pero la coincidencia es molesta, por mucho que el partido acabara 4-0 y la Real no echara de menos el gol.

La primera parte, aunque en realidad se puede decir lo mismo de todo el partido, fue muy plácida para la Real, que incluso pudo marcar más goles. Pudieron sumar más tantos Agirretxe tras un gran pase de Vela en una contra sensacional primero y después con un disparo desde la frontal del área, y el mexicano en una jugada en la que estuvo muy cerca de adelantarse a la salida de Toño. Y es que el partido tenía unas constantes muy claras que no variaron en la segunda mitad, con el Elche manejando la pelota sin generar peligro y la Real generando inquietud constante en la defensa visitante. Por si había alguna duda de que el choque tenía claro color txuri urdin, una jugada personal de Vela a los cinco minutos de la reanudación acabó con el 3-0. El mexicano, otro jugador superlativo, controló el balón algo más allá de la línea del centro del campo e inició la carrera, tuvo suerte en el corte que intentó Sánchez y enganchó una fenomenal volea que no dejó más opción a Toño que la de ser un magnífico figurante en la fotografía del gol.

Para entonces, Arrasate había tenido que relevar a Markel Bergara por unas molestias. Son de esos cambios que molestan más cuando el partido no sale como uno espera, pero es curioso que, con un marcador tan a favor, el jugador fuerce para salir en la segunda mitad y tenga que sustituido a los dos minutos por Gaztañaga después de haber arriesgado ya en Getafe hace una semana. Un pequeño lunar en una gran noche. Vela también acabó algo tocado, precisamente tras la jugada del gol y por la acumulación de partidos, y dejó su sitio a Zurutuza, que sigue evidenciando una falta de ritmo pero que al menos así va sumando minutos con el mínimo riesgo para el equipo. Y tuvo su papel en el cuarto gol. Agirretxe peleó el balón dentro del área y consiguió sacar un centro que Toño, molestado aunque legalmente por Zurutuza, despejó mal. El balón cayó en los pies de Griezmann, que no falló.

Arrasate quiso frenar la relajación final colocando a Ros en el campo junto a Gaztañaga y dando descanso a Pardo, que lució un vendaje en una de sus rodillas, pero aún así el Elche gozó de dos claras ocasiones de gol en esos minutos. Primero la tuvo Boakye, pero se encontró con la espléndida intervención de Bravo. El chileno apenas tuvo que aparecer en el partido, pero dio una seguridad terrible al equipo, atrapando balones por muy mojado que estuvieran el cuero y el césped, e incluso permitiéndose el lujo de hacer un regate que, aún saliendo bien, seguro que a muchos recordó la fatal jugada en la que fue expulsado, precisamente ante el Elche, en la temporada del ascenso. A cuatro minutos del final, Damián estrelló una falta directa en el larguero, aunque el chileno se había estirado bien, poniendo el punto final del encuentro, sensacional para los intereses realistas y de absoluta impotencia para el Elche.

La Real ha sabido aprovechar una jornada en la que casi todo ha sido perfecto. La derrota del Villarreal acerca la quinta plaza a sólo un punto (más el average, bastante perdido con el 5-1 de El Madrigal), pero sobre todo es importante que la derrota del Sevilla le deja en la séptima posición a cinco puntos. La temporada sigue oliendo a Europa, por mucho que la victoria del Athletic siga manteniendo a seis puntos la cuarta posición y por tanto el regreso a la Champions League. Son tres puntos importantes que confirman una trayectoria sensacional, que ha convertido las victorias en una costumbre que no hay que dejar de valorar y con un estado de forma brutal de sus estrellas que compensa los efectos de aquella mala racha del primer tramo de la temporada, la desazón de la Champions y las muchas bajas a las que ha tenido que ir haciendo frente Arrasate a lo largo de la competición. Y, claro, luego está Griezmann. Pero es que el francés está haciendo que cualquier elogio se quede corto.

domingo, enero 26, 2014

PREVIA Real Sociedad - Elche. Un punto de arranque para la escalada

Carlos Martínez en la última visita del Elche, en la 2009-2010.
La Real busca un punto de arranque para la escalada en su primer partido de la segunda vuelta como local (lunes, 22.00 horas, Anoeta, Cuatro), y la jornada se le ha presentado propicia por los resultados de sus rivales en la carrera por Europa. El regreso a Anoeta después de dos jornadas consecutivas como visitante, viendo los números que tienen ya los de Jagoba Arrasate en el estadio donostiarra y el optimismo tras haber alcanzado en la Copa del Rey rondas por muchos años olvidadas, hacen que la Real sea favorita ante el Elche, un equipo que nunca ha ganado en San Sebastián en Primera División pero que no ha caído derrotado ante el conjunto txuri urdin en los últimos partidos en los que se han enfrentado ambos conjuntos. Ganar al Elche supondría una nueva inyección de moral para afrontar la salida más complicada que le resta a la Real en la Liga, el Vicente Calderón, y para certificar el pase a las semifinales de la Copa del Rey en Santander. Y todo esto empieza en el nefasto horario de los lunes.

Hay una sorpresa muy destacada en la convocatoria de Arrasate, y es que Zaldua no estará entre los 18 elegidos para hacer frente al compromiso ante el Elche. Resulta una elección llamativa teniendo en cuenta que De la Bella y Estrada siguen siendo baja y a que sólo habrá cinco defensas en la lista. Carlos Martínez, Ansotegi y Markel Begara regresan tras descansar ante el Racing, en una lista en la que sólo hubo 16 jugadores por ser el rival un equipo de Segunda B. Quien sí sigue por el momento con el primer equipo es Gatzañaga. Aunque ya tiene el alta médica, Ifrán no entra por el momento en los planes del técnico txuri urdin, a la espera de que coja algo más de ritmo tras su lesión de rodilla. El delantero uruguayo es el único jugador disponible, aún con ese inconveniente, que se queda fuera de la lista. A los mencionados De la Bella y Estrada, se suma Granero en la enfermería.

No hay muchas dudas en la línea defensa, donde Bravo estará bajo palos, Carlos Martínez y José Ángel ocuparán los laterales y Mikel González e Iñigo Martínez serán los centrales. Por delante de ellos volverán a jugar Markel y Pardo después del paréntesis copero (aunque Pardo sí jugó el último tramo del encuentro ante el Racing). Y en principio parece que por delante seguirán los habituales, Xabi Prieto por el centro, Griezmann y Vela por las bandas y Agirretxe en punta, buscando prolongar la buena racha goleadora que le ha hecho sumar ya cinco tantos. De entre todos los jugadores de las posiciones ofensivas, quizá el capitán sea el que tenga alguna opción de quedarse en el banquillo, aunque Zurutuza ha reconocido que por el momento está jugando con molestias. El banquillo lo completarán Zubikarai, Ansotegi, Gaztañaga, Ros, Chory Castro y Seferovic.

Salvo la victoria del Athletic en Pamplon, la jornada ha sido muy positiva para la Real, con las derrotas se Villarreal y Sevilla. La Real la empezó en la sexta posición, la última que da derecho a la Europa League, con 33 puntos. El Elche arrancó en la decimoquinta, con 21, aunque los resultados han hecho que antes de jugar caiga hasta la decimoséptima, siendo el último equipo fuera de la zona de descenso. El equipo de Arrasate es el quinto mejor de la Liga como local incluso habiendo jugado dos partidos menos en su estadio que los dos equipos que le preceden en la tabla, Villarreal y Athletic. Seis victorias en nueve partidos y sólo una derrota, ante el Atlético de Madrid en la ya lejana tercera jornada. Desde entonces, siete partidos en Anoeta sin conocer la derrota. A pesar de que el botín en puntos como visitante del Elche es escaso, sólo nueve, ha conseguido sumar en cinco de sus nueve salidas, venciendo a Celta (0-1) y Betis (1-2), y empatando ante Almería (2-2), Athletic (2-2) y Getafe (1-1), aunque sólo ha sumado cuatro de los últimos 18 puntos posibles, precisamente en los dos últimos partidos y en su casa.

Este partido se ha visto anteriormente en 17 ocasiones y la estadística es demoledoramente favorable a la Real. En Primera son 14 los choques y nunca consiguió el Elche la victoria. Los ilicitanos sólo consiguieron arrancar de Atotxa dos empates, ambos a cero, en las temporadas 1974-1975 y 1976-1977. El resto, hasta doce partidos, acabaron con victoria txuri urdin, las ocho primeras de forma consecutiva entre las campañas 1959-1960 y la 1973-1974. La más abultada fue el 5-0 de la Liga 1967-1968, la del regreso a Primera tras el ascenso de Puertollano, con tres goles de Arambarri, uno de Canós en propia puerta y otro más de Arzak. Mucha más igualdad hay en los resultados cosechados en Segunda, con una victoria para cada equipo y un empate en los tres choques celebrados. La Real no le gana al Elche como local precisamente desde ese triunfo en Segunda, en la temporada 2007-2008, por 2-1, con goles de Xabi Prieto y Gerardo.

