lunes, agosto 31, 2015

A la primera, Illarra-Pardo

Illara y Pardo, al fondo, el doble pivote de Moyes.
Dos temporadas estuvo en la Real Philippe Montanier, y si en esta etapa que finalizó con la felicidad de Champions hubo una espina que se quedó clavada en gran parte de los aficionados fue no ver juntos a Asier Illarramendi y Rubén Pardo formando con asiduidad el doble pivote del equipo txuri urdin. El francés nunca llegó a confiar del todo en Pardo, y aunque al final no quedó ninguna duda sobre Illarra lo cierto es que en sus primeros partidos en San Sebastián también parecía tener más esperanzas en Mariga que en el ahora ex jugador del Real Madrid, algo que afortunadamente sólo duró hasta que la Real pudo librarse del keniano en el mercado invernal. David Moyes, en cambio, lo ha tenido claro desde el primer momento y a pesar de que Illarra apenas ha entrenado tres días con el equipo y ha dado el mando del centro del campo a estos dos jugadores.

Montanier tardó nada menos que 30 partidos en colocar juntos a Pardo e Illarra. Es cierto que en su primera temporada en la Real, la 2011-2012, el riojano tenía ficha del filial, pero estuvo entrenando con los mayores toda la campaña y si ese feliz encuentro no se produjo antes fue porque el francés confiaba más en Markel, Elustondo, Zurutuza o incluso el mencionado Mariga. El debut de Pardo con el primer equipo, de hecho, había llegado exactamente una vuelta antes que el partido en el que el francés le dio sus primeros minutos junto a Illarra. Y fue en un partido que la Real, como de costumbre en el Santiago Bernabéu, no disputó. El Real Madrid aplastó a la Real con un contundente 5-1, marcador que ya lucía en lo alto del coliseo madridista cuando Montanier sacó a Pardo al campo en el minuto 74 por Cadamuro.

En esa primera temporada, Montanier sólo volvió a hacer coincidir a estos dos futbolistas en un partido más, en la última jornada, en Anoeta y ante el Valencia, y fue durante apenas 15 minutos más. Eso sí, fue un momento que para muchos tuvo un enorme simbolismo. Fue el día de la retirada de Mikel Aranburu y Pardo saltó al terreno de juego por el capitán. Sin embargo, la campaña 2012-2013, de muy feliz recuerdo por la cuarta plaza y la clasificación para la Champions, no sirvió para que esta pareja se consolidara. A los paupérrimos 31 minutos que en la primera tentativa hubo que sumar otros 555 en la segunda, los dos fueron titulares juntos en apenas cinco encuentros y apenas llegaron a coincidir en un total de 13 en esa extraordinaria Liga.

Lo curioso es que, al margen de aquel primer día en el Bernabéu, la Real sólo ha perdido dos partidos con ellos dos en el campo, y fue precisamente en los dos primeros en los que ambos coincidieron. La primera derrota fue en la tercera jornada de la 2012-2013, el primer día en el que tanto Illarra como Pardo fueron titulares juntos, cuando el Mallorca superó a la Real por 1-0. En la octava jornada, de nuevo con ellos en el campo aunque sólo Illarra fuera titular, la Real cayó 0-1 ante el Atlético de Madrid, con aquel postrero gol de Falcao tras una inocente falta precisamente cometida por Illarramendi, diez minutos después de que Pardo entrara en el campo. Desde entonces, el equipo txuri urdin no conoce la derrota con Illarra y Pardo en el campo, con seis victorias y cinco empates.

Los datos son aún más contundentes y favorables a su presencia en el campo cuando ambos fueron titulares. Con ellos dos desde el inicio y contando con el que se perdió en Mallorca, la Real de Montanier jugó sólo cinco partidos, con tres victorias, un empate y la mencionada derrota en territorio balear. Así, el técnico galo puso a Illarra y Pardo como titulares en el 4-0 al Rayo Vallecano de la jornada 12ª (Pardo fue sustituido por Zurutuza en el minuto 79), en el 2-1 al Sevilla de la 17ª (de nuevo, el mismo cambio en el 66), en el 1-1 en Anoeta ante el Depor de la 19ª (otra vez Pardo al banco en el 69, esta vez relevado por Chory Castro) y en el 3-0 de la 22ª ante el Mallorca, el único partido que los dos jugadores disputaron juntos e íntegro.

Hasta alcanzar los once encuentros en los que la Real no conoce la derrota con ellos dos sobre el césped, siempre con Illarra como titular y con Pardo entrando desde el banquillo, hay que sumar el 2-2 en Valladolid de la novena jornada (once minutos tuvo el riojano, entrando por Griezmann), el 0-0 en Anoeta ante Osasuna de la 13ª (17 minutos más, siendo el relevo de Zurutuza), la igualada también sin goles en Granada en la 16ª (veinte minutos, de nuevo Zurutuza fue el sustituido), el memorable 3-2 al Barcelona de la 20ª (Pardo entró al campo por Xabi Prieto en el minuto 78), el empate a uno en casa ante el Levante en la 24ª (27 minutos, entrando por Markel), el 4-1 al Valladolid de la 28ª jornada (una presencia testimonial de tres minutos, entrando por Xabi Prieto), y el 4-2 al Málaga del 30º partido de Liga (60 minutos, gracias a la lesión de Zurutuza).

