sábado, enero 31, 2015

REAL MADRID 4 - REAL SOCIEDAD 1 Y si no es por Rulli caen diez

Vela, lesionado. Y la Real sumida en el drama.
La Real cumplió con la costumbre anual de salir goleada del Santiago Bernabéu con otra actuación infame que confirma que este equipo no tiene carácter e incluso carece de la dignidad necesaria para competir al máximo nivel. Y eso que el comienzo del partido fue esperanzador, con un gol en el primer minuto de Aritz Elustondo que, para colmo, tuvo la respuesta del Real Madrid en la siguiente jugada. Pero la lesión de Carlos Vela al cuarto de hora, a la espera de la gravedad que pueda revestir, evidenció que el equipo txuri urdin vive en un drama, sin fichajes, sin fútbol y casi sin más esperanza que tratar de ganar cuanto antes cuatro o cinco partidos que le aseguren una salvación que ahora mismo no se antoja nada sencilla. Sin Vela, la Real sufrió el calvario habitual en el coliseo madridista y perdió por 4-1. Pero pudieron ser más. Muchos más. Sólo Rulli demostró en el Bernabéu ser un jugador de primer nivel y si no es por él y por la ausencia de Cristiano Ronaldo los blancos podrían haber marcado diez o tantos goles como hubieran querido.

El once que sacó Moyes evidenció que el escocés no es un técnico al que le tiemble la mano, o al menos eso es lo que parece, porque hubo sorpresas y riesgos en su equipo para el Bernabéu. A la titularidad de Elustondo en el centro del campo (lo que parecía suponer el abandono definitivo de su reconversión a central, viendo además que el descartado fue Ansotegi, acabó roto en la segunda mitad con los cambios del escocés) hubo que sumar la inexperiencia de los dos laterales, Yuri por la izquierda y Aritz Elustondo por la derecha (Zaldua también habría debutado en el Bernabéu). Y una variación táctica que habla bien de Moyes: Pardo se quedó en el doble pivote junto a Elustondo, en una posición en la que puede brillar con más facilidad, y fue Granero el que adelantó su posición, incluso viéndosele en ocasione como el jugador más adelantado de la línea de tres atacantes.

Incluso sacrificando al delantero, con Agirretxe y Finnbogason en el banquillo, la puesta en escena de la Real fue muy buena. No ya en comparación con anteriores apariciones en el Bernabéu, cosa que no era nada difícil de mejorar, sino en general para una Real que llegó a Madrid siendo el único equipo que no había ganado ningún partido lejos de su propio estadio, condición que evidentemente no perdió en Chamartín. Y encima se encontró con la suerte de marcar en su primera y valiente jugada de ataque. Valiente porque Yuri, todo corazón pero con excesivas lagunas, protagonizó una espléndida arrancada por la banda izquierda que terminó en córner. Y afortunada porque la Real, que tan mal parece desenvolverse en los córners, aprovechó la endeblez defensiva del Madrid para que Aritz anotara de cabeza, entrando como una bala y libre de marca, su primer tanto con la Real. Viendo lo que normalmente sucede con la Real en el Bernabéu, ese 0-1 en el primer minuto parecía un regalo divino.

Pero a perro flaco todos son pulgas, como reza el dicho popular, y la Real ya tiene más que asumida esa condición. El primer golpe para el equipo txuri urdin fue que el Real Madrid empatara en la siguiente jugada. Y fue de una forma que, en el fondo, define para mal a la Real. Moyes dispuso una línea casi de seis jugadores para contrarrestar el ataque del equipo blanco, y Xabi Prieto estaba ocupando prácticamente la posición de lateral. Eso no impidió que Marcelo asistiera con facilidad a James para que el colombiano hiciera el empate, sin que recibiera una presión intensa ni de Iñigo Martínez por delante ni de Yuri por detrás. El caso es que no habían pasado ni tres minutos de partido y el marcador ya indicaba el empate a un gol. Cualquier habría apostado por el derrumbe inmediato de la Real, pero los de Moyes aguantaron el tipo bastante bien y, de hecho, tuvieron llegadas al área de Casillas como para haber pensado en un partido muy diferente del que había vivido en el coliseo madridista en las últimas temporadas, quizá incluso similar al 4-3 de la 2012-2013.

Canales estuvo muy cerca de marcar al desviar desde el interior del área un disparo cruzado de Pardo que había salido defectuoso. Rulli, que fue el auténtico sostén de la Real durante todo el partido, salía bien a los pies de los delanteros madridistas para que ni siquiera hubiera disparos sobre su portería. Y hasta Elustondo se atrevió con un disparo desde la frontal que atajó Casillas. Pero de nuevo volvemos a lo del perro flaco,  y esta vez con más gravedad, porque Vela cayó lesionado. Menisco, nada menos. Apenas unas horas después del rocambolesco fin del mercado de fichajes, la Real se quedaba sin su estrella y el debate sobre la confección de la plantilla realista se volvía a abrir de la más desafortunada de las maneras. Aunque Finnbogason fue el primer jugador en salir a calentar, al final fue Agirretxe quien entró por el mexicano. Y su ausencia fue un golpe que la Real no supo remontar. Toda su buena presentación en el Bernabéu quedó completamente diluida y el partido se convirtió en el tradicional monólogo del Real Madrid.