La última vez que el Elche pisó Anoeta fue en Segunda División, en la temporada 2009-2010, la que finalizó con el último ascenso txuri urdin, y fue el único encuentro que perdió la Real como local en toda la Liga. El partido se decidió en los diez primeros minutos. Claudio Bravo cometió un error jugando el balón con el pie y acabó haciendo penalti y viendo la roja. Zubikarai no pudo detener el lanzamiento de Molina. Aún con inferioridad, Carlos Martínez forzó un penalti que, ausente Xabi Prieto, lanzó y falló Carlos Bueno. Para el último Real Sociedad - Elche en Primera hay que retroceder hasta la temporada 1988-1989, en un partido con historia. Se aplazó por la huelga general del día 14 de diciembre de 1988, y se jugó casi un mes después, el 11 de enero. Ganó la Real por 1-0, gol de Igoa a los diez minutos, tras un centro de Goikoetxea y un primer remate de Fuentes. El choque se jugó en un embarradísimo Atotxa.

miércoles, enero 22, 2014

REAL SOCIEDAD 3 - RACING 1 Un absurdo final empaña una buena ventaja

El primero de los dos goles de Mikel González.
La Copa no termina todavía de dar las alegrías que promete a la Real. Cuando parecía que con un 3-0, y además cuantiosas ocasiones para hacer alguno más, se conseguía encarrilar la eliminatoria de cuartos de final, independientemente de la división en que milite el Racing, los últimos minutos han empañado los logros anteriores. Es un 3-1 que da mucha ventaja a la Real, no hay otra forma de analizar un marcador como el que dejó el partido de Anoeta, pero el gol racinguista en el minuto 83 hace que la eliminatoria no esté tan resuelta como tendría que haber estado. El equipo txuri urdin ha ido cumpliendo el guión al pie de la letra. Marcó pronto, aumentó la renta en la primera mitad y debió irse al descanso con una ventaja mucho mayor, algo que impidió también Velasco Carballo anulando de forma inexplicable un gol legal a Vela. En la segunda mitad, la Real volvió a marcar. Pero acabó con un sufrimiento absurdo y difícil de explicar. Pero es la Copa, una competición que, aún ya en cuartos, le sigue costando mucho al equipo txuri urdin.

Es curioso lo que cambia la valoración de un partido por un solo gol, cuando éste además no cambia el signo de un partido. Porque los primeros 75 minutos fueron bastante irreprochables en casi todos los sentidos. La Real consiguió una renta cómoda de tres goles que debieron ser más. En defensa el equipo estuvo perfecto. Gaztañaga y Ros formaron una muy buena pareja de pivotes, entendiendo el ritmo del encuentro, cortando muchos balones y dando el control del juego. Los dos laterales ofrecieron continuas ayudas en ataque, sobresaliente una vez más Zaldua en todas las facetas. Chory estuvo incisivo a más no poder. La Real tocaba y tocaba en sus jugadas de ataque, encontrando las bandas con facilidad. Y se logró además el gol tempranero. Era el minuto 4. Chory Castro colgó al área un córner que había recibido en corto y Mikel González abrió un inmenso agujero en la defensa racinguista para marcar a placer.

Con el 1-0, la Real se sintió con confianza, aunque en ocasiones ralentizó demasiado el ritmo del partido, quizá también por la intensa lluvia que enturbió el primer tiempo. Eso sí, generó el suficiente fútbol y considerables ocasiones como para que se notara en el marcador la diferencia de categoría entre los dos equipos y entre lo que uno y otro estaba siendo capaz de hacer en este partido de Copa. Y es que la primera media hora fue un absoluto monólogo txuri urdin, con un Racing que no daba la sensación de ser el equipo que había vencido a domicilio a los dos equipos de Primera a los que había eliminado previamente. Vela pudo marcar, pero le faltó algún centímetro para llegar de cabeza a un centro desde la izquierda. Completamente solo, Chory lanzó fuera un disparo que tendría que haber sido el 2-0 y pocos minutos después Seferovic provocó una poco ortodoxa parada de Mario, tras recibir el balón en un córner botado con rapidez.

El Racing no se acercó hasta la portería de Zubikarai hasta el minuto 31, aunque cuando lo hizo asustó a la Real. Aunque fue un disparo algo centrado, el guardameta realista respondió con reflejos a una falta lanzada por Andreu y tocó el balón lo suficiente para que se estrellara en el larguero y no acabara en el fondo de la red. Fue una de esas ocasiones que amenazan con meter al rival en el encuentro, pero la Real respondió bien y de inmediato. Primero con una nueva ocasión de Seferovic que sacó Barrio bajo palos y después haciendo el 2-0. Vela inició la jugada con un espléndido cambio de juego hacia Chory Castro, que de primeras enganchó una sensacional asistencia para que el inusual bigoleador de la noche, Mikel González, rematara a placer. Un mazazo para el Racing que desactivó su posible reacción. Y al descanso se debió llegar con 3-0, pero el asistente de Velasco Carballo, no olvidemos que será el representante español en el Mundial de Brasil, anuló incomprensiblemente un gol legal de Vela por un fuera de juego inverosímil. Justificar errores así con los tópicos de siempre es absurdo, porque fue una cantada indigna de unos cuartos de final de Copa.

El once inicial.
Dio la impresión de que el Racing quiso adelantar algo las líneas en el arranque de la segunda mitad, incluso Zubikarai tuvo que actuar para impedir que Lafuente marcara en los primeros minutos tras la reanudación, pero pronto recuperó la Real el dominio del juego y las ocasiones para aumentar el marcador. Ahí se convirtió Seferovic en el hombre del partido, pero por desgracia de forma negativa. Gozó de numerosas ocasiones de gol, tres clarísimas, una tras recibir una sensacional asistencia en profundidad de Chory Castro, la segunda repelida por Mario tras una buena subida de José Ángel y la última tras hacer un buen control con la rodilla, pero está negado y no le entra nada, prolongado una sequía que no tiene visos de acabar. Para colmo, hoy sus compañeros desperdiciaron más de un contragolpe en el que el suizo podría haberse quedado solo, el más evidente una conducción en la que Ros nunca llegó a encontrar el momento del pase aunque el delantero realista se lo marcó hasta en tres ocasiones. Seferovic está desesperado y no lo disimula. Más bien lo sufre.

No obstante, la Real consiguió aumentar su renta con otro gol más. Otra de las muchas incorporaciones al ataque de José Ángel acabó en un pase al área que Xabi Prieto dejó pasar con maestría para que Vela colocara el balón con suavidad en el interior de la portería, sin que Mario pudiera hacer nada más que ver el gol. Nada más anotar, y que Velasco Carballo está vez sí le diera validez, el mexicano dejó el campo para que entrara Zurutuza. Y quizá ahí empezaron los problemas de la Real. Porque el del Racing ha sido un encuentro en el que se han dado algunos pasos adelante (especialmente los jugadores del Sanse, pidiendo no ya partidos para dar descanso a los jugadores del primer equipo sino para oficializar que han pasado a algunos de sus compañeros y están en mejor forma que ellos), pero también algunos atrás. No es que Prieto esté brillando precisamente, pero Zurutuza mostró con claridad que, ahora mismo, no está para aguantar el ritmo o la intensidad de un partido de primer nivel. Y ojo que el rival de hoy era un Segunda B.

El primer cambio de Arrasate no salió bien, porque Zurutuza no entró en juego. El segundo no terminó de tener lógica. El técnico txuri urdin pareció conformarse con el 3-0 y la posibilidad de que cayera algún gol más en alguna de las jugadas que estaba trenzando el equipo y decidió refrescar el centro del campo, lo habitual con un marcador que da ventaja, pero de una manera que pareció algo innecesaria. Ros, que apenas ha jugado esta temporada, no es precisamente uno de los futbolistas que necesiten recambio o que estén en peor condición física, pero aún así fue él quien dejó el terreno de juego para que entrara un Pardo que no llegó a coger el ritmo que requería el partido. Y tres cuartos de lo mismo le sucedió a Griezmann tras sustituir a Xabi Prieto. Sea porque los cambios restaron más que sumar o porque el Racing decidió que ya no tenía absolutamente nada que perder, lo cierto es que el último cuarto de hora tuvo un clarísimo color visitante.

Y resulta algo incomprensible, porque ni el marcador ni el juego apuntaban en esa dirección. A la Real le hubiera bastado con tirar algún contragolpe mínimamente peligroso para cortar las alas de los racinguistas, como sucedió con el segundo gol en la primera mitad tras el disparo que Zubikarai despejó al larguero, pero ni eso consiguió. Poco a poco, el Racing se lo fue creyendo. Fue forzando córners que a la Real le costaba despejar, fue abriendo balones a las bandas en los que el equipo txuri urdin nunca impuso su superioridad. Y tuvo ocasiones. Gaztañaga tuvo que despejar un primer remate de Andreu, justo antes de que una mala colocación de Iñigo Martínez en un centro desde la izquierda permitiera a Koné rematar absolutamente desmarcado. Un gol esta vez bien anulado por fuera de juego de Mariano no contribuyó precisamente a calmar los ánimos de la Real y el mismo Mariano tuvo a renglón seguido la ocasión más clara de su equipo en todo el partido.