Por ahora, Moyes sólo ha dirigido a ambos jugadores en un partido y ha tenido claro que ese es su doble pivote. Duró los 74 minutos que pudo mantener a Illarramendi en el campo hasta que se notó que su irregular pretemporada le impedía completar el encuentro, pero está llamada a ser la pareja que guíe el fútbol de la Real en esta campaña. Si en su segundo debut con la camiseta txuri urdin Illarra se comportó, sobre todo en la primera mitad, como si nunca se hubiera marchado, Pardo tendrá que aprovechar la ocasión que le brinda tener un compañero de línea de este calibre para dar el salto de calidad definitivo que todavía no ha dado. Lo que está claro es que esta es la pareja de mediocentros con la que muchos han soñado desde hace cuatro años. Es el momento de saber si la realidad está a la altura de ese sueño.

sábado, agosto 29, 2015

REAL SOCIEDAD 0 - SPORTING 0 Otra tarde de impotencia

Illarramendi no pudo celebrar su regreso con victoria.
El debut de la Real esta temporada en Anoeta ha estado lejos de ser el soñado. Ha sido otra tarde impotencia que, a pesar de servir para sumar un punto más, evidencia que el problema más severo que tiene el equipo no es ya el de crear juego, que la llegada de Illarramendi probablemente solventará a corto plazo, sino su absoluta inoperancia de cara a la portería rival. El hecho de que en las últimas temporadas la Real haya devorado delanteros centros y el de que Agirretxe no haya jugado todavía un solo minuto a pesar de que los de David Moyes apenas son capaces de probar a los porteros rivales son síntomas de un problema bastante severo. El Sporting, que llegó a Anoeta con ganas de llevarse el 0-0 inicial, lo consiguió sin grandes agobios. Y eso, lejos de confirmar la ilusión despertada esta semana con la llegada de Illarra, nos devuelve a la impaciencia y la intranquilidad de la pasada temporada. O a los malos datos contra los recién ascendidos que acumulaba la Real de forma tradicional. Malas señales las que transmite el equipo.

No parecía probable que Moyes fuera a introducir muchos cambios en el once inicial, y así fue. Illarramendi, como ya se podía intuir, entró en el equipo por Markel, y Aritz sustituyendo al indispuesto Zaldua. Los demás, los mismos que jugaron en La Coruña. Y el resultado, bastante parecido, un encuentro que dejó sensaciones casi de pretemporada, no sólo por el lento ritmo de juego que sólo rompía para bien un Illarra que parecía no haber estado dos años sin vestir la camiseta txuri urdin, sino también por una falta de precisión alarmante con el balón en los pies, algo que se vio especialmente en una colección de controles defectuosos por parte de Bruma y en que casi todos los balones al área se quedaron por el camino, siendo incapaces todos los jugadores realistas de colocar uno que fuera mínimamente rematable para Jonathas. Y el Sporting supo interpretar las dificultades de la Real, con lo que el peligro se repartió de forma más o menos igualada.

En el minuto tres, Illarra se coló entre Iñigo Martínez y Reyes para que Rulli le sacara el balón en corto y el juego de la Real empezará, por fin, desde abajo y por el centro. Abelardo debió verlo tan claramente como Anoeta, que descubrió así la posibilidad de ver una Real diferente, y entonces el técnico sportinguista intensificó y adelantó la presión de los suyos. Aún así, puede que en este partido el público realista haya visto más jugadas iniciadas desde la posición del mediocentro que en toda la temporada anterior. Eso fue el primer detalle esperanzador del partido, pero lo preocupante fue algo más intenso. Sobre todo porque la Real mantiene un problema fundamental, y es que no es capaz de generar ocasiones de peligro. Cuéllar no tuvo que intervenir en todo el partido, y las pocas opciones de los realistas a lo largo de los 90 minutos se marcharon fuera. Eso sí, fue el Sporting el equipo que más peligro generó al principio, aunque sin que Rulli tampoco tuviera que intervenir demasiado.

Así, en el minuto 8 Guerrero y Carmona buscaron un paso desde la banda izquierda del ataque sportinguista que sólo De la Bella podría haber cerrado. Afortunadamente para la Real, ese desajuste defensivo no tuvo consecuencias. Al filo del cuarto de hora, Jonathas bajó un balón dentro del área y a la media vuelta desaprovechó una buena opción de tiro. Pasada la media hora, Vela tuvo la más clara, un centro de Bruma desde la izquierda, un envío extraordinario, que remató a medias con el hombro y a medias con algo de miedo, cuando estaba completamente solo y Cuéllar sólo podía oponer una salida desesperada. Jonathas mantuvo una pelea titánica con los centrales del Sporting, pero casi nunca salió victorioso ni encontró balones que le dieran ventaja. Y la primera parte terminó con un disparo lejano de Guerrero que atrapó Rulli con seguridad.

Si el Sporting había plantado cara a la Real y le había metido algo de miedo en sus despliegues en ataque es porque los jugadores realistas más adelantados no colaboraron en ningún momento en tareas defensivas. Ni Elustondo ni De la Bella recibieron ayuda de Vela, Xabi Prieto o Bruma, y, de hecho, quien más se asomó por campo propio fue Jonathas. De esta manera, cada vez que la Real perdía un balón en ataque y el Sporting buscaba una contra, los laterales realistas vivían situaciones de uno contra uno. Afortunadamente sí funcionaron las ayudas de un Pardo gris y de un Illarra que acabó desfondado y al que le va a venir de fábula la semana sin Liga, y eso evitó problemas mayores. Pero en ataque el fútbol de la Real era, sigue siendo, de lo más previsible. Con un Prieto desaparecido, un Bruma acelerado y un Vela muy desacertado, los balones no llegaban a Jonathas. Y así, complicado que el partido no finalice con el 0-0 con el que empezó.