Después de la salida de Vela, el Madrid tardó 20 minutos en hacer el 2-1, pero pudo hacerlo mucho antes. Rulli le sacó un mano a mano a Benzema después de que la Real intentara de forma catastrófica tirar la línea del fuera de juego. Los balones cruzados se convirtieron en una pesadilla para la defensa txuri urdin que ocasionalmente tenía que solventar Rulli con buenas salidas por bajo. Los córners también se convirtieron en la habitual tortura para el equipo de Moyes, y Bale anduvo muy cerca de marcar de esa manera. E incluso el Bernabéu reclamó un penalti sobre Bale, que pareció ser, que llegó después de una absurda complicación en la que se metió solito pero con el galés en fuera de juego. Y el gol llegó en el minuto 37, que de nuevo retrató a la Real. Rulli consiguió sacar el primer disparo, de Benzema, pero con media Real por los suelos y la ausencia total de sus mediocentros en la jugada, Ramos enganchó el balón a placer, sin opciones para Rulli y con un impotente Mikel González bajo palos.

Ese gol marcó el final del encuentro, porque la Real ya nunca quiso pensar en la posibilidad de sacar algo del Bernabéu. Ni lo pensó ni jugó como para hacerlo. Se puede entender que la lesión de Vela sea un golpe muy duro para cualquier equipo, pero la fragilidad del txuri urdin empieza a ser ya exagerada. No se puede ir al Bernabéu todos los años a encajar cuatro goles y hacer como si no pasara nada, porque al final esa sensación se extiende, es la misma que se tiene en el Camp Nou, acabará siendo la que se viva en el Calderón y, ya que estamos, el Pizjuán, Mestalla y hasta San Mamés, lo que este año, viendo el estado del Athletic, será dramático en la lucha por la permanencia. El partido pudo quedar definitivamente finiquitado antes del descanso en un incomprensible pase de Yuri que propició un contragolpe clarísimo del Madrid. Benzema salvó la salida de Rulli, pero Bale le quitó el tiro franco a James y su disparo rozó ligeramente en la espalda del propio Yuri, que al menos solucionó así su error.

Más malas noticias. En el descanso Canales también se marchó lesionado y Moyes vivió la imposibilidad de formar un equipo competitivo en cuanto se tuerza. Su mejor opción fue colocar a De la Bella en el lateral y que Yuri fuera el extremo. Sí, sin duda eso refuerza el debate sobre la plantilla de la Real y la ausencia de refuerzos. Por si quedaba alguna duda sobre el destino del partido, a los siete minutos de la reanudación Benzema hizo el tercero y puso el punto final al encuentro. El francés empujó a placer un balón de Bale. Y ya, se acabó el encuentro. El Real Madrid ya jugaba a placer, nadie en la Real frenaba sus ataques con su nula presión en el centro del campo y fueras de juego mal tirados, y si no cayeron más goles fue, efectivamente, porque Rulli lo impidió. Después de pararle otro uno contra uno a Marcelo, Iñigo Martínez tuvo que sacar el balón bajo palos.

Moyes completó sus cambios con otro movimiento curioso. Retiró del campo a Aritz Elustondo para meter a Markel Bergara. Eso hizo que Elustondo se retrasara al puesto de central y que Mikel González acabara de lateral derecho. Dos lesionados y demasiados jugadores fuera de puesto confirmaron una terrible actuación de la Real. Y cuando Elustondo pasó por completo de un balón que cruzó el área para que lo recogiera Benzema y lo acabara colocando en la escuadra, el sonrojo era ya evidente, hasta el punto de que el Madrid se permitió entrar en la fase de los homenajes, regalando ovaciones a Benzema y Kroos e incluso dando minutos al desahuciado Chicharito. Menos mal que el mexicano no marcó, porque eso hubiera sido ya la puntilla. Y estuvo cerca de hacerlo, pero Rulli sacó con una maravillosa estirada un centro de Carvajal que parecía ya el gol de Chicharito. Esa jugada la motivó un lamentable pase de Elustondo a De la Bella, pero no fue ni mucho menos el único error del cuatro realista, del que sorprende que tenga una oferta de renovación y que antes regaló primero a Bale un contragolpe que Rulli solventó milagrosamente.

¿Y la Real? Nada, absolutamente nada en ataque. Ni siquiera sirve como elemento para maquillar el resultado un posible penalti de Marcelo sobre Agirretxe, el único jugador que mostró algo de dignidad ofensiva pero que no era más que una isla, porque la única ocasión de gol, casi indigna de ese nombre, fue un tirito de Markel que ni siquiera encontró portería. Lo gracioso, o quizá lo dramático, es que la mejor llegada de la Real fue una internada de Mikel González por la derecha que estuvo a punto de rematar De la Bella en la izquierda. Sencillamente dramático. Y Finnbogason sin jugar por segunda jornada consecutiva y sin estrenarse como goleador ya en la jornada 21. Y Vela lesionado. Y con una plantilla todavía más corta sin fichajes de invierno. Y sin haber ganado lejos de Anoeta a las alturas de campeonato en las que estamos. Y menos mal que la Real ganó al Eibar hace una semana, porque si no la situación sería ahora misma verdaderamente dramática. Que el dios del fútbol nos coja confesados.

1 comentario:

Antonio R. dijo...

Esperanzadora primera jugada y primeros minutos, pero tras la lesión de Vela, la Nada.
Loren Dimisión!!!