El marcador final.
El final dejó un sabor de boca bastante amargo, debido a que el Racing sigue siendo un equipo de Segunda B y por mucho que todo el mundo quisiera concienciarse antes del partido de que eso tenía menos importancia que el hecho de que se jugaban los cuartos de final de la Copa. Viendo el desarrollo del partido, un 3-2 habría sido sencillamente catastrófico, pero un 3-1, con todo, da una ventaja bastante importante a la Real. Eso es un hecho. Para caer eliminada y no pasar a semifinales, tendría que perder en Santander por dos goles de diferencia (algo que en la Liga sólo ha sucedido ante Barcelona, Real Madrid y Villarreal, segundo, tercero y quinto clasificados de Primera División) o por tres si es capaz de marcar dos goles o más, algo que el equipo txuri urdin ha conseguido en la mitad de los partidos de Liga que ha jugado lejos de Anoeta. Eso también es un hecho. Pero con los muchos sinsabores que ha dejado la Copa en las dos últimas décadas, es también lógico que este 3-1 deje una mueca de desaprobación en el aficionado realista porque una eliminatoria que debió quedar sentenciada aún está abierta. Con ventaja, pero abierta.

martes, enero 21, 2014

PREVIA Real Sociedad - Racing de Santander. En la Copa no hay categorías

Griezmann hizo dos goles en la última visita del Racing.
Cuartos de final de la Copa (miércoles, 20.00 horas, Anoeta, Canal + Liga, Gol TV). Conviene decirlo bien alto y tantas veces como sea necesario: cuartos de final de la Copa, una ronda que la Real no pisaba desde hace 21 años y que Anoeta todavía no conoce. Y se los va a jugar contra el Racing de Santander, un equipo que milita en la Segunda División B. Pero, ojo, porque en la Copa no hay categorías y bien ha de saberlo la Real, puesto que es el equipo que más veces ha caído en toda la historia ante equipos que militaban en divisiones inferiores, nada menos que en 21 ocasiones, y que desde que regresó a Primera siempre ha caído en el torneo copero jugando el segundo partido de la eliminatoria lejos de Anoeta, tal y como sucede en esta ocasión. Además, los dos últimos partidos ligueros han de poner a los de Jagoba Arrasate sobre aviso para evitar confianzas. La enfermería volverá a ser un quebradero de cabeza para el técnico txuri urdin.

Dado que la Real es el único equipo que se enfrenta en estos cuartos de final a un conjunto de Segunda B, la convocatoria vuelve a quedar reducida a 16 jugadores. Como el técnico confirmó en la rueda de prensa previa, y además de los cuatro jugadores que están todavía lesionados (Estrada, De la Bella, Granero e Ifrán; el prolongado tiempo de baja de éste último le lleva a estar en este grupo, aunque ya tiene el alta y podría ir empezando a entrar si el técnico lo considera oportuno), el único descartado con respecto al duelo de Getafe es Elustondo. Eso quiere decir que el técnico ha optado por dar descanso a dos de los jugadores que más tocados parecen haber llegado a este tramo de temporada. Esto es, Carlos Martínez y Markel Bergara, a los que también se suma Ansotegi, que ha venido supliendo en las últimas semanas las ausencias de Mikel González e Iñigo Martínez. En la lista, dos del Sanse ya habituales, Zaldua y Gaztañaga.

Como ha venido sucediendo en las anteriores rondas de Copa, Arrasate ha adelantado que Zubikarai se colocará bajo palos en lugar de Bravo. A partir de ahí, hay una clara ambición ofensiva, puesto que en la lista sólo hay cuatro defensas y todos ellos, con Ros y Gaztañaga como probables recambios en caso de emergencia, serán titulares. Por tanto, Zaldua y José Ángel estarán en las bandas, Mikel González e Iñigo Martínez en el centro. La ausencia de Markel y Elustondo supone que Gaztañaga tendrá una nueva ocasión para estar en el once inicial. Pardo, Ros, Zurutuza y Xabi Prieto se juegan las otras dos posiciones del centro del campo. Y en el trío atacante es difícil saber los planes de Arrasate. Parece seguro que Seferovic volverá a tener una nueva oportunidad, tras no haber jugado ni un minuto en Getafe, donde disputó el partido completo Agirretxe, y es probable que Chory Castro esté con ellos. Vela, con más opciones que Griezmann, completaría el once.

La Real no conoce la derrota en la presente edición de la Copa del Rey, sumando dos victorias y otros tantos empates, y apenas ha recibido un gol, el que le hizo el Algeciras lejos de Anoeta en el 1-1 con el que acabó el primer partido que jugó en la Copa. El Racing ha llegado hasta los cuartos de final apeando al Hospitalet por 3-4, al Leganés por penaltis, y a dos equipos de Primera ya a doble partido, superando al Sevilla por un global de 2-1 y al Almería por 3-1, ganando en ambos ocasiones lejos de Santander. En la Liga, la Real llega a esta eliminatoria con sólo una derrota en Anoeta, ante el Atlético de Madrid, que llegó en la tercera jornada, hace ya casi una vuelta y apenas ha encajado siete goles en su estadio. El Racing es líder del primer grupo de Segunda B, gracias entre otras cosas a que sólo ha perdido dos de las diez partidos que ha jugado a domicilio, 3-2 ante el Racing de Ferrol y 1-0 ante el Burgos, ahora mismo segundo y séptimo clasificados. Esta segunda fue, precisamente, su última derrota en Liga antes de sumar ocho jornadas ya sin perder.

Real Sociedad y Racing de Santander han jugado en la Copa del Rey en cuatro ocasiones y en todas ellas el equipo txuri urdin consiguió superar al cántabro, ganando siempre el partido disputado en San Sebastián. En la primera de las ocasiones en las que se cruzaron la Real no siguió adelante en el torneo, ya que se produjo antes de que la Copa asumiera el sistema de eliminatoria directa Fue en la temporada 1924-1925, cuando Real y Racing quedaron encuadrados en la misma fase con el Arenas de Getxo, que fue el equipo que continuó. La Real, no obstante, ganó su partido ante el Racing por 4-0, la mayor goleada en estos enfrentamientos con tantos logrados por Urbina en dos ocasiones, Artola y Benito Díaz. Las tres siguientes ocasiones que se vieron fue en eliminatorias. En la temporada 1950-1951, como en la presente, el cruce fue en cuartos de final, el primer partido fue en San Sebastián y el resultado en Atotxa fue de 3-2. El siguiente choque fue en la campaña 1967-1968, en primera ronda, y volvieron a ganar los realistas por 3-1. Y el último duelo entre ambos fue en la cuarta ronda, en la temporada 1991-1992, y el resultado fue de 2-1.

Aquel partido de la temporada 1991-1992 fue el de vuelta y se jugó después del 0-0 del encuentro de ida. El Racing se adelantó en el minuto 19 con un gol de Sabou, pero la Real igualó el marcador (aún no se aplicaba el valor doble de los goles en campo contrario para resolver los empates) muy pronto, en el minuto 28, por medio de Loinaz. La expulsión de Geli a la media hora facilitó el camino a la Real. Oceano hizo el gol decisivo antes del descanso. La última vez que el Racing pisó Anoeta fue en la temporada 2011-2012, el día en que el equipo txuri urdin certificó su permanencia mientras que el Racing descendió matemáticamente a Segunda. La Real ganó 3-0, aunque ganó el partido en la segunda mitad y después de escuchar silbidos de la grada en el descanso. En apenas un cuarto de hora, Griezmann hizo los dos primeros goles, ambos a pase de Xabi Prieto, y poco después asistió a Agirretxe para que hiciera el tercero.

domingo, enero 19, 2014

GETAFE 2 - REAL SOCIEDAD 2 La Real se deja dos puntos en el caos de Getafe

El once de la Real en Getafe.
Getafe tiene algo extraño que siempre se lleva por delante los buenos propósitos de la Real, y el Coliseum del sur de Madrid es de esta forma el estadio más maldito para la Real de los últimos años con diferencia. Siempre sucede algo allí. Hoy, una espléndida Real que se puso 0-2 en el marcador acabó devorada por el caos, la vorágine, la locura que se desató cuando Fernández Borbalán, con diferencia también uno de los peores árbitros que ha pisado la Primera División en décadas, concedió un gol probablemente ilegal del Getafe, después de privar de otro legal a la Real y antes de omitir un clamoroso penalti sobre Vela. A pesar de seguir por delante, el 1-2 sacó por completo del partido a la Real y que el partido acabara en empate y no en una victoria local se entiende sólo porque los de Luis García jugaron la última media hora con diez jugadores. Con superioridad, la mejor opción para que la Real se llevara el partido pese a todo fue ese claro penalti que el colegiado decidió no pitar, ahondando aún más su participación en el resultado final de un encuentro en el que el equipo de Jagoba Arrasate claramente se dejó dos puntos.