Efectivamente, en la segunda mitad tampoco se movió el marcador. Y eso que el arranque tras el descanso pareció prometedor. Bruma solventó las dudas que había generado con sus malos controles y su escasa valentía con un par de jugadas en las que sí se atisbó al jugador desquilibrante que se dice haber fichado. Eso sí, muy individualista casi siempre, pero animó el partido durante algunos minutos. Rulli respondió con seguridad a un disparo flojo de Sergio Álvarez, y a renglón seguido Prieto pidió penalti con la misma escasa convicción con la que jugó todo el encuentro. Para entonces, Sánchez Martínez ya se había convertido en cómplice de las pérdidas de tiempo del Sporting, que se conformaba claramente con el empate, y castigaba con mucha más severidad las faltas de la Real, llegando a amonestar a Illarra en la primera mitad, y después a Elustondo, De la Bella y, ya al final y de forma merecida a Markel. Pero no tuvo dudas en perdonar la segunda amarilla a Álvarez, al que Abelardo sustituyó para evitar males mayores, algo que se suele ver mucho en Anoeta.

Lo único en lo que mejoró la Real en la segunda mitad, aparte de ese entusiasmo de Bruma, fue en las jugadas a balón parado. En la primera mitad, la impotencia en estas acciones fue digna de mención. Resulta increíble que en una plantilla en la que se supone tanta calidad individual no haya un buen lanzador que provoque algo en esta suerte futbolística, y mucho más en partidos cerrados como este. En este terreno, quien más está decepcionando es Pardo, que podría estar sumando asistencias de esta forma y que al final lo único que hace es colgar balones como si tal cosa. Menos mal que en la segunda parte mejoró la cosa. La Real generó ahí sus dos ocasiones más claras, aunque ambas fueron bien anuladas por fuera de juego. Primero fue Xabi Prieto el que estuvo a punto de llegar a un buen envío de Pardo y después fue Reyes el que conectó un sensacional cabezazo que, en todo caso, había detenido con brillantez Cuellar. Poco después, Jonathas cabeceó arriba en el primer palo otro buen envío de Pardo, que en esos segundos 45 minutos se redimió ligeramente de lo que había mostrado en los primeros.

Que la impotencia iba a ser la nota predominante hasta el final quedó meridianamente claro cuando Vela, en una posición inmejorable para conectar una de sus roscas, envió el balón desviado, muy, muy desviado. Quizá tuvo que ser el mexicano el atacante que dejara el partido, porque obviamente está pagando la ausencia total de pretemporada que ha vuelto a vivir, y a pesar de su buena conexión con Jonathas en Riazor todavía necesito un rodaje mayor. Moyes vio a su equipo atascado, normal, y sus cambios miraron hacia la zona ofensiva. De forma simultánea, colocó en el campo a Chory Castro y Canales, los mismos a los que dio entrada en Riazor, retirando a un cada vez más desaparecido Prieto y a un Bruma que no parecía el peor de los once como para salir del partido. Los cambios no produjeron demasiado efecto en el juego, y las constantes fueron las mismas de ahí hasta el final. Tampoco cambió mucho el panorama que Markel tuviera que entrar por Illarra.

Con la inoperancia realista para generar fútbol, la desesperación de Jonathas fue en aumento y se jugó dos disparos absurdos desde la frontal, decisiones incomprensibles viendo las opciones que tenía a su alrededor. El ariete brasileño pagó su ímpetu en una jugada en la que el balón quedó suelto dentro del área de Cuéllar y él ya estaba en el suelo, sin posibilidad de alcanzarlo. El gol, en realidad, sólo pudo llegar con un impresionante zurdazo de De la Bella, ya en el descuento, que se marchó rozando la escuadra. El Sporting, por su parte, sí generó cierta inquietud en algunas jugadas, pero tuvo incluso menos ocasiones claras de gol que la Real. Con lo que se vio en Anoeta, no sorprende que ninguno de los dos equipos haya estrenado todavía su casillero. El equipo astuariano tuvo una última opción con la falta que le costó la amarilla a Markel, una jugada que Sánchez Martínez se arrepintió de haber colaborado a las pérdidas de tiempo del Sporting con un añadido sólo de tres minutos y dejó seguir hasta los cuatro, hasta que pasó la posibilidad de que marcara el equipo visitante.

Segundo partido, segundo 0-0 y segunda jornada de impotencia ofensiva. Pasan por la Real delanteros y extremos y no hay manera de que cambie la dinámica. Es obvio que Moyes ha hecho de la firmeza defensiva la base de su Real, y en ese sentido es una gran noticia la llegada de Reyes, que hoy culminó un gran partido junto a un todavía mejor Iñigo Martínez. Y como comienzo de un equipo eso es fantástico. Pero si la Real quiere aspirar a luchar por algo más que el trofeo Zamora para Rulli, tiene que pensar en encontrar soluciones a su inoperancia ofensiva cuanto antes. Porque el problema es de base. No es que la pelota no entre, es que los porteros de Deportivo y Sporting han sido los jugadores más tranquilos en los dos partidos disputados. Y eso, cuando se ha cambiado la mitad del cuarteto ofensivo y cuando otro de sus integrantes es la estrella del equipo, es algo que la Real no se puede permitir. El parón tiene que servir para que se asiente lo bueno y, de una vez por todos, se ponga remedio a lo que no funciona.

