viernes, junio 19, 2015

El camino del Sanse a la Real, cada vez más complicado

Gaztañaga, un futuro incierto en la Real.
Las informaciones que apuntan a que Jon Gaztañaga tendrá que buscar una nueva cesión la próxima temporada tras haber pasado el segundo tramo de la campaña recién finalizada en la Ponferradina, y a pesar de que son muchos los potrillos que llaman a la puerta del primer equipo a los que tendrá que escuchar David Moyes en los próximos meses, vienen a confirmar que el salto del Sanse a la Real es ahora mismo más complicado que nunca. No debutar, porque eso está en unos valores similares sino mantenerse. De los canteranos que han jugado su primer partido con los mayores en los últimos tres años, un total de nueve, sólo Joseba Zaldua está ya consolidado en la primera plantilla. Hay grandes esperanzas puestas en otros como Aritz Elustondo, Alain Oyarzun, Pablo Hervías o Eneko Capilla, pero al mismo tiempo hay otros como Sangalli o Alex Callens que ya no estarán en la Real, y casos como el de Iker Hernández, por el que ningún entrenador del primer equipo ha apostado todavía en firme.

El caso es que, mirando tramos más largos, que son los que dan la verdadera radiografía de la situación, se confirma que ahora mismo el paso del Sanse a la Real es tremendamente complicado. Se puede tomar como referencia el descenso a Segunda División en 2007 como primer punto de inflexión. La sensación es que la precaria situación económica del club obligó a apostar por la cantera de forma casi total, pero la realidad es que no hubo tanto cambio como pudiera parecer. Desde aquella temporada 2007-2008 hasta la recién finalizada 2014-2015, un total de 26 jugadores del filial debutaron con el primer equipo. De ellos, se puede decir que nueve se han consolidado entre los mayores. Serían Carlos Martínez, Markel Bergara (ambos debutaron en la 2007-2008), Eñaut Zubikarai, David Zurutuza (en la 2008-2009), Antoine Griezmann, Asier Illarramendi (2009-2010), Iñigo Martínez, Rubén Pardo (2011-2012) y el mencionado Zaldua (2013-2014). Viendo su resultado deportivo, incluir a Liassine Cadamuro en ese grupo sería temerario.

Sin perder de vista que en ese periodo hubo una coyuntura económica desfavorable, y por tanto propicia para que el Sanse fuera un mayor surtidor de jugadores, las ocho temporadas anteriores ofrecen un saldo más positivo para los canteranos en lo que a su permanencia se refiere. Así, entre las temporadas 1999-2000 y 2006-2007 debutaron un número muy similar de jugadores al de este último periodo, 25, sólo uno menos, pero la apuesta del club por ellos para que se quedaran en el primer equipo fue más exitosa, ya que a 16 jugadores se les ofreció una continuidad notable. Ese fue el caso de Zuhaitz Gurrutxaga, Xabi Alonso (1999-2000), Gabilondo, Mikel Alonso (2000-2001), Gari Uranga (2001-2002), Javi Garrido, Xabi Prieto, Iban Zubiaurre (2003-2004), Imanol Agirretxe, Asier Riesgo, Mikel Labaka (2005-2006), Gorka Elustondo y Dani Estrada (2006-2007).

Y en las ocho temporadas anteriores, las que van desde la 1991-1992 hasta la 1998-1999, las que marcaron el adiós a Atotxa y la aclimatación de la Real a Anoeta, también fueron 25 los futbolistas que llegaron a disputar algún partido con el primer equipo y hasta trece los que tuvieron la posibilidad de tener una continuidad en el primer equipo: Bittor Alkiza, Andoni Imaz, Kote Pikabea, Javier Yubero (1991-1992), Alberto López, Agustín Aranzabal, Iñigo Idiákez (1992-1993), Javi de Pedro (1993-1994), Joseba Etxeberria (1994-1995), Aitor Aldeondo, Mikel Aranburu (1996-1997), Aitor Lopez Rekarte (1997-1998) y José Javier Barkero (1998-1999). A pesar de los escasos partidos que disputó Etxeberria con la camiseta txuri urdin, su inclusión en esa lista se debe a que era un jugador con el que la Real contaba, incluso la apuesta era que fuera el sucesor de Meho Kodro, pero decidió marcharse al Athletic.

Si el número de debutantes se mantiene más o menos inalterable en periodos largos, pero el grado de permanencia en el primer equipo (o el interés del club en que se queden, aunque estos tengan otras ambiciones deportivas) va disminuyendo, es que hay una parte del trabajo de formación que no se está haciendo del todo bien. La Real no ha dejado en ningún momento de ser un equipo de cantera, y las buenas noticias que aportan los potrillos son constantes, pero falta dar un paso más. Una de las misiones encomendadas a David Moyes es precisamente el cuidado de la cantera, y eso pasa por contar con los jugadores más jóvenes como miembros de pleno derecho del primer equipo, no porque la Real establezca cuotas sino porque realmente se merezca un dorsal entre el 1 y el 25. El reto para el escocés es conseguir que los canteranos que se queden en el primer equipo tras la pretemporada sean, de verdad, jugadores de Primera División.