Con este poderoso salto hizo Agirretxe el 0-1.
Esa sensación es inevitable viendo la primera media hora del encuentro, de aplastante superioridad txuri urdin, y el motivo que cambió el devenir del mismo. La Real, con Zurutuza en la mediapunta en lugar de Xabi Prieto y la titularidad de Markel a pesar de la lesión que le hizo perderse el choque de Copa en Villarreal, salió al campo a lo campeón. Jugando bien, acertando en sus decisiones en defensa y en ataque, con buenas transiciones en el centro del campo y generando mucho peligro en la portería de Moyá. Casi parece lógico decir que el 0-1 se veía venir, y eso que el gol de Agirretxe llegó en el minuto 4. Pero es que para entonces ya se veía una espléndida sociedad entre Pardo y Vela y un buen entendimiento entre el mexicano y Carlos Martínez. El lateral, en una de sus internadas, dejó el balón atrás para que Vela colocara un precioso pase combado con su pierna izquierda y Agirretxe, en un gran movimiento, conectara un precioso cabezazo ante el que nada pudo hacer Moyá.

Como sucedió en la temporada pasada, la Real se adelantó muy pronto en el marcador. Pero si aquel día el gol de Vela fue la excepción en un partido de caraja absoluta, la sensación hoy sobre el Coliseum era bien distinta. El equipo txuri urdin mandaba con una autoridad impresionante. Y si la banda derecha realista fue un quebradero de cabeza constante para la defensa del Getafe, que la izquierda se pusiera también en funcionamiento amenazaba con provocar un agujero por todos los flancos locales. Una buena subida de José Ángel acabó en una falta que botó Pardo y que Griezmann cabeceó para que Moyá la sacara sin ser consciente siquiera de dónde estaba el balón. A continuación, el francés botó una falta desde la derecha, Zurutuza la dejó de cabeza en el segundo palo y Vela la empujó a placer al interior de la portería. Pero Fernández Borbalán comenzó ahí a modificar el marcador del partido, señalando fuera de juego a instancias de su asistencia.

El 0-2, también obra de Agirretxe a pase de Vela.
Es difícil decir si los jugadores realistas eran conscientes de la legalidad del gol del que fueron privados (basta ya de insistir en que arbitrar es muy difícil, era una jugada muy, muy, muy sencilla de ver, como lo fue la del penalti en la segunda mitad), pero en todo caso no cejaron en su acoso a la portería del Getafe, que sólo parecía capaz de frenar las acometidas realistas con faltas. Al cuarto de hora, Moyá tuvo que salir fuera de su área para despejar un sensacional envío de Zurutuza a Agirretxe. En la jugada siguiente llegó el 0-2. Markel sacó el balón en largo desde atrás para que Vela iniciara una sensacional galopada por la banda derecha, dejara con el molde a su marcador y cediera el balón atrás para que Agirretxe, de nuevo de cabeza, colocara el balón lejos del alcance de Moyá. Era el minuto 16 y no se podía poner mejor el partido para la Real, con una clara ventaja en el marcador y con un público, escaso como siempre en el Coliseum pero más por el tiempo de perros que acompañó al partido, que comenzó a corear consignas contra sus propios jugadores.

Después de firmar casi una media hora de enorme categoría, la Real comenzó a desaparecer. Lo hizo primero por cuenta propia, obligando a Bravo a intervenir en dos ocasiones de forma casi consecutiva, la primera saliendo a los pies de Sarabia después de un mal control de éste y la segunda para despejar a córner un disparo desde la frontal. En todo caso, fue en ese córner donde el partido se torció definitivamente. El despeje de Griezmann encontró un voleón  de Escudero que aterrizó en los pies de Ciprian, completamente solo, que batió a Bravo antes de que Ansotegi pudiera llegar para evitar su disparo. Los jugadores de la Real protestaron la posición de Ciprian, probablemente con razón, aunque ésta fuera la jugada más dudosa de todas aquellas con las que Fernández Borbalán vició el devenir del encuentro. El 1-2 sofocó el incendio en la grada y sacó del partido a la Real de una forma asombrosa, hasta el punto de que el descanso fue una bendición para los de Arrasate.

El Getafe recorta distancias. Ciprian marca y mira al linier.
Y eso que, en realidad, el Getafe no tuvo ocasiones demasiado nítidas para empatar en ese tramo final del primer tiempo, pero cada balón que se acercaba a las inmediaciones del área de Bravo provocaba una inexplicable sensación de zozobra en la defensa realista, que perdió la sensación de seguridad que dio durante la primera media hora al mismo tiempo que desaparecieron las buenas conexiones en ataque. La mejor ocasión para el Getafe la tuvo Pedro León en el minuto 43, al aprovechar un resbalón de José Ángel para plantarse solo delante de Bravo, que reaccionó bien y mando el balón a córner. Para entonces, el público de Getafe había cambiado completamente su actitud. Sus jugadores ya no eran los "mercenarios" contra los que clamaba minutos antes, sino que la confianza en ellos para la remontada era tan absoluta que no dejaba de reclamar al árbitro todo tipo de jugadas, incluso dos manos inexistentes dentro del área, la primera de Carlos Martínez y la segunda de Markel.

El arranque de la segunda mitad ofreció un espejismo con la tarjeta que Vela provocó para Rafa, pero enseguida el partido volvió hasta donde estaba antes de que Fernández Borbalán enviara a los dos equipos a los vestuarios. El empate llegó en el séptimo minuto de la reanudación, pero pudo haber llegado antes. Primero en un cabezazo de Arroyo que se marchó lamiendo el palo a la derecha de Bravo y después con un disparo que Ciprian mandó a las nubes. El gol llegó porque parecía inevitable, después de que el Getafe estrellara el balón en el palo y la jugada continuara hasta que Pedro León mandó el balón al fondo de la portería de Bravo, sin que ningún jugador se diera cuenta de lo solo que estaba hasta que fue demasiado tarde. El Getafe se puso en disposición de culminar la remontada y dejar a la Real sin nada, pero Broja, sorprendentemente ovacionado en su salida del campo, cometió una absurda temeridad teniendo ya una tarjeta amarilla, derribando a Markel en una contra de la Real y viendo la roja en el minuto 62.

El 2-2 definitivo que Bravo no llega a evitar con su estirada.
Los realistas no supieron hacer valer esa superioridad numérica y equivocaron por completo el ritmo y las decisiones que había que tomar en este nuevo escenario, perdiendo infinidad de balones en zonas alejadas del área de Moyá y sin combinar con la suficiente velocidad como para que se notara la expulsión. Al menos, jugar con diez hizo que el Getafe frenara su acoso a la portería de Bravo y convertía en algo casi imposible el 3-2 que tan factible parecía instantes antes. Arrasate quiso recuperar el control del centro del campo colocando sobre el césped del Coliseum, en un estado lamentable por el agua que cayó sobre él, a un Xabi Prieto que debía coger el mando que Zurutuza no fue capaz de asumir, probablemente por estar todavía falto de ritmo. Después entró Chory Castro por el propio Zurutuza y el último de los cambios fue para retirar a un desacertado Markel, que forzó para jugar, y colocar en su puesto a Elustondo. No dieron demasiado resultado esos cambios, porque la Real apenas tuvo ocasiones de gol en el tramo final.

La mejor, además, llegó a balón parado, donde la superioridad numérica no debería notarse. Fue en un cabezazo de Xabi Prieto que se marchó ligeramente desviado. No obstante, a Fernández Borbalán y a uno de sus asistentes aún les quedaba una jugada más con la que alterar el resultado del encuentro. Vela protagonizó una espléndida galopada y al entrar en el área fue golpeado en la cara por Lisandro con un descaro tal que resultó inconcebible que el colegiado no señalara de forma inmediata el correspondiente penalti. Si no lo hizo fue, probablemente, porque a Borbalán le gusta pasar factura a los jugadores. Vela le había reclamado previamente algunas faltas que no le había señalado y por eso no resultó extraño que no marcara ésta, por mucho que fuera dentro del área. Pardo antes del minuto 90 con un disparo desde fuera del área y Agirretxe ya en el descuento con un cabezazo fueron los que tibiamente intentaron lograr el gol de la victoria que no llegó.

El marcador final.
Viendo la aplastante superioridad que mostró la Real en la primera media hora, es casi obligado pensar que el equipo txuri urdin se ha dejado dos puntos. Y es cierto que la actuación de Fernández Borbalán ha sido decisiva para que así sea, perjudicando clara y decisivamente en dos decisiones (el que habría sido el 0-2, obra de Vela, y el penalti sobre el mexicano, que habría puesto el 2-3 en el marcador) y puede que en otra más (el primer gol del Getafe). Pero también es importantes destacar que el carácter de la Real se convirtió en una mandíbula de cristal en cuanto el equipo local simplemente recortó distancias. Seguía ganando, y no lo supo administrar. Y con el empate, tampoco tuvo lo necesario para gestionar con acierto media hora con un jugador más, por mucho que Arrasate se cansara de gesticular desde la banda pidiendo a sus hombres que emplearan la cabeza. Es Getafe, y en Getafe siempre pasan cosas extrañas. Las de hoy se han llevado dos puntos, pero al menos uno ha viajado a Donostia. Algo es algo, aunque ahora mismo sepa a poco.

sábado, enero 18, 2014

PREVIA Getafe - Real Sociedad. Una buena prueba de fuego para la moral realista

La temporada pasada, así hizo Vela el al final inútil 0-1.
Tras la euforia desatada con la clasificación en la Copa del Rey y antes de la ilusión de disputar los cuartos de final de esa competición 21 años después, vuelve la Liga (domingo, 12.00 horas, Coliseum Alfonso Pérez, Canal + Liga y Gol TV). Y vuelve en un escenario poco propicio históricamente para la Real y donde hace menos de un año se cortó una gran racha y se puso en peligro la clasificación para la Champions. Va a ser una buena prueba de fuego para la moral realista, recuperada con la victoria en la Copa después de la abultada goleada encajada en El Madrigal en el cierre de la primera vuelta y con el claro objetivo de volver a recuperar terreno en la lucha por la cuarta plaza. Se consiga o no al final de la Liga, y con el permiso del sueño en el que se puede convertir la Copa, ese es ya el objetivo de la Real esta temporada, volver a Europa y de nuevo por la puerta grande. Getafe, primera de las 19 estaciones que restan en esa batalla.