viernes, agosto 28, 2015

PREVIA Real Sociedad - Sporting. A por todas

La última visita del Sporting a Anoeta, 2011-2012, fue un 5-1.
La Real va a por todas y su debut como local (sábado, 18.30 horas, Anoeta, Canal + Liga) ha de demostrarlo. Después de un debut algo dubitativo pero que dejó un punto en el casillero realista, el club ha satisfecho la demanda de fichajes de David Moyes y lo ha hecho a lo grande, con el regreso de Asier Illarramendi, la operación más ambiciosa de toda la historia de la Real. Eso ha de traducirse en una exigencia inmediata, y el escocés ya no tiene margen para no hacer jugar bien a su equipo y tratar de alcanzar las posiciones de privilegio de la Liga. Esa es la ambición, ese ha de ser ya el objetivo, y sería difícil entender que el equipo no respondiera desde ya a las exigencias que se le plantean. Moyes tiene que dar un paso adelante y sus jugadores también. El debut de la temporada en Anoeta, ante un recién ascendido como el Sporting, es la situación ideal para que esas sensaciones se vean sobre el césped.

Si la pasada jornada Moyes sí ofreció convocatoria, para el primer partido en casa recupera la costumbre de la pasada temporada de esconder sus cartas hasta minutos antes del partido. Y esta vez el despiste sí tiene fundamentos porque el abanico de posibilidades que hay para este encuentro es enorme. Lo único que confirmó el escocés en la rueda de prensa previa es que Illarramendi estará entre los 18 elegidos, a pesar de haber entrenado sólo tres días con el grupo. A partir de ahí, lo único que se puede confirmar es que Carlos Martínez sigue de baja y que Mikel González, tras cumplir un partido de sanción, hasta disponible. Hasta 23 jugadores (no contarían Navas, de momento sin ficha, y Concha, que en teoría saldrá cedido antes del fin del mercado invernal) están en condiciones de entrar en la convocatoria. Eso quiere decir que el preparador realista tendrá que hacer nada menos que cinco descartes. En la primera jornada los que se quedaron en la grada fueron Héctor, Zurutuza y Oyarzun.

El amplio número de jugadores que tiene a su disposición el técnico hace que adivinar el once sea prácticamente imposible, aunque dé la impresión de que no habrá muchos cambios.Así, Rulli estaría bajo los palos, Iñigo Martínez y Reyes en el centro y Zaldua y De la Bella en los laterales. Es obviamente muy apetecible pensar que Moyes colocará de inicio a Pardo e Illarramendi en el centro del campo. Por delante de ellos, lo normal es que se repitieran los nombres que tuvo el equipo titular en La Coruña, con Xabi Prieto, Vela, Buma y Jonathas. Para eso habrá que esperar a conocer el estado físico del mexicano, aunque no es la primera vez que Moyes ha sembrado dudas con él y finalmente le ha dado una plaza en el once. Y también es una opción que Bruma, el fichaje que peor sensación dejó en el estreno liguero, deje su plaza a alguno de sus dos recambios, Héctor u Oyarzun. El único seguro en el banquillo será Oier, el portero que ha llegado también esta semana cedido por el Granada para competir con Rulli.

El empate a cero en Riazor dejó a la Real en la undécima posición, aunque empatada con media Primera División, ya que la mitad de los partidos de la primera jornada se saldaron con igualada, incluso cuatro de ellos sin que el marcador se moviera, lo que hace que la colocación en la tabla dependa de criterios tan poco definitivos como las tarjetas o el año de fundación. No es todavía momento de mirar mucho a la clasificación, como evidencia el hecho de que el líder de Primera por su mejor golaverage sea el Eibar, un equipo llamado a luchar por la permanencia. Pero sí se puede mirar el calendario, ya que con la visita a Anoeta del Sporting, que empató también a cero contra el Real Madrid en El Molinón en la jornada inaugural, se inaugura una fase bastante interesante para la Real, que ya después del parón por los partidos internacionales visitará al Betis y al Granada y entre medias recibirá al Espanyol, antes del derbi contra el Athletic que se jugará en el último fin de semana de septiembre.

El Sporting ha visitado San Sebastián en 44 ocasiones, con un balance bastante favorable para la Real. En Primera se han disputado 35 de esos encuentros, con 19 victorias locales, siete visitantes y nueve empates. La mayor goleada txuri urdin se produjo en el último partido entre estos dos equipos, el 5-1 de la temporada 2011-2012. El Sporting nunca ha marcado más de dos goles en Donostia y la única vez que ganó por dos goles de diferencia fue con el 0-2 de la campaña 1974-1975. En Segunda División, el balance es todavía más claro a favor de la Real, con ocho encuentros jugados, cinco victorias para el conjunto realista, la más clara de ellas el 3-1 de la temporada 1962-1963 (dos goles de Alonso y uno de Alfonso en propia puerta) dos para el sportinguista y un empate. El cuadro histórico se completa con un 6-2 en la fase de ascenso a Primera de la 1942-1943.