Las buenas noticias que llegaron desde la enfermería en el último tramo de la concentración en El Saler devuelven a Jagoba Arrasate un abanico mayor de posibilidades del que ha tenido en los últimos partidos para realizar la convocatoria de cara al duelo de Getafe. Son 20 los jugadores que forman una lista previa, todos los disponibles, por lo que habrá que esperar a los instantes previos al partido para conocer la lista definitiva. Completamente descartados están Estrada, De la Bella, Ifrán y Granero. De los que dudosos, Markel ha entrado en esa preselección aunque no es segura su participación. Griezmann, que ya jugó los últimos minutos en Villarreal el jueves, Pardo y Mikel González no van a tener ningún problema para estar. La presencia del último es una gran noticia, habida cuenta de que Iñigo Martínez no podrá jugar en el Coliseum por sanción. Gaztañaga y Callens siguen en todo caso con el grupo por si fuera necesaria su convocatoria.

En ausencia de una lista concreta, es difícil aventurar los planes de Arrasate, pero algunos aspectos parecen claros. Bravo volverá a la portería y los centrales serán Ansotegi y Mikel González, mientras que José Ángel estará en la banda izquierda. Zaldúa podría estar en la derecha y así dar descanso a Carlos Martínez. En el centro del campo están las dudas. Si Markel no llega, Gaztañaga y Elustondo se jugarían la primera plaza en esa línea. La segunda sería para Rubén Pardo, que volvería así al once. Y la tercera en principio se la disputan Xabi Prieto y Zurutuza, si éste segundo está ya disponible para salir de inicio. Por delante de ellos, sería muy sorprendente que no jugaran Griezmann, Vela y Agirretxe, ya que ninguno de los tres fue titular en el choque copero ante el Villarreal y el último ni siquiera fue uno de los cambios. A la espera de los dos descartes y con Zubikarai seguro en el banquillo como guardameta suplente, Callens, Ros, Chory Castro y Seferovic tienen menos opciones de ser titulares.

La derrota del lunes en Villarreal dejó a la Real en la sexta posición, con 32 puntos, plaza todavía europea, dos por debajo del equipo castellonense y cuatro por detrás de la cuarta plaza, todavía en poder del Athletic de Bilbao, aunque esos dos equipos jugarán un partido menos como locales en la segunda vuelta. Por detrás, el Sevilla es séptimo con 30 puntos y es la única amenaza al puesto europeo de la Real. El Getafe es undécimo con 23. Los de Arrasate han ganado tres partidos a domicilio y han empatado otros tres. En tres de las seis derrotas (Camp Nou, Bernabéu y Madrigal) encajó 14 de los 21 goles que ha recibido lejos de Anoeta. La última de esas derrotas rompió una racha de cinco victorias consecutivas en Liga. El Getafe ha dejado escapar puntos en seis de los diez partidos jugados en el Coliseum, es el cuarto equipo más goleado como local y ha perdido los dos últimos partidos disputados en casa, 2-5 ante el Barcelona y 0-1 ante el Rayo.

Mirando a la historia, el estadio del Getafe ha de inspirar temor. Son sólo seis los enfrentamientos con el equipo madrileño en su feudo, todos ellos en Primera División, pero hasta cinco se saldaron con triunfo local, sin que nunca se haya producido un empate. La única victoria de la Real fue, además, una gran goleada, el 0-4 con el que el equipo entonces de Martín Lasarte cerró la primera vuelta de la temporada 2010-2011, la de su regreso a la Primera División. Marcaron Xabi Prieto de penalti, Griezmann y Aranburu por partida doble. En la mitad de los enfrentamientos en el Coliseum, la Real se quedó sin marcar ningún gol. A pesar de tener una estadística tan negativa, el equipo txuri urdin nunca ha salido goleado del estadio getafense, cuatro de sus cinco derrotas fueron por un único tanto y la mayor derrota con la que salió de Getafe es el 2-0 de la temporada 2004-2005, en el primer choque entre ambos, el día que el equipo madrileño certificó la permanencia cuando la Real ya no se jugaba nada.

La última vez que se cruzaron fue la pasada temporada, la 2012-2013, y fue un día aciago para la Real en su carrera por la cuarta plaza, que puso fin a su carácter de invicto en la segunda vuelta después de una racha de quince partidos sin perder, desde que se cayera en el Bernabéu. Y eso que el partido comenzó de manera inmejorable, puesto que en el minuto 4 se adelantó el conjunto txuri urdin, aquel día de naranja, gracias a que Vela, aunque en fuera de juego, remató de cabeza de forma impecable y en plancha un centro de De la Bella. Pero a partir de ahí la Real desapareció. Dio un claro paso atrás y ahí estuvo el origen del error de Markel, que en un pase horizontal sin sentido regaló el tanto del empate a Pedro León cuando apenas se había sobrepasado el cuarto de hora. Y antes del descanso, Barrada hizo el 2-1 que acabaría siendo definitivo aprovechando la pasividad de la defensa realista. La segunda mitad evidenció la impotencia de la Real, con escasísimas oportunidad de gol para empatar.

jueves, enero 16, 2014

VILLARREAL 0 - REAL SOCIEDAD 1 Machada histórica

El gol de Ros que vale unos cuartos de Copa.
Machada de la Real en El Madrigal. Machada, además, histórica. Aunque pueda parecerlo desde algún punto de vista, el término no es en absoluto exagerado, ninguno de los dos en realidad. Ha sido una machada porque, entre lesiones y dudas, Jagoba Arrasate ha tenido que plantear un once con apenas tres titulares habituales y le ha inculcado al equipo un enorme espíritu batallador, el que se necesitaba en un partido en el que el técnico txuri urdin ha salido victorioso de la lucha en la pizarra en que se convirtió. Y ha sido histórico porque la Real se ha metido de nuevo en los cuartos de final dos décadas después. Anoeta verá por primera vez en su historia un encuentro de esa ronda de la Copa. Se han roto casi tres lustros sin superar dos eliminatorias en este torneo, desde que se hiciera en la temporada 1997-1998. Y todo ello con un único gol, el de Javi Ros, otro de los triunfadores de la noche junto a Gaztañaga, titular en El Madrigal y protagonista de un partido sensacional.

Hay un triunfador evidente en este partido: Jagoba Arrasate. Él tenía que sobreponerse a los problemas tácticos del lunes y el once que escogió para ello había generado mucho debate antes del encuentro. Lógico, por otra parte, porque no había ni una asociación en el campo que fuera habitual. Ni la de los centrales, ni la de las bandas, ni las de los mediocentros. Fue un once de emergencia que, además, tenía que estar sustentado sobre el trabajo de Gaztañaga, debutante como titular en el primer equipo. Y que tenía que aplicar sobre el césped las enseñanzas que dejó la sonrojante goleada del lunes. Todo se superó con nota. Jagoba mostró desde el principio que no quería una sola llegada por el centro. Fundamental en esa tarea fue el partidazo de Gazta, uno de los potrillos que ya venía llamando a la puerta del primer equipo con fuerza y que hoy mostró que está para subir, apoyado por Elustondo y Ros, pero también con los laterales muy cerrados hacia el centro. No importaban las bandas si Chory Castro y Xabi Prieto trabajaban y si las ayudas eran buenas.

La pizarra marcaba el camino y en el tercer choque ante el Villarreal los jugadores respondieron a la perfección a los retos que les exigió Arrasate. El equipo de Marcelino tocaba en las inmediaciones del área, pero sin encontrar ninguna profundidad. Buscaba las bandas, pero Chory y Prieto se hartaron a recuperar balones, mientras José Ángel y Carlos Martínez apenas robaban, porque la distancia que daban a los extremos era decisiva, pero sí cerraron todos sus centros y jugadas con mucho acierto. Y Gazta daba unas señales de veterano extraordinarias por delante de ellos, bien escoltado por la bravura de Ros y la buena posición casi siempre de Elustondo. Tan diferente era el partido con respecto al lunes, que la primera intentona fue incluso para la Real, con un disparo de Ros que salió muy desviado. En la primera media hora, el Villarreal apenas llegó al interior del área con cierto peligro en un centro imposible de Perbet, al que Ansotegi sacó muy bien hasta la línea de fondo para acabar con el peligro.

Es cierto que la Real tampoco llegaba, pero también que estaba consiguiendo algunos córners. No sacó provecho de la estrategia y eso, en un partido tan cerrado como éste, es quizá el punto más negro de la Real en este encuentro. Sin embargo, sí parecía intuirse peligro en las contras, algo muy meritorio si tenemos en cuenta que Seferovic no pudo bajar ni un solo balón y que faltaban sus dos artistas en esa faceta del juego, Vela y Griezmann. Pero en el minuto 32 llegó el gol para la Real. Un jugadón de fuerza, garra y técnica de Chory Castro por la banda izquierda lo culminó con un centro al área que Ros no pudo rematar. El balón acabó cruzando el área hasta llegar a los pies de Prieto. El capitán intentó colocar el balón, pero Juan Carlos lo detuvo. Eso sí, lo dejó muerto y Ros, llegando desde la línea de gol, lo impulsó al interior de la portería. No había dos jugadores del Villarreal por detrás de Ros cuando Prieto disparó, pero, al no tocar la pelota, la fallida parada de Juan Carlos le habilita para seguir en la jugada. Ros mostraba así una de sus mejores cualidades que se le han visto esta temporada en lo poco que ha jugado, la de descolgarse al área.

Con el gol de la Real, que obligaba al Villarreal a ganar el partido para pasar de ronda, los locales se quedaron algo noqueados. Pudo marcar Elustondo, pero Musacchio se le adelantó porque le faltó un punto de velocidad para alcanzar una dejada de cabeza de Seferovic, el único balón en el que el suizo pudo marcar la diferencia. En los últimos minutos de la primera mitad, el Villarreal dominó el balón y rondó el área de un Zubikarai que no tuvo ningún trabajo. En realidad, el equipo local no llegó a generar verdadero peligro hasta el minuto 54, con un disparo de Hernán Pérez que se marchó muy por encima del larguero. Tras esa jugada, Marcelino introdujo un doble cambio, poniendo sobre el césped a Aquino y Mario y acto seguido preparó también a Uche. Pero sus movimientos tácticos no aclararon el panorama en absoluto para el Villarreal porque el trabajo de la Real seguía siendo sobresaliente. Arrasate incluso reaccionó con prontitud a estos cambios y colocó a Zurutuza en lugar de Javi Ros.

El Villarreal consiguió marcar, pero el colegiado Prieto Iglesias lo anuló por fuera de juego. Las repeticiones no terminan de aclarar la jugada, pero pudo haber posición antirreglamentaria en los dos pases, el que recibe Musacchio primero y el que éste da a Perbet para que empuje el balón desde la línea de gol. Mucho nates de esa jugada, Prieto Iglesias demostró que quería tener un protagonismo exagerado. Como ya sucedió en el partido de Liga, las faltas del Villarreal no fueron cortadas como obliga el reglamento y varias de ellas, en más de una ocasión con la consiguiente tarjeta, se fueron al limbo. Ya en la primera mitad, Xabi Prieto sufrió nada menos que cuatro faltas sin castigo de amonestación. Era de esos días en que se intuye que el arbitraje va a ser peligroso y el trencilla no decepcionó, convirtiendo poco después un tropezón de Uche en un inexistente penalti. Una de esas normas del fútbol que no siempre se cumple es que los penaltis injustos se acaban fallando, y Perbet la hizo valer en El Madrigal mandando el balón fuera.

La Real, ya con Vela en el campo por un Seferovic que alternó un buen e ingrato trabajo con una excesiva desesperación que tendría que haber asumido por el partido que se planteaba, buscaba el gol al contragolpe, y pudo haberlo hecho en la siguiente jugada al penalti. Por motivos que sólo él conoce, Prieto Iglesias impidió que Zurutuza sacara rápido una falta para dejar solo a Vela ante Juan Carlos. El portero local lanzó un entradón injustificable al mexicano que, por supuesto, se quedó sin ver la amonestación cuando pudo haber mandado a Juan Carlos a los vestuarios y obligar al Villarreal a terminar la eliminatoria con un jugador de campo bajo palos. El colegiado no llegó a sacar las tarjetas de su bolsillo en todo el partido. Aún así, la Real contuvo a las mil maravillas al Villarreal, sufriendo sólo a balón parado. Musacchio tuvo la primera de las dos grandes ocasiones de que gozó su equipo en el tramo final, rematando a ciegas un envío al área, y la segunda fue de Bruno, cuyo cabezazo en un córner lo sacó José Ángel bajo palos en el minuto 86.

La única ocasión para hacer el 0-2 llegó ya en el minuto 92, cuando Vela encaró a Juan Carlos, pero el guardameta le sacó la vaselina que intentó. Daba igual, la eliminatoria estaba ya resuelta para entonces y se culminó con una machada realista a valorar en su justa medida. Fue un partido táctico, serio, de trabajo y actitud, la que faltó el lunes y la que se consiguió para alcanzar los cuartos de final de la Copa. La de Iñigo, redimido del lunes, y Ansotegi por el centro, la de un Gaztañaga que fue de más a menos, la de un Ros que suma su segundo gol en esta Copa y ambos de gran valor, la del trabajo de Chory. La de la Real como bloque. Y es verdad que juego ofensivo hubo poco, que sigue habiendo un problema a resolver en el puesto de delantero centro o que Xabi Prieto sólo destaca en defensa porque no consigue que le salga nada más allá de la línea del centro del campo. Pero en días como hoy prima el trabajo. Y ahí, cuando la Real está concentrada, es muy difícil que el rival supere su puesta en escena. La de hoy vale unos cuartos. Nos vamos de Copas y ante un Segunda B. Lo histórico de esta Copa puede seguir creciendo. Y mucho. Ahora toca seguir trabajando, pero también soñar con algo más.

miércoles, enero 15, 2014

PREVIA Villarreal - Real Sociedad. La Copa da la posibilidad de redimirse

Zamora, Arconada y otros realistas en el choque de 1986.
Tras el descalabro liguero del lunes, la Real tiene una espléndida oportunidad de redimirse en más de un sentido (jueves, 20.00 horas, El Madrigal, Canal + Liga y Gol TV). Primero, y es lo más inmediato, ha de ofrecer redención por su terrible actuación en el segundo de los tres choques de estos días ante el Villarreal, un sonrojante 5-1 que además dejó una severa factura en forma de bajas y dudas para este choque copero de vuelta. Pero también la Copa como competición exige esa redención. La Real no supera dos eliminatorias del torneo del KO desde la temporada 1997-1998, y el 0-0 del encuentro de ida le da una ligera ventaja, pues el valor doble de los goles en campo contrario hace que la Real sea automáticamente equipo de cuartos de final ganando o con cualquier empate a goles. Y aunque el cuento de la lechera siempre le ha ido mal al equipo txuri urdin, de pasar esta ronda se enfrentaría al Racing, un equipo de Segunda y con severos problemas económicos y sociales.

Con el equipo concentrado en El Saler, la convocatoria no se conocerá hasta horas antes del partido, pero lo que está claro es que Jagoba Arrasate va a tener serios problemas para tener 18 jugadores disponibles para el mismo. Para el partido de Liga del lunes ya formó un grupo con todos los efectivos que tenía en condiciones de jugar, y de aquel choque salieron tocados o directamente descartados Markel, Pardo y Griezmann, a lo que hay que sumar un virus estomacal que ha colocado a Zaldúa en la misma situación, incluso a Iñigo Martínez y Mikel González por unas molestias, y finalmente a Elustondo, que ya se perdió este segundo encuentro ante el Villarreal y fue el descartado en la lista. En principio, el único que da la impresión de que no estará con absoluta seguridad es Markel. Por eso, el técnico txuri urdin ha tenido que llamar a dos jugadores del Sanse, Gaztañaga y Callens, que se une así en la expedición al ya mencionado Zaldúa y a Royo, tercer portero del grupo. Antes de esta concentración de una semana ya estaban descartados De la Bella, Estrada, Ifrán y Granero.

Viendo el más que precario estado de la plantilla, resulta muy complicado adelantar cuál será el once, empezando por la portería, donde podría repetir Zubikarai, rotando Bravo de nuevo. Los centrales dependerán del estado físico de Iñigo y Mikel. Si están los dos para jugar, serán titulares, sobre todo en el caso del primero, que está sancionado para Getafe. Si no, Ansotegi jugará por el que no pueda hacerlo. Callens sólo entraría en caso de que ninguno de los dos estuviera bien, pero no parece probable. En la izquierda estará José Ángel y en la derecha aún no se sabe si Zaldúa está para seguir disputando la Copa o si se mantendrá Carlos Martínez. En el centro del campo, ahora mismo los únicos disponibles con seguridad son Gaztañaga, Ros, Zurutuza y Xabi Prieto. La decisión se tomará en función del estado de Pardo y de las ganas que tenga Arrasate de dar el mando a Gaztañaga. Vela será uno de los tres atacantes con seguridad, y ahora mismo parece que tienen más opciones de acompañarle Chory Castro y Seferovic. Griezmann y Agirretxe serían las balas en la recámara en caso de que hicieran falta goles.