La última visita del Sporting fue en la temporada 2011-2012, y el partido acabó con una contundente goleada para la Real, el ya mencionado 5-1. El partido se encarrilló por la vía rápida. Zurutuza hizo dos goles en los primeros tres minutos y casi a renglón seguido tuvo que salir del campo con la nariz rota por un salvaje cabezazo de Gregory que González González ni siquiera sancionó con falta. Con esa jugada, el partido entró en una fase de sopor en la que la Real no era capaz de hilvanar juego ni el Sporting de asustar a Bravo. El equipo asturiano acortó distancias en el primer minuto de la segunda parte, por medio de De las Cuevas, y sembró el pánico en Anoeta con muy poca cosa. Montanier no acertó en los cambios y la Real no recuperó el control del juego. Y, sin embargo, acabó goleando. Elustondo hizo el 3-1 rematando un córner cuando quedaba todavía un cuarto de hora por jugarse, y ahí el Sporting bajó los brazos de forma inexplicable para que Aranburu y Griezmann redondearan un varapalo que resultó completamente engañoso.

miércoles, agosto 26, 2015

Los fichajes no suelen marcar el primer gol oficial

Así celebró Chory su gol en el Camp Nou en la 2012-2013.
Con el empate a cero de Riazor, la Real sigue todavía esperando el primer gol oficial de la temporada. Si atendemos a la historia reciente, los fichajes tienen muy complicado convertirse en el autor de ese tanta inaugural. En lo que llevamos de siglo sólo un jugador que comenzaba a disputar su primera campaña de txuri urdin fue el primer realista en ver puerta en la Liga. Fue Chory Castro en la primera jornada de la temporada 2012-2013, cuando hizo el entonces 0-1 en el Camp Nou, en un partido que acabó con un contundente 5-1 para el Barcelona.

Para encontrar al anterior fichaje que abrió una temporada en el aspecto goleador para la Real, hay que remontarse a la 1998-1999, cuando el portugués Ricardo Sa Pinto hizo el primer gol en el 3-3 ante el Oviedo que se jugó en Anoeta para inaugurar el campeonato liguero. Ningún recién llegado lo había conseguido desde que la Real dio el salto a Anoeta en el verano de 1993. Y desde aquel tanto de Sa Pinto, todos los primeros goles en la Liga de la Real han llevado la firma de algún jugador que ya formaba parte de la plantilla tdxuri urdin.

Javi De Pedro hizo el primer tanto en la 1999-2000, en un 2-2 en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla. Un año más tarde le relevó en esta lista Idiákez, en el partido inaugural ante el Racing en Anoeta que acabó con el mismo resultado. En la 2001-2002, Khokhlov, que debutó en la Real en enero de 2000, hizo el único gol realista del 1-3 ante el Athletic. En la 2002-2003, con el mismo rival y el mismo escenario, fue Nihat quien se convirtió en el primer goleador en el gran 4-2 que abrió la temporada del subcampeonato.

En la siguiente campaña fue Kovacevic quien materializó el 1-1 en Montjuic ante el Espanyol, aunque el tanto lo celebrara Lee Chun Soo, que sí habría sido un fichaje que se sucediera a Sa Pinto y precediera a Chory Castro. Nihat repitió en la 2004-2005, siendo el único que ha inscrito dos veces su nombre en esta lista de autores del primer gol realista en una temporada, en el 1-1 en Anoeta contra el Levante. El tanto inaugural de la 2005-2006 lo hizo Barkero en la segunda jornada, en el 2-1 ante el Alavés. Y en la 2006-2007, la campaña del descenso, el primer gol lo hizo Aranburu en San Mamés, en un partido que acabó 1-1.

Tras el ascenso de 2010, el primer gol en el regreso a Primera lo hizo Xabi Prieto ante el Villarreal. Un año más tarde el tanto inaugural lo hizo Agirretxe en El Molinón, en un encuentro que ganó la Real por 1-2 ante el Sporting. Tras convertirse Chory Castro en el primer fichaje en todo el siglo en ser el autor del primer gol txuri urdin de la temporada, en la 2013-2014 ese honor lo logró Vela, en el 2-0 ante el Getafe de la jornada inaugural. Y la pasada campaña, la 2014-2015, fue Iñigo Martínez quien hizo ese primer tanto, en la segunda jornada, en la memorable remontada ante el Real Madrid que acabó en un gran 4-2.

En los tres años en Segunda División sí hubo una ocasión en la que un fichaje fue el autor del primer tanto. Sergio Rodríguez lo logró con un sensacional gol de falta en el primer partido de la temporada 2008-2009, ante Las Palmas en Anoeta. Antes de eso, Gerardo hizo el primero de penalti en la 2007-2008, en el 0-1 ante el Eibar ya de la segunda jornada, y sucediendo a Sergio en esta lista fue Agirretxe quien, también ante Las Palmas pero en las islas, se convirtió en el primer goleador de la campaña del ascenso, la 2009-2010, en un encuentro que acabó con 1-1.

Reyes, Bruma y Jonathas, incluso Illarramendi si no se tiene en cuenta su anterior etapa en la Real, son los futbolistas que podrían sumar su nombre a esta escueta lista de jugadores que, luciendo la condición de fichajes, se convirtieron en el primer goleador realista de la misma. Los tres fueron titulares en Riazor y lo normal es que los tres repitan presencia en el once inicial el próximo sábado ante el Sporting, con lo que gozarán de una segunda oportunidad para hacer ese tanto.

domingo, agosto 23, 2015

Un 0-0 para empezar, 31 años después

Iñigo Martínez, fundamentar para mantener la puerta a cero.
Aunque el 0-0 sea el resultado más sencillo de un partido de fútbol, la Real llevaba 31 años sin comenzar un campeonato liguero de esa manera. La última vez que se dio ese resultado fue en la temporada 1984-1985, cuando el equipo txuri urdin, en la última temporada de Alberto Ormaetxea como técnico realista, mantuvo el resultado inicial contra el Betis en el Benito Villamarín. Antes de esto, la Real sólo había arrancado la Liga con un 0-0 en otras tres ocasiones. La primera, la única que se dio como local, fue en la temporada 1952-1953, cuando el Valencia arrancó ese resultado de Atotxa. El técnico realista era José Ignacio Urbieta. En la temporada 1968-1969 fue la Real de Andoni Elizondo la que consiguió un meritorio 0-0 en el Camp Nou ante el Barcelona. El tercer empate sin goles inaugural tuvo lugar en la campaña 1970-1971, en el debut de Ángel Segurola, cuando la visita al Sabadell se saldó con ese marcador.