Con el 0-0 de la ida, queda claro que el equipo que gane el partido pasará a los cuartos de final de la Copa. En caso de empate a cero, habrá prórroga. Y si la igualada es con goles, seguirá adelante la Real. Los resultados que cosecharon ambos equipos en la ronda anterior darían el pase a la Real. El Villarreal empató a dos en El Madrigal con el Elche y el equipo txuri urdin lo hizo a uno ante el Algeciras, rival eso sí de Segunda B.  El resultado de seis de los diez partidos que ha jugado la Real en Liga como visitante le serviría para pasar de ronda, cuatro victorias y dos empates con goles (a uno en Elche y a dos en Valladolid), a los que habría que sumar el 0-0 en el estadio del Levante, que llevaría a la prórroga. A pesar de su contundente victoria ante la Real de esta misma semana, el Villarreal tiene peores números como local: no le valdrían para pasar de ronda ni sus dos derrotas ni sus tres empates, a dos con el Real Madrid, y a uno con el Atlético de Madrid y Málaga.

La historia lleva mucho tiempo sin ser un aliado claro para la Real en la Copa, aunque haya precedentes interesantes. El más claro, el único enfrentamiento que han mantenido Villarreal y Real Sociedad en esta competición. Fue en la temporada 1986-1987, aquella que culminó con Arconada levantando el trofeo después de detener el penalti decisivo de la tanda en un partido para el recuerdo. El equipo de John Toshack se presentó entonces en El Madrigal teniendo que vencer en una ronda a partido único. Y ganó con un solitario gol de López Ufarte que llegó en el minuto 7 tras recibir un pase de Bakero. La Real apretó durante algunos minutos pero poco a poco se fue relajando y confió en sus opciones de hacer el 0-2 al contragolpe. Pero ese gol no llegó y el Villarreal, entonces equipo de Tercera, acabó dando una muy buena imagen, contando con alguna tímida ocasión de igualar el encuentro y reclamando algunas jugadas polémicas al colegiado, Pajares Paz.

Al margen de los descalabros realistas en la Copa en el último cuarto de siglo, el cuadro txuri urdin llevó un 0-0 a un partido de vuelta jugado a domicilio en cinco ocasiones, y pasó en dos de ellas, ambas con carácter de machada. Siguió adelante en la temporada 1963-1964 siendo equipo de Segunda y ganando al Levante, y en la 1986-1987 en semifinales y ante el Athletic, en ambos casos con un 0-1. En caso de superar esta eliminatoria, será la primera vez que pase dos rondas desde la temporada 1997-1998, cuando dejó en la cuneta a Burgos (0-2 y 0-0) y Xerez (1-0 y 4-2) antes de caer eliminado por el Betis. Desde que apeó al Real Madrid en las semifinales de la temporada 1987-1988, con aquel antológico 0-4 en el Santiago Bernábeu, la Real ha perdido diez de las once eliminatorias que ha jugado contra equipos de Primera, superando únicamente al Granada en la campaña 2011-2012 (4-1 y 2-1). Muchos registros que romper, un poco de historia por escribir.

martes, enero 14, 2014

VILLARREAL 5 - REAL SOCIEDAD 1 Descalabro indecente e insospechado

Uno de los cinco goles del Villarreal.
Indecente e insospechado. Esos son los dos adjetivos con los que mejor se puede describir el descalabro de la Real en Villarreal, donde sufrió un severo correctivo y cayó derrotada por un 5-1 que incluso pudo ser más amplio. Indecente porque aunque el Villarreal hizo un partido excelente, sobre todo en la primera mitad, tuvo su primera causa en el ínfimo nivel de prácticamente todos los jugadores realistas, mal colocados, mal con el balón y mal sobre todo en su actitud, inadmisible en un partido del más alto nivel y ante un rival directo. En este choque la Real desplegó una indolencia que no se había visto desde el anterior gran descalabro del equipo, el de Mallorca en Copa en la primera campaña de Philippe Montanier en el equipo. E insospechado porque, tras una racha tan importante como la que llevaba el conjunto de Jagoba Arrasate, a un paso de hacer historia con la sexta victoria consecutiva y con un equipo que prácticamente se podría considerar de gala incluso con las bajas que tiene la Real, perder así no es una opción. No debería serlo. Pero sucedió y todos, absolutamente todos, están obligados a responder por ello.

El desastre de los primeros 45 minutos tiene una explicación muy evidente. Ningún jugador de la Real estuvo por encima de ninguno de los del Villarreal, ni de sus homólogos ni de sus rivales directos sobre el césped. Empezando por lo único salvable, Vela fue el único que dio un nivel aceptable. Fue el único que intentó encontrar alguna vía de hacerle daño al Villarreal, y tuvo que ser frenado por las patadas de los jugadores locales. Él solo forzó dos tarjetas amarillas, a Costa y a Bruno, y pudo sacar alguna más, pero Velasco Carballo se conformó con nivelar la tarjeta que mostró a José Ángel en el primer minuto y dejar claro con la siguiente amarilla que el equipo que estaba dando era el Villarreal. La conciencia le impidió después amonestar a Markel, aunque lo mereció. Vela fue, por tanto, el único salvable, y de sus botas nació la única ocasión de gol de la Real en los primeros 45 minutos, casi en todo el partido, una gran cabalgada tras recibir un saque con la mano de Bravo que culminó con un preciso pase al hueco a Xabi Prieto, que no pudo levantar el balón lo suficiente para salvar la salida de Asenjo. Esa jugada ya llegó con el 1-0 en el marcador.

Y es que el resto de la primera mitad fue un monólogo del Villarreal. Es cierto que Marcelino entendió mejor que Arrasate algunas lecciones del choque copero del pasado jueves, pero la diferencia en el partido no estuvo en la pizarra, sino en la intensidad con la que los jugadores de uno y otro equipo aplicaron las órdenes de sus respectivos entrenadores. La Real tiene un problema perpetuo, uno que las victorias y el esfuerzo camuflan, y es que si Pardo no está bien pierde toda salida de balón por el centro. Y hoy no lo estuvo, sea en lo físico, en lo futbolístico o en ambas cuestiones. Con Markel a su lado, no hay otra alternativa para iniciar juego, y ese peso recae en los lanzamientos largos. Si el rival acierta como hoy en su presión arriba y controla los balones largos con facilidad, y es ahí donde Marcelino sí aprendió del partido anterior entre estos dos equipos, la Real queda completamente desactivada y reducida a la clarividencia de sus jugadores estrella. Vela lo intentó y fue frenado a palos. Griezmann naufragó por completo, incluso perdiendo él solo algunos balones. Y Xabi Prieto no existió. La Real, por tanto, no compareció.

El partido, de esa forma y salvando la mencionada ocasión de Prieto, fue un monólogo. Bravo tuvo que salvar la primera intentona del Villarreal en el minuto 7 saliendo a los pies de Bruno, después vio un par de disparos fallidos desde fuera del área pero ante los que hubo poca oposición y un tiro cruzado de Gio sin ángulo como para marcar. El 1-0 llegó en el minuto 16. Mario llegó apurado a la línea de fondo y sorprendió a una Real que ni siquiera se colocó para frenar un eventual pase atrás. Iñigo se equivocó en su movimiento, pero el gol llegó porque Markel dio la jugada por terminada y no siguió en su marca a Gio, el jugador al que estaba siguiendo. Tras la ocasión de Prieto, Uche hizo el segundo. En este no tiene mucho sentido buscar culpables porque fue un golazo de enorme categoría, una jugada colectiva extraordinaria y de muy difícil defensa. Y en el 33 llegó el tercero. Giovanni lo convirtió en una jugada en la que la intensidad de todo el equipo realista quedó retratada en comparación con la del Villarreal. Eso fue lo que marcó la diferencia entre uno y otro equipo.

Aún con los errores que se puedan achacar a Arrasate en el planteamiento del partido o en la falta de soluciones durante los primeros 45 minutos, su actitud en el descanso fue valiente. Obligado o no, quitó en el descanso a los dos jugadores más desaparecidos, Pardo y Griezmann, aunque quizá no tendría que haber sacado a ninguno de los dos en el once inicial. Y apostó por un cambio radical que, por desgracia, no dio frutos en este partido ni sirvió de mucho para futuras opciones. Colocó una línea de tres atrás introduciendo a Mikel González junto a Ansotegi e Iñigo Martínez, adelantó la posición de Carlos Martínez, que sigue sin acercarse lo más mínimo a su nivel de la temporada pasada, y de José Ángel, que hoy fue un incuestionable coladero, y trató de que Zurutuza fuera su opción para salir con el balón jugado. Pero Zuru perdió los tres primeros balones que tocó, síntoma inconfundible de que la machada de remontar este 3-0 iba a ser del todo imposible, por mucho que la presión de la Real arrancara de una forma mucho más adelantada y efectiva que en la bochornosa primera mitad que firmó el equipo txuri urdin.