Si la historia es el reflejo para la Real de la presente temporada, en todas las ligas en las que cerró su primer partido con un 0-0 acabó entre los diez primeros clasificados, que es el primer objetivo de un equipo que, según David Moyes, no puede todavía fijar Europa como su objetivo obligatorio. Décimo fue el conjunto txuri urdin en la temporada 1952-1953, subió hasta la séptima plaza en la 1968-1969, fue octavo en la 1970-1971 y séptimo de nuevo en la 1984-1985. Ninguna de esas posiciones le dio entonces el pasaporte europeo que busca la Real actual, aunque en la última de esas campañas, en la única en la que efectivamente peleó por ese objetivo, finalizó el campeonato con los mismos puntos que el último de los equipos que sí logró esa plaza. Eso sí, las posiciones en las que finalizó aquellas Ligas sí meterían ahora al equipo de David Moyes en esa pelea.

sábado, agosto 22, 2015

DEPORTIVO 0 - REAL SOCIEDAD 0 La Real sigue de pretemporada

Jonathas debutó en Riazor, pero no marcó.
Si se presta atención al detalle, es verdad que hay en la Real que ha comenzado la temporada 2015-2016 en Riazor algunos rasgos diferentes a aquella que dirigió por primera vez David Moyes en el mismo campo hace ya unos cuantos meses. Los hay, negarlo sería absurdo, aunque se quieran limitar a la aportación de las incorporaciones de este verano, destacando a Jonathas y Reyes. Pero si la conclusión de aquel primer día del escocés en el banquillo txuri urdin fue que tenía mucho trabajo por delante, la que se puede extraer ahora, tantos meses y partidos después, es básicamente la misma. Obviando ese largo tramo de la pasada campaña, la Real de Moyes sigue en pretemporada. Sigue sin tener un patrón de juego definido, sin tener claras cuáles son sus mejores vías para explotar las cualidades de sus futbolistas y sin generar peligro porque apenas prueba al guardameta rival. Cierto, como aquel primer día de Moyes en Riazor, que el análisis se hace más cómodamente con un punto, porque el marcador se quedó como empezó, pero es también cierto que hay que exigir más, personal y colectivamente, si no se quiere pasar otra temporada en tierra de nadie.

El primer once de Moyes lo formaron Rulli bajo palos, con una defensa formada por Zaldua y De la Bella en los laterales, Reyes e Iñigo Martínez en el centro, Markel Bergara y Rubén Pardo por delante, con una línea de tres mediapuntas formada por Vela, Xabi Prieto y Bruma, y con Jonathas en punta. Y dos descartes, Zurutuza y Héctor, que al igual que Oyarzun, que se quedó en Donostia, no pudo celebrar jugando su salto al primer equipo. Esto sirvió para confirmar algunas cosas. La primera, que la pugna en el lateral izquierdo de momento la gana De la Bella. La segunda, que Granero y Canales se perfilan como los grandes damnificados de los malos resultados de la pretemporada. Y la tercera, que Moyes confía en un grupo cerrado incluso por encima del estado físico. No hay que olvidar que Vela no ha jugado ni un solo minuto en los partidos preparatorios por molestias en la rodilla y que Prieto se lesionó en su última aparición, contra el Atlético de Madrid, y ambos fueron de la partida en Riazor.

La sorpresa fue ver a la Real formando más bien un 4-4-2, con Bruma y Xabi Prieto abiertos en las bandas y Vela y Jonathas en punta, aunque el dibujo cambio con los minutos para configurar un 4-2-3-1 más habitual, en el que Xabi Prieto ocupó la mediapunta. Como el equipo txuri urdin fue de menos a más, parece evidente que estuvo más cómodo en este segundo esquema. La primera mitad fue típica de un partido inaugural de la temporada, con ritmo bajo, poca presión en el centro del campo y mucho balón largo. Con el paso de los minutos, la cosa fue mejorando pero Depor y Real tardaron lo suyo en entrar en el encuentro. Tanto, que las primeras acciones destacadas fueron una tarascada de Jonathan ante Lopo para demostrar que el nuevo delantero de la Real no se va a andar con chiquitas, y la primera amarilla de un Mateu Lahoz que tiene la costumbre de no dejar pasar una cuando anda el equipo realista de por medio. El damnificado, Zaldua. Menos mal que Vela recuperó ese papel de provocar amarillas e hizo lo mismo con Mosquera.

Así transcurrió el primer cuarto de hora, sin ninguna llegada de peligro a las porterías de Rulli y Lux. Y poco a poco fue la Real el equipo que se acercaba al bando rival con alguna claridad. Lux sacó primero un buen centro de Xabi Prieto y Jonathas trató de marcar de chilena, pero su disparo se marchó a la derecha de la portería del Depor. La ocasión más clara la tuvo Jonathas, que cazó a la carrera un balón largo de Iñigo Martínez para plantarse solo delante del guardameta deportivista, pero este le adivinó las intenciones de trazar una vaselina saltando antes del disparo y cerrando los espacios al realista. La Real buscó los centros desde las bandas con insistencia, aprovechando el generoso esfuerzo sobre todo de Zaldua pero también de De la Bella. El lateral zurdo estuvo a punto de conectar con Vela en uno de sus envíos, pero la defensa despejó y abortó el remate del mexicano. Y el propio Vela metió otro espléndido balón que Jonathas no picó para controlar por muy pocos centímetros.