No es que el resultado estuviera en cuestión, ni mucho menos, pero por si había alguna duda el partido se acabó definitivamente en el minuto 54, sin que la Real fuera capaz de haber puesto en peligro la portería de Asenjo. Fue en ese minuto cuando Uche hizo el segundo de su cuenta particular y el cuarto del Villarreal, aprovechando la tardía reacción de un Iñigo Martínez irreconocible que está firmando demasiados partidos por debajo de su nivel. Cuatro minutos después cayó el quinto, obra de Moi Gómez y el partido se puso en disposición de convertirse en una goleada histórica, porque sonrojante ya lo era desde bastantes minutos atrás. Que el agujero en el barco txuri urdin no fuera aún más grande quizá fue por su único gol de la noche. Agirretxe peinó un córner botado desde la esquina derecha de su ataque, dejando sin opciones a Asenjo. Marcelino tuvo que salir a dar un toque de atención a los suyos, porque estaban defendiendo las jugadas desde la esquina con una displicencia bastante evidente. Pero la Real no estaba para demasiadas florituras y no aprovechó el gol para tratar de recortar distancias.

La buena noticia es que desde ese momento, y con media hora por delante, el marcador no abochornó más todavía a la Real. El Villarreal se dedicó a los homenajes, a los cambios para que sus jugadores fueran aplaudidos y alguno de sus hombres optaron por buscar un gol por su cuenta, lo que hizo que, en realidad, no hubiera ocasiones de gol demasiado claras. Pero la Real, en una de esas noches aciagas en las que todo sale mal, sí acumuló algún que otro motivo más para el disgusto. Markel, tras un partido absolutamente desastroso, pidió el cambio y habrá que esperar para conocer el alcance de la lesión. Entró en su lugar, sorprendentemente, Javi Ros, que no jugaba desde el partido de vuelta de Copa ante el Algeciras, cuando hizo su primer gol con la camiseta de la Real. Iñigo Martínez debió ser expulsado por una durísima entrada, fruto de la frustración, pero a Velasco Carballo quizá le pesó de nuevo en la conciencia el haber perdonado más de una tarjeta y más de una falta al Villarreal, lo que no hubiera cambiado el signo del partido pero habría ahorrado, por ejemplo, el enfado de Zurutuza que le costó la amarilla.

El final del partido fue un alivio más que otra cosa. La noche fue vergonzosa y no pueden salvarse más que los intentos de Vela y algo del coraje de Agirretxe. El resto se reparten diferentes niveles de suspenso. Con esta contundente y merecida derrota, la Real se aleja de nuevo a cuatro puntos de la cuarta posición, pierde la quinta a manos del Villarreal y recibe el claro mensaje de que para superar al equipo castellonense tendrá que sumar un punto más, pues el 5-1 destroza cualquier posibilidad real de superar a este rival en un hipotético empate a puntos. En el average, por cierto, nadie pensó hoy, lo cual es otro defecto más de este lamentable partido de hoy, en el que el naufragio fue general. Se puede personalizar o incluso mirar al banquillo en busca de explicaciones, pero no tendría mucho sentido. El calendario viene a ser la tabla de salvación de la Real, que tendrá la ocasión de redimirse ante el mismo rival, en el mismo escenario y con un premio diferente, pasar de ronda en la Copa. Si a los jugadores les ha dolido este 5-1, tienen la mejor oportunidad posible de demostrarlo. Eso sería carácter, que es lo que hay que mostrar tras un descalabro.

domingo, enero 12, 2014

PREVIA Villarreal - Real Sociedad. La segunda entrega de la trilogía

Aranburu, último goleador realista en El Madrigal.
Real Sociedad y Villarreal viven la segunda entrega de la trilogía que protagonizan en una semana (lunes, 22.00 horas, El Madrigal, Cuatro), la primera de las que se celebrará en terreno castellonense y la única que tendrá la Liga como competición de disputa. Y si la eliminatoria de Copa se presentaba igualada, más aún después del empate a cero del partido de ida, en choque en el torneo de la regularidad es sumamente importante para apuntalar las aspiraciones europeas de uno u otro equipo. Pase lo que pase, Real y Villarreal son los dos equipos que ocupan los puestos de Europa League al final de la primera vuelta, y habrá muchos otros con un ojo puesto en este partido que cerrará la jornada en el infame y contraproducente horario de los lunes, en el que el equipo txuri urdin debuta esta temporada y que promete convertirse en un asiduo compañero de viaje en la segunda vuelta.

Como la Real pasará una semana fuera de casa, concentrada en El Saler para los dos partidos en Villarreal y el que culminará la semana en Getafe, la expedición que se desplaza a la Comunidad Valenciana la forma toda la primera plantilla, incluyendo los lesionados. La convocatoria definitiva se conocerá tras la suave sesión matinal de este lunes, horas antes del encuentro en El Madrigal. De entre todos los lesionados, sólo se espera la recuperación de Zurutuza, ya adelantada por Jagoba Arrasate en su rueda de prensa anterior al desplazamiento. De momento siguen en la enfermería Estrada, De la Bella, Granero e Ifrán, siendo las reapariciones más cercanas las del lateral diestro y la del delantero uruguayo, aunque de momento ninguno de los dos tiene una fecha segura. En esa lista ya no está Cadamuro, que jugará la segunda mitad de la temporada en el Mallorca, y sí se cuelan dos jugadores del Sanse, Royo como tercer portero y Zaldúa, ya más que asimilado en el primer equipo a la espera de lo que suceda cuando Estrada reciba el alta médica.

Arrasate ya dijo al afrontar el encuentro de Copa del pasado jueves que no repetiría el once que jugó el encuentro de ida de esa eliminatoria en los otros dos partidos que jugarán Real y Villarreal. Aún con las dudas que deja en el aire esa afirmación y sin saber aún la convocatoria, hay elementos que parecen seguros. Bravo estará bajo palos y la defensa la formarán Carlos Martínez, Mikel González, Iñigo Martínez y José Ángel. Salvo que el estado físico de alguno de ellos haga al técnico realista cambiar de opinión, en el centro del campo formarán Markel Bergara, Pardo y Xabi Prieto, aunque tampoco sería descartable que Zurutuza pudiera entrar en el once. Y en la zona ofensiva sería extraño no ver de nuevo a Griezmann, Vela y Agirretxe. Lo normal es que el regreso de Zurutuza convierta a Ros en el único descartado por decisión técnica junto al tercer portero, Royo.

Con los resultados de la jornada, Real y Villarreal terminan la primera vuelta en puestos de Europa League. La Real está en la quinta posición con 32 puntos, con el Villarreal en la sexta con uno menos, 31. Ambos tienen ahora mismo el objetivo de la cuarta plaza, que ostenta el Athletic con 36 tras su victoria del sábado y son perseguidos con 30 por el Sevilla desde la séptima posición y tras su empate en esta jornada. La Real ha sumado ya tres victorias y tres empates en sus nueve partidos a domicilio y no pierde lejos de Anoeta desde que visitó el Bernabéu a comienzos de noviembre. El Villarreal es el conjunto menos fiable como local de los ocho primeros clasificados de la Liga, ya que ha dejado escapar puntos en cinco de los nueve partidos que ha jugado en El Madrigal. La Real, además, se juega hacer historia. Su récord de victorias consecutivas está en seis, logrado en dos ocasiones, en la temporada 1930-1931 y en la 1987-1988. Con la del derbi de la semana pasada, el equipo de Arrasate llegó a los cinco triunfos seguidos.

Hay diez precedentes ligueros para el Villarreal - Real Sociedad, todos ellos disputados en Primera División, y hasta ahora hay una igualdad absoluta en este choque: tres triunfos para cada equipo y cuatro empates. La victoria más abultada del equipo txuri urdin es el 1-3 de la temporada 2000-2001, tres puntos que entonces fueron vitales para la permanencia del equipo que dirigía Toshack. Marcaron aquel día López Rekarte, Tayfun e Idiakez. La Real nunca ha sido goleada en El Madrigal, y su derrota más clara es el 2-0 de la temporada 2003-2004, la única vez en la que cayó derrotada por más de un gol de diferencia. El conjunto realista no ha conseguido ganar en Villarreal desde que volvió a Primera División y su última victoria es el 0-2 de la temporada 2005-2006, con goles de Mikel Alonso y Mark González. La Real ha marcado en sus cuatro últimas visitas, y en las dos más recientes el goleador fue el mismo, Aranburu.

La última vez que estos dos equipos se vieron las caras en Villarreal fue en la temporada 2011-2012, campaña que acabó con el descenso a Segunda del equipo castellonense. El partido se jugó en el tramo final de la primera vuelta, cuando la Real encadenó una serie de buenos resultados desde que tocara fondo en Vallecas y el empate final supuso la cuarta jornada consecutiva sin perder. Fue un resultado justo porque la Real no hizo demasiado para ganar. Arrancando la segunda mitad, Aranburu anotó un golazo en una jugada personal con varios toques y requiebros tras recibir el balón de pies de Vela. Parecía que el encuentro se decantaba así del lado de la Real, pero el partido recobró emoción con la casi inmediata expulsión de Elustondo, injusta pero temeraria con Undiano tal y como estaba y ya con una amarilla. Marco Rubén empató con veinte minutos todavía por jugarse. La Real en todo caso, consiguió aguantar el empate y pudo ganar en el descuento si Griezmann hubiera estado acertado en la ocasión que tuvo.