El Depor respondió en los últimos minutos de la primera mitad con un desviadísimo disparo de Lucas y uno de Mosquera con mucho más peligro, la mejor ocasión de los locales, que obligó a Rulli a rectificar su estirada para atraparlo con seguridad. Como la Liga española es de todo menos profesional, la segunda mitad comenzó con retraso. Se soltó uno de los enganches de la red de la portería que defendió Rulli en la segunda mitad y hubo que engancharla con una brida. Cosas que suceden en España, qué se le va a hacer. No pareció sentarle demasiado bien ese retraso a la Real, que dio un paso atrás y dejó que el Depor dominara territorialmente. Incluso que llegara con peligro a la portería de Rulli, que tuvo que estirarse para evitar que un disparo de Borges desde la frontal se convirtiera en el 1-0. La Real, no obstante, respondió bien, y Jonathas, en una pelea solitaria, y Vela, en un contragolpe que no culminó bien con un pase largo a De la Bella, mostraron que los visitantes tenían peligro.

Pero con el problema habitual desde hace ya alguno meses: la Real no tira a puerta. No provoca acciones de los porteros, ni siquiera para aprovechar que el sol que lució en la segunda mitad era un obstáculo para Lux. Así es difícil marcar. Muy, muy difícil. Y eso que por momentos el equipo de Moyes sí pareció dominador del juego. Pero sólo por momentos, porque ni Depor ni Real fueron mejores que su rival durante demasiados minutos. El momento más tenso fue un desvío de cabeza de Iñigo Martínez a un disparo de Juanfran que no parecía coger portería y que con ese toque se convirtió en un córner. De ese córner, Lucas Pérez marcó pero lo hizo en una clarísima posición de fuera de juego. Esa acción defensiva de la Real fue muy buena, algo a tener en cuenta viendo el pobre resultado en la defensa de la estrategia que ha venido haciendo el conjunto txuri urdin en los últimos tiempos. Y prueba también de que las mejores noticias las dejaron Iñigo y Reyes, muy solventes en todo momento.

Rulli sacó con seguridad una falta directa lanzada por Faycal. Esa falta, por cierto, fue una temeridad de Markel un empujón al mismo deportivista que parecía innecesario por la llegada de Reyes e Iñigo y que además le costó la tarjeta amarilla. El guardameta realista tuvo que volver a intervenir casi a renglón seguido, a disparo cruzado de Lucas Pérez. Un despiste del Depor casi le permite a Vela adelantar a la Real, y Jonathas se confirmó como el mejor txuri urdin del partido con una espléndida jugada individual y un pase de la muerte que el mexicano no pudo convertir en el 0-1 por la intervención de la defensa, que despejó a córner. Sin necesidad de grandes ocasiones de gol o de extraordinarias intervenciones de los porteros, las dos áreas vivieron llegadas de peligro. En la más clara del Depor en ese tramo, Iñigo Martínez despejó a córner un balón que parecía que Rulli cogería con comodidad y provocó cierta inquietud a las filas realistas.

Fede Cartabia tuvo varias opciones, sobre todo el rechace de una falta que él mismo había tirado y que estrelló en el lateral de la Real. Viendo que el partido estaba en el aire, lo que sorprende es que Moyes no reaccionara para solventar la intermitencia de su equipo. El primer cambio del escocés no llegó hasta el minuto 85. Bruma, que fue de más a menos y que no fue capaz de encarar ni una sola vez, dejó su puesto a Canales. Dos después retiró a Vela para dar entrada a Chory, justo después de que el mexicano forzara una nueva tarjeta.Y no hubo más. Quizá es una forma del escocés de llamar la atención sobre la necesidad de refuerzos, pero cuesta entender que no sepa aprovechar lo que ya tiene de otra forma. Aún así, en esos minutos finales, la Real pareció estar más cerca del gol que el Depor, y algo tuvo que ver sobre todo Canales, mucho más móvil de lo que le habrían permitido esos cinco minutos que le dio Moyes en condiciones normales. Los cambios llegaron muy, muy tarde y sin que hubiera justificación para ello.

Si atendemos a lo de la media inglesa, la que obliga a puntuar fuera y ganar en casa, habría que decir que el inicio de la Real no es malo. Pero como en tantos partidos de la pasada temporada, el equipo txuri urdin no dio la sensación de saber imponerse ante un rival que no pareció mejor y que simplemente jugó con la inercia que siempre tiene un equipo local para, al menos, hacer que el portero visitante sí tuviera trabajo. Lux sólo tuvo que sacar el intento más claro de Jonathas, que pide a gritos un refuerzo mayor para convertirse en un peligro más certero. El centro del campo sigue sin tener una identidad clara, Pardo no encuentra el mando absoluto que hay que exigirle por calidad y Markel no es la ayuda que necesita, a pesar de que una vez más el paso de los minutos hizo que su actuación pareciera mejor de lo que fue. Prieto y Bruma dejaron detalles pero no una actuación esperanzadora. Y con un Vela que sí está claramente de pretemporada, las mejores noticias están donde se esperaban, en la seguridad de Rulli, en la firmeza defensiva que promete la dupla que forman Iñigo y Reyes, en el esfuerzo inagotable de sus laterales y en la pelea de Jonathas. Con un punto, sí, que ya mejora el inicio de hace un año pero todavía con mucho por hacer.

viernes, agosto 21, 2015

PREVIA Deportivo - Real Sociedad. ¿La vida sigue igual...?

Vela, en el partido de la temporada pasada en Riazor.
Comienza por fin la Liga y para la Real será con el Deportivo de la Coruña como rival (sábado, 18.30 horas, Riazor, Canal + Liga), en el escenario en el que logró su último gran éxito, la clasificación para la Champions League en el verano de 2013. Y la pregunta que tendrá que responder el equipo de David Moyes es si la vida sigue igual, si la pobrísima pretemporada que ha realizado es la continuación natural del del mal juego de la pasada temporada y preludio de una nueva campaña decepcionante, o si por el contrario la intensificación de la preparación física es la base desde la cual el conjunto txuri urdin será capaz de ofrecer algo más y luchar por Europa. Es verdad que los fichajes apenas han empezado a participar y que Moyes aún no ha podido armar un equipo tipo, pero la competición no espera a nadie. Los tres primeros puntos se juegan en Riazor y despreciarlos pensando en lo mucho que queda puede marcar la temporada para mal.

La primera lista de Moyes ya ha dejado algunas pistas interesantes de la plantilla con la que comienza la temporada. Se quedan fuera de la convocatoria los sancionados Mikel González y Aritz Elustondo y los lesionados Carlos Martínez y Raúl Navas. Con estas cuatro bajas, con Bardají como guardameta suplente a la espera de que se cierre la llegada de Oier y tras confirmarse que Héctor y Oyarzun son miembros de pleno derecho de la primera plantilla, el técnico escocés tenía que descartar a dos jugadores. Uno de ellos ha sido el propio Oyarzun, que no va a poder celebrar la buena noticia de su ascenso debutando en Liga (Moyes ya le dio minutos en la eliminatoria copera ante el Oviedo la pasada campaña) y tendrá que esperar su oportunidad, y el otro es David Concha, cuyo futuro todavía está por definir. Si han entrado en la lista Xabi Prieto, lesionado en el amistoso ante el Atlético de Madrid, y Carlos Vela, que no ha llegado a jugar ni un solo minuto en la pretemporada tras disputar con México la Copa de Oro.

Puede haber algunas sorpresas en el once inicial, pero algunos detalles sí parecen claros. Por supuesto, Rulli estará bajo palos, y la única duda en la defensa estará en el lateral izquierdo, donde Yuri y De la Bella siguen pugnando por un puesto. Zaldua en la derecha e Iñigo Martínez y Reyes serán los centrales. Parece más probable que el doble pivote lo formen Markel y Pardo, que tendrá el mando del equipo desde el primer día, dejando a Granero como el gran damnificado de los decepcionantes resultados de la pretemporada, a pesar de que Moyes tuvo grandes palabras para él en la rueda de prensa anterior al encuentro. Los tres jugadores que actuarán por detrás de Jonathas dependerán del estado físico de Vela y Xabi Prieto. Lo normal es que ninguno de los dos sea titular, con lo que esa línea de mediapuntas la formarían Bruma, Canales y bien Chory Castro o Zurutuza. Si entran bien el capitán o el mexicano sería en esta última posición. Bardají como portero suplente, Ansotegi y Agirretxe completarán el banquillo.

Deportivo y Real Sociedad se han visto las caras en partido de Liga en 39 ocasiones, y las estadísticas no son muy favorables al conjunto txuri urdin. De los 33 que se han jugado en Primera División, la Real ha ganado en seis ocasiones y ha empatado en otras nueve, aunque ha cosechado 18 derrotas. Desde el ascenso realista en 2010, igualdad absoluta: una victoria para cada equipo, 2-1 para el Depor en la 2010-2011 y 0-1 para la Real en la ya mencionada noche en la que logró la clasificación para la Champions en la 2012-2013, y un empate a cero la pasada campaña. La victoria txuri urdin más clara es bastante corta, el 0-2 de la temporada 1969-1970, con goles de Gaztelu y Arambarri. La del Depor, el 5-0 de la 1955-1956. En Segunda han sido cuatro los enfrentamientos, con cuatro victorias para los gallegos y un empate. El cuadro lo completan dos duelos en fases de ascenso a Primera, con derrota realista por 1-0 en la 1939-1940 y victoria por 3-4 en la 1940-1941.

La pasada campaña, la 2014-2015, el partido jugado en Riazor supuso el debut de David Moyes como entrenador de la Real, sustituyendo a Jagoba Arrasate. El escocés, todavía sin mucho conocimiento de sus jugadores, demostró que su prioridad era la de mejorar en defensa, y así consiguió que el equipo no encajara gol por primera vez en el torneo liguero después de once jornadas haciéndolo. No jugó una mala primera mitad y tuvo ocasiones para irse al descanso por delante, con ocasiones sobre todo para Vela y Chory Castro. Pero en la segunda mitad el ritmo del partido fue demasiado para los realistas, que pasaron a sufrir en defensa con más claridad. El sufrimiento de la Real, en todo caso, no concordaba con la escasa fortaleza ofensiva del Depor, que sólo pudo generar una ocasión verdaderamente clara y fue en un córner muy mal defendido por la Real. El partido dejó la sensación de que Moyes tenía mucho trabajo por delante.